Por la Unidad de Política de Igualdad de Género.

La existencia de situaciones de violencia en el ámbito laboral es una realidad reconocida. Se manifiesta como abuso de poder, para doblegar la voluntad de otro/a mediante el empleo de la fuerza física, psicológica, económica y política.

Al igual que ocurre en otros tipos de violencia, la laboral afecta mayoritariamente a las mujeres, tanto a las que ocupan puestos de menor nivel, como a las que se encuentran en puestos jerárquicos superiores.

El problema guarda relación con los roles atribuidos a los hombres y a las mujeres en la vida social y económica, que afectan directa o indirectamente a las mujeres en el mercado de trabajo.

El hostigamiento y el acoso sexual y/o laboral agreden la dignidad de la persona y constituyen una expresión de discriminación de género y un obstáculo para el buen funcionamiento del quehacer institucional.

Estas conductas deben tratarse de manera directa a través de un modelo integral de estrategias y acciones que impulsen la prevención y atención de estas conductas.

En principio, se deben realizar acciones para prevenir que ésta problemática no se siga reproduciendo en el ámbito laboral. Por ello se diseñarán campañas para lograr un ambiente laboral sano en la Cancillería.

En segundo lugar, es importante brindar atención expedita, bajo un enfoque de igualdad género y de respeto a los derechos humanos, con el propósito de generar un ambiente libre de discriminación y de violencia en la Secretaría de Relaciones Exteriores.

A pesar de los avances, existe aún una brecha de género a reducir. El Programa para Igualdad entre Mujeres y Hombres de la Secretaría de Relaciones Exteriores 2015-2018 se dirige a este objetivo con estrategias y acciones específicas.

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