Muy buenos días tengan todas y todos ustedes, quiero saludar, en primer término, al licenciado Miguel Márquez Márquez, gobernador constitucional del estado de Guanajuato. Gracias gobernador, por abrir este bello estado a esta importante conferencia, no se me ocurre un mejor lugar para proyectar la grandeza de México que el estado y la ciudad de Guanajuato.
Saludar a la senadora Zulma Gómez, presidenta de la Conferencia Parlamentaria de las Américas; al senador Miguel Angel Chico, presidente electo de esta Confederación Parlamentaria; al señor presidente municipal; al doctor Cabrera, Rector de esta universidad, por supuesto de manera muy especial al doctor Almagro Lemes, secretario general de la Organización de los Estados Americanos, a los distinguidos y distinguidas parlamentarias que nos acompañan aquí en el presídium, y a todas y todos ustedes, parlamentarios de las Américas, jóvenes y estudiantes que se dan cita aquí el día de hoy.
Es para mí un honor participar en esta XIV Asamblea General de la Confederación Parlamentaria de las Américas. La frescura de la diplomacia parlamentaria, es siempre una bocanada de aire fresco en las relaciones entre estados soberanos. Impulsarla y fortalecerla será un compromiso vital de la Cancillería mexicana.
En mi carrera parlamentaria aprendí la importancia de este tipo de foros, pues es a través del diálogo y de los lazos que se construyen en espacios como este que podemos tener un mejor entendimiento de los pueblos y países de nuestro hemisferio.
El mundo se ha transformado de manera considerable. Con orgullo, por ejemplo, puedo afirmar que hoy en día es un hecho que las mujeres desempeñamos un papel cada vez más importante en la vida pública. Con esfuerzo y dedicación nutrimos los procesos de apertura, desarrollo y equidad en las democracias de nuestros países.
Por ello, celebro que en el marco de esta asamblea se haya efectuado la XIII Reunión Anual de la Red de las Mujeres Parlamentarias de las Américas, la cual contó con el respaldo y la participación de la Secretaria de Relaciones Exteriores y aprovecho para, de nueva cuenta, saludar con mucho afecto a la senadora Diva Hadamira Gastélum.
Los 35 países que formamos parte de esta confederación americana compartimos principios y anhelos que nos unen. Su paradigma se expresa en las cartas constitucionales de la región. Así, por ejemplo, en el México de nuestros días, estamos conscientes que el ser humano es el foco principal de la actividad del estado y el artículo primero de nuestra Constitución da muestra de ello.
Nuestra región está fundada en valores comunes, como el respeto a la dignidad de los pueblos y los derechos humanos, la paz, la democracia y la solidaridad.
Esta confederación encarna esos principios como muy pocos foros interamericanos. Los 290 parlamentos federales y estatales que participan en ella reúnen la voz de millones de voces del hemisferio en un espacio representativo y plural.
En el mundo actual, ningún país es ajeno a lo que sucede en su entorno global y regional. El diálogo y la cooperación interparlamentaria son medios valiosos de los que disponen nuestras sociedades para hacer frente a los retos del milenio.
La reducción de la pobreza y la construcción de sociedades incluyentes y de derechos para todos, o cómo abordar el fenómeno de la migración desde la óptica de la responsabilidad compartida, privilegiando la protección y vigencia de los derechos humanos, reivindicando la rica aportación que hace la comunidad migrante a los países de origen, tránsito y destino, son algunos de estos retos.
Todos los países tenemos algo que aportar y aprender del otro. Las políticas públicas y la legislación son herramientas que, al compartirlas con los demás, permiten potenciar nuestras fortalezas y complementarnos.
La visión del legislador se enriquece cuando participa en foros parlamentarios que le permiten intercambiar experiencias y mejores prácticas. Las asambleas y los congresos que buscan innovar y alcanzar soluciones efectivas deben nutrirse de los logros y las lecciones aprendidas en el trabajo de debate y negociación para la adopción de leyes y políticas públicas.
Los vínculos entre parlamentos benefician el diálogo entre poderes. De la misma manera, el diálogo interparlamentario fortalece la relación diplomática sobre la que descansan las relaciones bilaterales y multilaterales en la región.
En sus 18 años de vida, esta confederación se ha consolidado como el espacio de diálogo parlamentario por excelencia en nuestro continente. Su carácter incluyente y permanente ha permitido que temas de enorme trascendencia para la prosperidad para nuestros ciudadanos, como la salud, la educación, la justicia social, la migración, la seguridad, el cambio climático o el desarrollo sostenible, encuentren respuesta de alguna forma.
Cada reunión de su asamblea general ha acompañado la evolución política y económica de nuestros países. Mediante sus análisis y recomendaciones ha contribuido a generar un debate constructivo y a acercar posiciones nacionales.
Nuestro país, México, hace un esfuerzo trascendente e importante de integración regional. En los hechos, la Alianza del Pacífico genera una zona de libre intercambio de bienes capitales y personas, pero también de ideas y objetivos comunes que se expresan en esquemas innovadores, como las embajadas comunes, para proyectar la visión que compartimos en esta región para beneficio de todos los pueblos latinoamericanos.
Hace casi dos décadas, esta confederación definió sus principios, objetivos y modos de operación. Desde este momento, se han producido cambios en el continente que ponen de relieve las posibilidades de crecimiento y desarrollo que ha abierto nuestros países.
Las políticas económicas y sociales, instrumentadas en los últimos años, han logrado importantes avances en varios frentes, por su importancia y resultados destaca el combate a la pobreza.
Hace dos décadas, 20 por ciento de los habitantes de nuestro continente subsistían con menos de dos dólares al día. Hoy esa cifra ha disminuido en 11 por ciento. El reto es seguir disminuyéndola para que cada día más personas salgan de la terrible condición de la pobreza extrema y puedan construir nuevos horizontes para sus familias, sus comunidades y ellas mismas.
Mucho ha cambiado en dos décadas, hoy vivimos en un continente más interconectado, en el que el uso del Internet se ha multiplicado y la cantidad de líneas de telefonía celular en las Américas ha aumentado en 150 por ciento.
A pesar del gran reto que ello conlleva, el flujo vertiginoso de la información y las plataformas de los medios sociales han hecho posible una mayor participación social. En términos de participación política y representatividad, nuestros países han dado pasos cualitativos hacia una mayor equidad, prueba de ello es que nos han convertido en la segunda región en el mundo con mayor participación femenina en los congresos nacionales, sólo detrás de los países de la región nórdica.
Actualmente, hay una mujer entre cada cuatro legisladores, se trata de un gran avance cuyos resultados aflorarán en el corto y mediano plazos.
Señoras y señores parlamentarios, México se enorgullece ser uno de los países en la que estas transformaciones son más visibles. Celebramos que nuestra sociedad impulse y concrete estos cambios, pues ello nos permite construir una mejor nación.
Somos parte de los cambios, sociales, políticos y económicos de nuestra región, y los seguiremos impulsando con toda decisión. Nuestros parlamentarios han participado en la construcción de esta nueva realidad, contribuyendo al diseño e implantación de marcos legales más ambiciosos e innovadores, congruentes con el avance tecnológico y sus implicaciones sociales.
A los largo de sus 18 años de existencia, tres mexicanos han tenido el privilegio de presidir esta confederación. En esta ocasión, nos honra el hecho de que el senador mexicano Miguel Ángel Chico Herrera sirva desde esta importante posición.
Senador, reciba usted mi reconocimiento por su esfuerzo para consolidar la presencia de México en los procesos de diálogo interparlamentario del continente, y cuente con mi más amplio respaldo a su gestión al frente de esta confederación, que estoy segura que continuará con los grandes trabajos que ya ha iniciado la senadora Zulma Gómez, que hoy despide su gestión. Muchas gracias senadora también y nuestro mayor reconocimiento.
Distinguida concurrencia, el gobierno del presidente Enrique peña Nieto está comprometido con consolidar un México de prosperidad e inclusión, un México de derechos para todos, un México que proyecte en el futuro los valores que nos hermanan y nos fortalecen con todos los países de la región.
La cooperación y la vinculación con los parlamentos son fundamentales para lograr estos objetivos. Ustedes son conscientes de su relevancia como embajadores parlamentarios. Ustedes, al igual que los brazos ejecutivos de los gobiernos, hacen política exterior y alimentan el diálogo entre los pueblos.
Este oficio dejó de estar monopolizado y hoy el ejecutivo y el legislativo, así como los estados y la sociedad civil, compartimos la tarea de generar mayor responsabilidad a nivel hemisférico y global.
Los invito a todas y a todos a seguir haciendo de este foro y de la diplomacia parlamentaria instrumentos de diálogo y cooperación, que contribuyan a lograr una América más unida, más próspera y en paz. Sólo mediante el entendimiento del otro y el continuo aprendizaje podremos avanzar como región.
Muchas gracias.
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