No podemos ir hacia atrás. Se puede construir sobre lo que tenemos para adecuarlo al siglo XXI y asegurar que nuestros empresarios tengan un instrumento acorde a sus negocios actuales. La mejor manera para actualizar el TLCAN sin necesidad de reabrirlo a una nueva negociación es el TPP, del cual son parte los tres socios norteamericanos y en el que han exigido estándares más altos que implícitamente actualizarán el TLCAN.