Cuando los españoles llegaron a México, ya existía una cocina sofisticada y compleja que se había ido forjando durante más de veinte siglos.

Con la Conquista, nuestra cocina siguió transformando gracias al arribo de nuevos ingredientes y nuevas técnicas, nuevos animales y sus derivados, como el cerdo y la manteca, la res y los lácteos, y el borrego, entre otros. Productos como el trigo y la caña de azúcar; especias como canela, pimienta y clavo; o como la lechuga, rábanos, habas, mango, limón, naranja, manzanas y membrillos; la flor de Jamaica, o el laurel y el tomillo.

La caña de azúcar y el trigo, ingredientes traídos por Hernán Cortes, dieron origen a la extraordinaria panadería mexicana, y las frutas se transformaron en la hermosa dulcería, ates, jaleas y frutos cristalizados.

La carne de conejo, antes tan común, se sustituyó por la de cerdo y nuestros chiles se rellenaron con carne de res o con queso.

GORTARI, Yuri.- La Cocina Mexicana, historia milenaria. Ven A Comer.

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