Muy buenos días tengan todas y todos ustedes, quiero saludar en primer término a quienes son aliados invaluables del trabajo que realizamos en esta Secretaría y particularmente a través de nuestras delegaciones, aliados permanentes y  quienes refuerzan todos los días la labor que no ha encomendado el Presidente de la República como tarea primordial.

Saludar en primer término en ese sentido al Comisionado, Vargas Fosado, del Instituto Nacional de Migración, gracias Ardelio,  por tu acompañamiento y por siempre hacer una labor de equipo, al Licenciado Jorge Rojo García, Director del Registro Nacional de Población, al Licenciado Emanuel Vidal Terrazas , Director General de Asuntos Policiales Internacionales ICPO-INTERPOL, quiero saludar a los que nos acompañan en el presídium y que son parte del equipo de esta Cancillería, el señor Oficial Mayor, felicidades Oficial, por el enorme trabajo que ha realizado en estos meses, para seguir construyendo cercanía con la gente y brindando un mejor y excelente servicio.

A Israel Soberanis, Coordinador General de Delegaciones, Subsecretarios, Ana Paola, señoras y señores Delegados, sean muy bienvenidos a la Cancillería.

Había esperado con entusiasmo e interés la oportunidad de poder saludarlos estando aquí reunidos por primera vez como Canciller a todas y todos ustedes las Delegadas y los Delegados de la Secretaría de Relaciones Exteriores, me uno al reconocimiento que ha hecho el señor Oficial Mayor de su trabajo, de su compromiso, de su empeño cotidiano, todos los días en beneficio de miles y millones de mexicanos  y de sus familias.

También quiero que aprovecemos esta reunión para que hagamos un alto en el camino y poder reflexionar sobre cuáles son los nuevos retos, cuáles son las fortalezas para enfrentarlos, qué nuevas capacidades tenemos que reforzar o construir y cómo transformar los diagnósticos y estrategias en acciones concretas en beneficio de los mexicanos.

Las Delegaciones, ustedes lo saben bien, son el primer punto de contacto y el rostro de la Cancillería ante los ciudadanos dentro del territorio nacional, tradicionalmente su función se centra en la proveeduría de servicios y de trámites, tanto como para nuestros connacionales en el extranjero, como para sus familias en México. Esa es una labor sin duda indispensable que da soluciones tangibles a necesidades (inaudible).

El año pasado, la Red de Delegaciones expidíó 2 millones 530 mil pasaportes, el 66 por ciento del total de pasaportes que se emitieron en el mundo, a través de nuestras Embajadas y Consulados, el número fue de 1 millón 330 mil.

Además, más de 1 millón de ciudadanos, recibió atención para desahogar, distintos trámites como certificados de nacionalidad, cartas rogatorias o procedimientos vinculados con la protección de nuestros connacionales fuera del país y aunque desde luego ese trabajo mantiene su plena vigencia, también debemos identificar cuándo los escenarios tanto nacionales como internacionales, empiezan a cambiar para que nos adaptemos con imaginación, con inteligencia y con anticipación a las nuevas necesidades que surgen.

Las Delegaciones, deben ser cada vez más, los vasos comunicantes entre las acciones de política exterior que ejecuta la cancillería y el pulso de la vida nacional, se trata de un cambio de paradigma en el que sin abandonar las funciones tradicionales e indispensables, vayamos ampliando nuestro alcance para que las Delegaciones se conviertan en el eslabón  que vincule nuestro desarrollo interno con las oportunidades que ofrece el exterior.

Ninguna otra dependencia del Gobierno de la República tiene esta doble estructura institucional, por un lado, la red más amplia y robusta de Consulados que un país tiene en otro, si considéranos nuestros 49 Consulados en Estados Unidos, pronto serán 50, y por el otro 45 Delegaciones a lo largo y ancho del territorio nacional.

No podemos desaprovechar esta circunstancia única y afortunada que abre la posibilidad de potenciar nuestro impacto transformador en beneficio de los mexicanos.

La infraestructura y el capital humano ya lo tenemos, en lo que debemos trabajar ahora es hacer que, los dos grandes brazos con los que cuenta la Cancillería, el interno y externo, trabajen comunicándose más íntimamente, de manera más coordinada, y sin duda de manera más estratégica.

Pero ¿por qué necesitamos una mayor coordinación? Porque México está en constante transformación.

Tomemos por ejemplo el nuevo perfil migratorio de nuestro país, México ha pasado de ser un país de origen, tránsito y destino de migración, a ser uno cada vez más de retorno de la migración.

Si bien,  entre 2009 y 2014, aproximadamente 870 mil mexicanos migraron a Estados Unidos, un millón retornó a nuestro país en ese mismo periodo. Por ello la Secretaría y la Secretaría de Gobernación, a través del Instituto Nacional de Migración hemos venido trabajando conjuntamente para establecer nuevos mecanismos que nos permitan colaborar con mayor eficiencia para apoyar a nuestros connacionales que regresan a México.

Aprovecho para reconocer la destacada labor del Comisionado Vargas Fosado al frente del Instituto Nacional de Migración y permitirnos construir sinergias y sumar fuerzas para incidir en la mejora de la vida de los mexicanos.

Así, desde su ámbito de influencia, las delegaciones deben redoblar el esfuerzo para apoyar, de manera coordinada, la política migratoria que conduce la Secretaría de Gobernación para facilitar el proceso de reintegración a los migrantes que deciden regresar y que tienen mucho que aportar el desarrollo de sus comunidades.

Esto requiere que las delegaciones empiecen a desplegar labores de vinculación con actores estratégicos en sus entidades como los gobiernos locales, el sector privado, la academia, para abrir oportunidades que faciliten el proceso de plena reinserción de los migrantes a la vida nacional.

Vivimos también, tiempos en los que quizás más que nunca nuestros connacionales en Estados Unidos ante la estigmatización y el clima discriminatorio que ha surgido en medio de un momento político sin precedentes que atraviesa ese país, requiere que la Cancillería lo respalde con todos sus recursos y desde todos los frentes; las embajadas, la red consular, las oficinas centrales y por su puesto las delegaciones.

Como ya señale, todas estas oficinas son órganos que forman parte de un mismo cuerpo, y al que los nuevos retos, sino tenemos otra opción más que actuar de manera contundente, estratégica y coordinada.

El esfuerzo que hacemos desde la Cancillería junto con las embajadas y con la red consular, debe sumarse a este esfuerzo de trabajo de las delegaciones para atender a las familias en México de nuestros connacionales que están en el exterior con los servicios y asesorías que requieran, para que puedan ayudar a que las comunidades mexicanas en otro país; puedan mantener sus vínculos familiares, jurídicos, culturales, económicos, y también hereditarios con México.

Señoras y señores, el importante trabajo que hacen las delegaciones; que son las arterias de la Cancillería en el territorio nacional, debe ser cada vez mejor comunicado, tenemos que informar que hacemos, porque lo hacemos, y cuáles son los resultados de nuestro trabajo, vivimos en una época muy  bienvenida, en la que la sociedad está cada vez más informada, es más participativa y exige más de sus funcionarios.

El eje rector que debe permear en todos los análisis a lo largo de este encuentro y que debe guiar la acción que todos ustedes hagan en sus estados, es hacer la labor de la Cancillería; una forma de servicio público cada vez más cercana a las personas, se trata de encontrar y proyectar el valor social de la política exterior, que su impacto en la vida de los ciudadanos, sea cada vez más tangible, más medible, y más transformador.

Estar ahí para cuidar a nuestros ciudadanos, a nuestro paisanos, a nuestros migrantes; es una responsabilidad institucional, un privilegio personal y nuestro más grande orgullo como servidores públicos y como mexicanos.

Reciban en este espacio también, el reconocimiento del Presidente de la República; por su labor, por su compromiso, por su entrega, estoy muy segura de que a partir de los trabajos que aquí realicen; seremos cada vez mejores, cada vez más eficientes, y cada vez más cercanos a los mexicanos, mucho éxito y esperemos que el año que entra que nos reunamos aquí, podamos dar cuenta de ese avance transformador y de esta nueva cercanía, nuevamente muchas gracias y permítanme realizar la declaratoria oficial de la inauguración.

Bueno pues, siendo las diez cuarenta y cuatro del dieciséis de mayo, declaro formalmente inaugurada la Reunión Nacional de Delegados de la Secretaría de Relaciones Exteriores en su edición dos mil dieciséis, muchas gracias y nuevamente buenos días.