Canciller Claudia Ruiz Massieu: Muy buenos días, quiero saludar con enorme respeto al Secretario de Gobernación, reconociendo su compromiso con las causas del empoderamiento y la igualdad de las mujeres, al señor Gobernador del Estado y su señora esposa por su anfitriona y su respaldo a este diálogo, a las distinguidas mujeres que me acompañan en el presídium, guerreras decididas en esta lucha por erradicar la violencia contra las mujeres y a los hombres que están en el presídium, compañeros solidarios en este camino hacia la igualdad y a todas y todos ustedes militantes de estas causas.

 

¿Cómo se erradica la violencia contra las mujeres?

 

Se erradica con decisión, con valentía, con paciencia, con firmeza, con compromiso, con la suma de decisiones públicas y privadas, con la capacidad de hablar abiertamente para identificar errores, para identificar aciertos, para identificar áreas de oportunidad y sobre todo sumando, sumando porque no hay un solo mexicano o mexicana que no tenga algo que aportar para combatir esta violencia, esta causa nos atañe y nos necesita a todas y a todos.

 

A mujeres valientes como Irinea, que saben convertir su dolor en acción y en un ejemplo que nos inspira y que nos compromete a todos a servidoras y servidores públicos, como los que aquí nos acompañan, a maestras, a jueces , a ministras como Olga Sánchez Cordero, a legisladores y legisladoras como Diva, a mujeres, padres , madres, hombres, a todos.

 

En la pluralidad democrática de México, hoy hay espacio para la diferencia de opiniones, pero la lucha para erradicar la violencia contra las mujeres es uno de los temas donde verdaderamente, podemos, debemos construir, un sólido consenso nacional y cambiar la vida de millones de personas.

 

El Gobierno, la sociedad civil, la iniciativa privada, las organizaciones, todos los actores juntos, esta lucha debe de estar por encima de ideologías y de grupos, porque los derechos humanos, a la justicia y la dignidad, no se le pueden poner siglas de partido, ni etiquetas ideológicas.

 

La violencia contra las mujeres, se manifiesta en todos los niveles, a veces está a la vista y otras se parece en el silencio y en el anonimato, en su forma más extrema, el abuso cobra forma física, el feminicidio, su manifestación más grave, pero empieza desde antes, como acoso,  como violencia verbal, como indiferencia.

 

Por eso este reto inicia en casa, hablando tempranamente con nuestros hijos sobre el respeto a las mujeres, requiere a los profesores, enseñando una cultura de igualdad entre alumnas y alumnos, y debe de estar presente en el ámbito laboral, para prevenir y sancionar.

 

Como mujer y como madre, tengo un compromiso personal y como Canciller, un compromiso institucional ante esta agenda que hoy quiero refrendar ante todos ustedes.

 

La mejor forma de comprometerse, es actuando, por eso siguiendo la instrucción del Presidente de la República, del Presidente Enrique Peña Nieto, de hacer de la erradicación de la violencia contra las mujeres, un eje de toda la acción de gobierno.

 

En la Cancillería hemos decidido empezar a promover mejoras y avances internos, este año vamos a certificar a la Secretaría de Relaciones Exteriores en la norma mexicana en igualdad laboral y no discriminación, la primera dependencia federal en dar este paso para garantizar la igualdad de oportunidades en un ambiente laboral incluyente, tolerante y respetuoso.

 

También, emitimos un protocolo para la atención de casos de hostigamiento, acoso sexual y laboral que nos permitirá responder de manera efectiva a cualquier conducta que atente contra la dignidad de quienes trabajamos en la Cancillería.

 

Estas acciones, son consistentes con la definición de la igualdad de género, como una de las prioridades de la política exterior de México.

 

Pero en nuestra tarea más sensible, en nuestra responsabilidad más grande la de atender a los mexicanos que están en el exterior, también está presente, esta visión.

 

Es el caso de Estados Unidos, por ejemplo, donde vive la mayor cantidad de mexicanos en el extranjero, casi la mitad de nuestros compatriotas en ese país, son mujeres, ahí estamos comprometidos para que los servicios consulares que brindamos tengan una clara perspectiva de género.

 

Hoy hemos desarrollado un protocolo de atención consular para víctimas de violencia de género, para identificar a posibles víctimas de violencia, brindarles asesoría, y canalizarlas con instituciones especializadas en Estados Unidos.

 

También pusimos en marcha la ventanilla de atención integral a las mujeres que tiene por objetivo no sólo identificar casos de violencia doméstica o de otro tipo para atenderlas y acompañar a nuestros compatriotas en hacerle frente a estas conductas, sino también para promover el empoderamiento, la independencia de las mujeres en el exterior brindándoles auxilio, en servicios de salud, o de documentación, pero también brindándoles las herramientas y habilidades que necesitan para salir adelante, y romper los ciclos de violencia y empoderarse económicamente.

 

La convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer inicia diciendo; la violencia contra la mujer, es una ofensa a la dignidad humana, una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales, con esa claridad, y con esa convicción México impulsa esta agenda.

 

La impulsa en los distintos mecanismos multilaterales y regionales en que participamos en la OEA, donde promovimos el mecanismo de seguimiento de la convención de Belém do Pará, donde impulsamos la creación de un grupo de trabajo, sobre la cuestión de la discriminación contra la mujer en la ley y en la práctica, o respaldando el trabajo de la Comisión Interamericana de la Mujer, que encabeza convicción y con energía ejemplar la Embajadora Eminente Carmen Moreno.

 

En este diálogo, que se celebra aquí en Pachuca; surgirán seguramente propuestas concretas para dar más pasos, nuevos pasos, en la construcción de una agenda que nos permita romper las relaciones asimétricas de poder entre hombre y mujeres que están en el centro de todos los tipos de violencia contra las mujeres.

 

El desarrollo sostenible e incluyente de nuestras sociedades pasa sin duda por el empoderamiento de las mujeres y las niñas, pero este objetivo no será alcanzable sino atendemos las causas estructurales de la violencia; vivimos en una época en la que las mujeres hemos conquistado espacios, oportunidades, y derechos como nunca antes, pero no es suficiente porque la realidad es que la violencia contra las mujeres en todas sus formas  sigue presente en los hogares, en las escuelas, en los lugares de trabajo, y no podemos permanecer inmóviles frente a esta realidad, porque esta realidad; no es justa, no es normal, y sobre todo porque la podemos cambiar.

 

Para esto ninguna contribución es demasiado pequeña y ninguna suficientemente grande, preguntaba Iriñia ¿qué vamos a hacer?, y ¿nosotros que vamos a hacer?; vamos a seguir visibilizando, analizando, denunciando, tomando decisiones, fijando metas y prioridades, poniendo manos a la obra vamos a seguir juntos construyendo la igualdad.

 

¡Muchas Gracias!