Embajador Sameeh Essa Johar Hayat, Embajador del Estado de Kuwait y Decano del Consejo de Embajadores Árabes, Senadora Margarita Flores, Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores para África del Senado de la República, señoras y señores representantes diplomáticos de Arabia Saudita, Argelia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Líbano, Libia, Marruecos, Palestina y Qatar, miembros del cuerpo diplomático acreditado en México, señores representantes del sector empresarial, particularmente a mí amigo Carlos Peralta agradecerle que estén con nosotros aquí, señoras, señores, bienvenidos todos a la Cancillería “Salam Aleikum” . 

Esta forma de saludar que en español se podría traducir como “la paz sea con ustedes”, es una de las más bellas y más universales que existen porque expresa un deseo con el que todos nos podemos identificar, y precisamente de eso se trata esta semana, de enfatizar los aspectos universales que hay en lo árabe, pese a la distancia geográfica, ni la cultura ni la presencia árabe son algo ajeno para México, todo lo contrario. 

En México la cultura árabe llegó primero, con la conquista proveniente de España y hoy, al menos desde el siglo XIX a través de distintas oleadas migratorias, México ha recibido a miles de personas provenientes del mundo árabe, quienes no solo encontraron en nuestro país un lugar para prosperar con sus familias, sino que llegaron para ser parte de su desarrollo, de su construcción en lo económico, en lo cultural, en lo filantrópico, en lo político. 

En México la cultura árabe florece en nuestra arquitectura, en nuestra gastronomía, el idioma, los nombres y para muchos mexicanos también está presente en su familia, en su genética, incluso sin que muchos de nosotros lo sepamos; quiero por ello reconocer al Consejo de Embajadores Árabes e Islámicos en México, al Senado de la República, a ProMéxico, a la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana y a la Universidad Nacional Autónoma de México, instituciones que han sumado esfuerzos con la Cancillería para organizar este evento en su segunda edición.  

La Semana Árabe da continuidad a un esfuerzo renovado y más amplio de México por acercarse a los países árabes. En enero pasado, el Presidente Enrique Peña Nieto, realizó una visita histórica a la península arábiga; se trató de la primera vez en más de 40 años en que un mandatario mexicano regresó a uno de los países de la región y para el caso de otros como el caso de los Emiratos Árabes Unidos o Qatar, sea la primera ocasión en que un Presidente de México los visitó. 

El interés por la región es lógico y natural para un país que como el nuestro instrumenta reformas estructurales de gran calidad. Los cuatro países visitados en esta gira, producen un tercio del petróleo mundial, concentran el 75 por ciento de las reservas probadas de petróleo y el 40 por ciento de las reservas de gas natural del mundo. 

Además cuentan con algunos de los fondos soberanos más grandes a nivel global, queda claro que en México, debía darle un nuevo impulso a nuestras relaciones y quiero agradecer nuevamente a través de los Embajadores aquí presentes, porque este interés, se probó, es un interés mutuo. 

Sin duda alguna nuestro entendimiento y diálogo político promete traducirse en oportunidades, en inversión, en prosperidad concreta, en beneficio de nuestros países. 

Y las bases para ello ya las tenemos, en la gira que encabezó el Presidente de la República a la Península Arábiga se firmaron más de 46 instrumentos jurídicos, mismos que van a impulsar la promoción del comercio bilateral, proyectos de inversión, de inversión productiva, proyectos de inversión en infraestructura, iniciativas de cooperaciones energéticas, educativa, (inaudible) y cultural y también impulsarán la conectividad aérea y la promoción turística. 

Ya estamos teniendo resultados claros, ejemplo, recientemente se ha brindado el primer taller sobre oportunidades de negocios y apoyos financieros para la Península Arábiga y en el que participaron más de 60 empresarios mexicanos, en sectores como el de alimentos, software, materiales para construcción, vehículos especiales, entre otros. 

También hemos llevado a cabo, visitas de alto nivel de Argelia, Egipto, Jordania, Líbano y Marruecos, recientemente abrimos tres nuevas oficinas de ProMéxico en Marruecos, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.

No obstante tenemos la convicción de que las relaciones a nivel de gobierno, por buenas que sean, no pueden ser suficientes, sino trabajamos también de manera conjunta en construir un mayor entendimiento entre nuestras sociedades, por eso esta semana, es una oportunidad para profundizar la cercanía con la cultura árabe y México, pero también para revitalizar nuestra presencia en esto países. 

Aunque sea un término más adecuado, que el acercamiento sea reencuentro, porque como ya dije antes la influencia árabe, está muy presente desde hace siglos en nuestro país. 

Y aquí tenemos un punto importante de coincidencia que vale la pena señalar, las comunidades de origen árabe alrededor del mundo al igual que la comunidad de origen mexicano en el mundo, aportan a los países que la reciben, su trabajo y su talento. De manera contundentemente mayoritaria, ofrecen su respeto a las leyes, su gratitud y su lealtad, no obstante esto a veces no se comunica, no se informan, ni se proyecta y en buena medida por ello hoy nos encontramos en diferentes países del mundo, en Europa o en Estados Unidos y en otras regiones.

El resurgimiento de expresiones intolerantes o discriminatorias que parten de generalizaciones y de estereotipos que no deben ser vigentes, la buena noticia, es que la desinformación puede remediarse con la información, que la ignorancia deliberada no supera la prueba ni el peso de la realidad.

Estas regiones se posicionan en el escenario internacional con el peso que tienen en gran parte por su riqueza cultural y las contribuciones socioeconómicas que les han dotado su (inaudible).

Lo Árabe y lo mexicano, suman y engrandecen a Europa y a Estados Unidos, engrandecen al mundo. Por eso, eventos como este son tan importantes y nos dan al pueblo Árabe y al pueblo mexicano una agenda común en esta lucha cultural contra la intolerancia, México al igual que el mundo Árabe han hecho un diálogo genuino entre civilizaciones y no pararemos de difundir las verdaderas contribuciones que culturas milenarias como las nuestras, continúan dotando a la sociedad global.

Señoras y señores el mundo contemporáneo, incluyendo los avances y logros del mundo occidental, no podría entenderse sin las aportaciones artísticas, científicas, literarias y éticas del mundo Árabe, por eso cuando nos acercamos a conocer la historia de los pueblos árabes, nos acercamos a conocer la historia de la humanidad.

Es con mucho entusiasmo que declaro entonces inaugurada la semana Árabe en México, en su edición 2016. Los invito a todos y todas ustedes a que vengan a aprender y a que se dejen sorprender.

Muchas gracias.