En sintonía con la Asamblea General de la ONU, celebramos hoy el Día Internacional para la Tolerancia.

El 12 de diciembre de 1996, la Asamblea  General de las Naciones Unidas invitó a los Estados Miembros a celebrar el 16 de noviembre de cada año el Día Internacional para la Tolerancia con actividades dirigidas tanto a los centros de enseñanza como al público en general.

En el documento Final de la Cumbre Mundial 2005, los Jefes de Estado y de Gobierno reafirmaron su compromiso de fomentar el bienestar, la libertad y el progreso de los seres humanos en todas partes, así como de alentar la tolerancia, el respeto, el diálogo y la cooperación entre diferentes culturas, civilizaciones y pueblos. La Declaración de Principios sobre la Tolerancia, que adoptaron los países miembros de la UNESCO el 16 de noviembre de 1995 afirma, entre otras cosas, que la tolerancia reconoce los derechos humanos universales y la diversidad de los pueblos. La tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación y la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. La tolerancia consiste en la armonía en la diferencia. No sólo es un deber mora, sino además una exigencia política y jurídica.

La tolerancia, la virtud que hace posible la paz, contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de la paz.

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