Canciller Claudia Ruiz Massieu: Muy buenos días tengan todas y todos ustedes, saludo con aprecio y reconocimiento a las, en este caso la mayoría, las distinguidas integrantes del presídium y por supuesto al Excelentísimo Embajador de Alemania en nuestro país, saludo igualmente a los Excelentísimos Embajadores de Guatemala, El Salvador y Honduras en nuestro país y a todas y todos ustedes, de verdad es importante su presencia en este evento, para atestiguar este importante momento, y sobre todo quiero reconocer el trabajo conjunto de todas y todos ustedes.

No sorprende que, por lo menos no me sorprende a mí que sea esta causa, la pensión precisamente, la causa de la pensión a los niños y niñas, adolecentes migrantes no acompañados, la que haya logrado convocar a una amplia alianza entre el Gobierno de la República, mediante la AMEXCID y la Secretaría de Desarrollo Social, los Gobiernos de Honduras, de Guatemala y El Salvador, la Agencia Internacional de Cooperación del Gobierno de Alemania, sumados a una iniciativa desde la sociedad civil “Save The Children”.

Y es que la migración es un camino; como aquí ya señalaba Vanesa; duro de recorrer, no sólo geográficamente sino en todos los aspectos que sean importantes para una persona, su familia, su país, su identidad, su cultura, sus aspiraciones y sus sueños.

Para México, la migración es un tema particularmente cercano, como lo es prácticamente para todos los países de Latino América y por cierto también los de América del Norte y los de otras regiones.

La migración es parte de nuestra historia fundacional como naciones, es parte de nuestro presente y sin duda va a ser uno de los factores definitorios para nuestro futuro, en este siglo XXI, en lo económico, en lo político, en lo identitario y desde luego, en lo social.

La migración muchas veces es vista como un problema que hay que administrar o como un tema esencialmente de procedimientos y trámites, este es un enfoque simplista que desestima su componente humano, las historias de superación, de valor, de arrojo, que construyen todos los días millones de migrantes en todos los rincones del mundo, pero que además ignora las causas de raíz que la generan.

Para entender los fenómenos migratorios de manera seria, se requiere desde luego de buenos diagnósticos, pero se requiere particularmente de sensibilidad social, para valorizar la contribución de la población migrante a los países no sólo de origen, sino de tránsito, de destino, y crecientemente de retorno.

Se requiere también de corresponsabilidad entre los distintos actores involucrados y se requiere inteligencia y trabajo, no muros ni retórica. Por eso este proyecto es tan importante, porque va al fondo del asunto, se trata de prevenir la migración, creando oportunidades.

Con mucha precisión, quienes me han antecedido en el uso de la palabra, ya han dibujado el panorama que enfrentamos; pero quisiera rescatar algunos datos que me parecen relevantes; en los últimos 2 años, la migración de niñas, niños y adolescentes no acompañados procedentes de los países del Triángulo Norte hacia Estados Unidos, se ha incrementado en más de 330 por ciento, tan sólo de octubre de 2015 a enero de 2016, este fenómeno creció más de 100 por ciento, respecto del año anterior.

Y el año pasado, el Gobierno de México repatrió a más de 14 mil niños, niñas y adolescentes no acompañados de Honduras, El Salvador y Guatemala.

Este reto, nos exige trabajar en soluciones de fondo, se trata de alinear nuestras acciones de  política pública con las necesidades y las expectativas, de los niños y adolescentes migrantes para generar los incentivos laborales, educativos, familiares y de seguridad que por un lado hagan que menos jóvenes decidan migrar y por el otro, que quienes ya están fuera, vean en su retorno posibilidades reales de encontrar una mejor vida en su país de origen.

Y en esta tarea cada instancia va a aportar desde donde más conoce, así la Secretaría de Desarrollo Social, brindará apoyo a los países del Triángulo Norte para que fortalezcan sus capacidades en la implementación de políticas públicas y programas sociales de inclusión, además apoyara en la elaboración de proyectos de inclusión laboral-productiva, el objetivo central de estos esfuerzos es romper los círculos de pobreza como decía Vanesa, sobre todo los círculos de pobreza intergeneracional en comunidades seleccionadas por cada uno de los países.

Por su parte, “Save The Children” será la entidad ejecutora de este proyecto en Centroamérica interviniendo de manera directa en las comunidades a fin de promover el arraigo y reforzar el sentido de pertenencia con acciones en escuelas y al seno de la familia. También impulsará cambios legislativos y operativos con el fin de que las rutas de tránsito migratorio sean más seguras.

Aprovecho para reconocer la labor de “Save The Children” en distintas partes del mundo, de manera especial en México donde trabaja desde 2009.

Finalmente el gobierno alemán se suma generosamente a este esfuerzo mediante su agenda de cooperación internacional, a esto respecto la firma de este proyecto no podría llegar en un mejor momento, lo señalaba el señor Embajador, pues estamos a días de que inicie la visita de Estado del Presidente de la República, el Presidente Enrique Peña Nieto a Alemania, como llevamos ya un resultado adelantado y como una muestra este proyecto, de que el dialogo político se puede y se debe traducir en acciones concretas, de que la diplomacia como una forma de servicio público genera soluciones tangibles para transformar y mejorar la vida de las personas.

En el espíritu de esta política exterior con valor social, hemos desarrollado un modelo de solidaridad con terceros países, a través de la cooperación triangular de la cual este proyecto es un claro ejemplo y que es, de hecho, el primero financiado por el Fondo Conjunto México-Alemania que aportará en dos años 500 mil euros.

También, el Gobierno de la República a través de la AMEXCID aportará un millón de dólares a lo largo de tres años y “Save The Children-México” contribuirá con un monto inicial de 55 mil dólares; mismos que se esperará aumentará conforme el proyecto avance.

Con este esfuerzo estimamos beneficiar directamente sólo en la etapa piloto, a seis mil sesenta y ocho personas, de las cuales el 90 por ciento son niños y jóvenes y hasta treinta mil más de forma indirecta.

Algo que seguramente llamará la atención de este proyecto y que estoy segura será la clave de su éxito, es que no es una iniciativa que se vaya a hacer desde el escritorio distante de la realidad, al contrario específicamente busca incorporar desde el diagnostico, hasta la ejecución y la evaluación a las comunidades, a los padres de familia, a los liderazgos locales, y  los actores que ya están trabajando en el terreno desde antes, y que conocen de cerca cuáles son las necesidades específicas.

Se trata por lo tanto de que el proyecto no sólo sea para la comunidad, sino que sea un proyecto desde la comunidad; para que las personas que habitan donde operará, ayuden a construirlo y se lo apropien.

Señoras y señores para nuestro país, Centroamérica ha tenido un valor fundamental, los países de esta región son nuestros vecinos, aliados, amigos y compañeros de viaje, no hay tema centroamericano que le pueda ser ajeno a México.

Históricamente México ha sido una fuerza propositiva en esta región, hemos tenido y sin duda queremos mantener un papel dinámico; la clave de la diplomacia mexicana es que hemos fundado esa centralidad y ese dinamismo en la cooperación y no en la imposición, porque nos gusta caminar ni adelante, ni atrás, sino al lado de nuestros aliados.

Hoy ratificamos esta vocación de cooperación y solidaridad internacional, que consagran nuestra constitución, que además refleja nuestra convicción nacional y que ha sido una instrucción permanente del Presidente Enrique Peña Nieto en la conducción de la política exterior mexicana, es un honor para mí atestiguar la firma de este proyecto, sean todos ustedes nuevamente bienvenidos a la Cancillería.