Debido a su alta disponibilidad, relativo bajo costo y su tradición cultural que impulsa y preserva la identidad alimentaria en México, el cultivo del frijol es uno de los pilares de la cultura gastronómica milenaria que se mantiene dentro de la canasta básica como producto indispensable para completar un cuadro de nutrición elemental para la población mexicana.

Es importante mencionar también que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) cataloga al frijol y otras legumbres como fundamentales para la seguridad alimentaria de una nación; por ello es importante destacar aspectos de la producción de este cultivo en nuestro país:

/cms/uploads/image/file/291652/Frijol_canario.jpeg

Datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) revelan que al mes de mayo de 2017 se tienen sembradas 335,093 hectáreas de esta leguminosa y una producción de 278 mil toneladas para el año agrícola 2017.

El ciclo activo es otoño-invierno (O-I), con una superficie sembrada de 248,583 hectáreas y 278 mil toneladas obtenidas a mayo, restando por cosechar 18,661 hectáreas. Para el caso del ciclo primavera-verano (P-V) las siembras aún son incipientes, mismas que concluirán en septiembre, y se registran a mayo 5.8% de la intención de siembra.

/cms/uploads/image/file/291653/frijol1.JPG

De cumplirse la intención de siembra de frijol para el ciclo P-V 2017, se espera que para el año agrícola 2017 se siembren 1.7 millones de hectáreas en total; es decir, 6.2% más que lo sembrado en 2016.

El principal ciclo productivo del frijol es P-V, concentrándose más de 86% de la superficie sembrada. En los últimos cinco años, se ha obtenido en promedio 0.64 ton/ha, esto debido a que 95% de lo sembrado es bajo temporal.

/cms/uploads/image/file/291654/frijoles_charros.jpg

Le invitamos a que consulte los siguientes enlaces para conocer más acerca de este cultivo:

Boletín mensual de avances de la producción del frijol

Anuario Estadístico de la Producción Agrícola

Monografía Frijol