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Palabras del Secretario de Hacienda, durante la vigésimo octava edición del Congreso Mexicano de la Industria de la Construcción

Secretaría de Hacienda y Crédito Público | 11 de marzo de 2015
Muchas gracias, muy buenos días. Es para mí un privilegio estar en esta 28va. Edición del Congreso Mexicano de la Industria de la Construcción que organiza la Cámara Mexicana de la Industria.
Saludo en primer lugar al Presidente de esta Cámara, a Luis Zárate, y aprovecho la ocasión, Luis, para agradecerte y reconocer el extraordinario trabajo, tu liderazgo, que has hecho de esta Cámara que tiene (…) para la economía y la construcción, sino para la vida social del país un verdadero instrumento muy constructivo, muy positivo para el cambio en México, muchas felicidades y enhorabuena.
Saludo también con mucho gusto Gustavo Arballo, el presidente entrante de la Cámara, Gustavo, mucho éxito y estamos puestos, listos para entrar de la mano contigo y con la nueva mesa directiva para seguir haciendo equipo por México.
Saludo de manera especial a quienes tengo el honor que me acompañen en este panel, al presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo muchas gracias y a Luis Robles, presidente de la Asociación de Bancos de México, muchas gracias.
Quiero de manera especial saludar a los señores expresidentes de la Cámara, quienes aquí manifiesto muchos de ustedes con un reconocimiento especial, gracias por estar aquí y, por supuesto, saludo a los representantes de la Industria de la Construcción de todo el país que hoy se congregan en este trascendente congreso de distintas empresas de todas las regiones, de todos los tamaños, que hoy están aquí siendo parte de este importantísimo, fundamental sector para el crecimiento económico y la creación de bienestar.
Quiero ocupar esta oportunidad de platicar con ustedes, en primer lugar, a hacer unos comentarios sobre el contexto macroeconómico que está enfrentando nuestro país, y particularmente, el entorno internacional que en este 2015 estamos enfrentando y cómo estamos los mexicanos haciendo, tomando medidas para hacer frente a este entorno y preservar nuestras buenas perspectivas de crecimiento económico.
Creo que hay dos hechos notables que destacan en la evolución económica del mundo en las últimas semanas y que, sin duda, marcan lo que son las perspectivas para los próximos meses. Por un lado la divergencia de la política monetaria de las economías desarrolladas y, por otro lado, la abrupta caída del precio del petróleo.
Con respecto a la divergencia de política monetaria, ¿a qué me refiero? Pocas veces en la historia se dan momentos en los cuales la autoridad monetaria de los principales economías del mundo va caminando en dirección contraria a la otra. En Estados Unidos, donde le economía muestra claras señales de recuperación, es la autoridad monetaria, en este caso la Reserva Federal, terminó ya su programa de cuentas de activos del año pasado y se perfila a que en los próximos meses, nadie sabe exactamente cuándo, pero se anticipa que en los próximos meses iniciará un ciclo de alzas en las tasas de interés y esto se da en contraste y
en sentido contrario de lo que está ocurriendo prácticamente en el resto del mundo, que ustedes ven, la política monetaria en Japón, en China y de manera muy destacada en Europa, es una política que va en el sentido opuesto; es decir, hacia una expansión monetaria, hacia un relajamiento de las condiciones monetarias, por lo tanto se anticipa que, esta tendencia habrá de continuar, y, por lo tanto, hay un rebalanceo en los flujos de capital en todo el mundo, estamos viendo cómo los activos denominados en otras monedas están migrando hacia activos denominados en dólares y esto lo que ha generado es una apreciación muy importante de la moneda de los Estados Unidos frente al resto de las monedas en el mundo, el caso más emblemático es el euro, que recordarán ustedes que llegó a estar cotizando alrededor de uno y medio dólares por euro hace apenas cinco años, hace un año era 1.30, y hoy en día está a 1.06, y con una tendencia de apreciación del dólar frente al euro y lo mismo ha ocurrido con el yen y, particularmente, con las monedas emergentes.
De hecho en lo que va del año, el euro tiene una depreciación ya de 12% frente al dólar, el real brasileño tiene una depreciación del 15% frente al dólar, el peso colombiano presenta una depreciación del 8%, el dólar canadiense incluso que llegó a estar a la par del dólar se ha depreciado casi 10% frente al dólar.
¿Qué le ha pasado al peso mexicano? El peso mexicano ha sido parte de esta tendencia en menor medida que otras monedas; en lo que va del año tenemos una depreciación de la moneda mexicana del 4.5%, ya con las cifras de hace unos minutos.
Es decir, estamos viendo cómo se está depreciando el peso frente al dólar en un contexto que lo están haciendo todas las demás monedas, pero en menor medida que el resto de las monedas. Esto, por cierto, implica, y es un dato que no estamos acostumbrados a analizar, esto implica que el peso se ha fortalecido frente al euro, frente al dólar canadiense, frente al real brasileño, frente al peso colombiano, por poner algunos ejemplos. Sin embargo, es un hecho que la apreciación del dólar y depreciación del peso frente a la moneda de nuestro principal socio comercial con quien hacemos más del 80% del comercio exterior es un fenómeno relevante para el entorno macroeconómico de nuestro país, y por ello, desde finales del año pasado la autoridad cambiaria, que es integrada por la Comisión de Cambios, son, la mitad de los miembros son del Banco de México, la otra mitad es de la Secretaría de Hacienda, el Secretario de Hacienda tiene la responsabilidad de presidir esta Comisión, ha tomado medidas para asegurar que el mercado del peso mexicano funcione con orden y con liquidez.
En diciembre, a principios de diciembre anunciamos un mecanismo de subastas condicionadas, que se ha activado en un par de ocasiones desde entonces, y el día de ayer anunciamos una decisión de la Comisión de Cambios para reducir el ritmo de acumulación de reservas internacionales. México tiene un nivel histórico de reservas internacionales, alrededor de 194 mil millones de pesos y a éstas debemos sumar una línea de crédito flexible que tenemos renovada el año pasará con el Fondo Monetario Internacional por cerca de 70 mil millones de dólares; es decir, tenemos una liquidez sin precedentes para enfrentar una condición como ésta.
La decisión que se tomó el día de ayer y fue anunciada temprano por la mañana, fue poner un mecanismo, establecer un mecanismo de subastas diarias por el monto equivalente a lo que esperamos acumular de reservas, que esperaríamos acumular de reservas durante
estos siguientes tres meses; es decir, la decisión que se tomó es que vamos a reducir el ritmo de acumulación de reservas, dar mayor liquidez al mercado cambiario y de inmediato vimos una primera respuesta del mercado el día de ayer.
Lo que les puedo asegurar es que la autoridad en materia financiera, por supuesto, el Banco de México, la Secretaría de Hacienda, estaremos actuando de manera oportuna, estaremos muy atentos al comportamiento diario del mercado por el peso mexicano para asegurar que siga funcionando de manera ordenada, con suficiente liquidez y es un hecho que este fenómeno se da al mismo tiempo, que otro muy importante para la economía mexicana, que es la disminución que fue acelerada, incluso, abrupta, del precio del petróleo crudo.
Como ustedes saben, durante los últimos años, hasta mediados del año pasado, el precio del petróleo, la mezcla mexicana de exportación había estado, nos tenía acostumbrados a estar en niveles de entre 90 y 100 dólares por barril; para este año anticipábamos una reducción, su presupuestó a un precio de 79 dólares por barril, pero las últimas semanas del año pasado y al inicio de este año hemos visto cómo se ha deteriorado de manera muy importante el valor del barril de petróleo.
Esta, permítanme hacer algunos calificativos, sobre esta disminución del precio del petróleo.
Primero, ha sido significativo, es decir, no estamos hablando de un evento menor. La cotización de la mezcla del crudo mexicano de exportación el día de hoy amanece alrededor de 45 dólares por barril, compárese esto contra el nivel presupuestado de 79 dólares por barril; es decir, es una disminución significativa.
Segundo, ha sido una disminución muy acelerada, ha sido una caída muy rápida en el precio del petróleo, pero hay que recordar que la Ley de Ingresos, cuando hacíamos todavía estos cálculos basados en los mercados de futuro, se aprobó en octubre del año pasado, a finales de octubre del año pasado, es decir, esta disminución ha ocurrido de manera acelerada.
Y tal vez lo más importante es que no es un evento que percibamos como pasajero, creemos que esta condición de un precio significativamente más bajo del petróleo crudo va a continuar y ante esta disyuntiva, que no fue generada en México, los mexicanos tenemos la obligación de reaccionar, particularmente el Gobierno Federal tiene la obligación de reaccionar para asegurar que esta condición externa, desfavorable, de menores ingresos que todo indica que habrá de continuar en 2016, incluso, puede continuar más allá del 2016, tengamos una estrategia para adaptarnos a esta nueva realidad.
Y cuando uno tiene menos ingresos, básicamente hay tres opciones: la primera, endeudarnos, y esa es una decisión que definitivamente no vamos a hacer. La decisión que tomó el Presidente de la República a principios de este año fue de que por ningún motivo la reducción y los ingresos este año y en los años por venir no será enfrentada, no será acomodada a través de una expansión en el déficit público.
Segundo, tampoco se va a enfrentar incrementando los impuestos, hay un compromiso muy claro del Presidente para no proponer a la Cámara de Diputados ni nuevos impuestos, ni incrementar las existentes, incluso para no disminuir ningún beneficio que hoy en día tengan distintos contribuyentes.
Por lo tanto, la opción que se escogió es la correcta, que es que sea el Gobierno Federal el que se apriete el cinturón; reducir el gasto público, particularmente el gasto corriente y de esta manera asegurar que los eventos que están ocurriendo en el exterior no se traduzcan en inestabilidad, y por el contrario, nos den condiciones de estabilidad para la macroeconomía y que esto se traduzca en estabilidad para la economía de las familias mexicanas, para la economía de las pequeñas y medianas empresas, y por supuesto, también de las empresas mayores.
Esta es una decisión que se toma, no porque tengamos hoy un problema en las finanzas públicas, se toma, al contrario, para prevenir que tengamos un problema en las finanzas públicas que pudiera traducirse en inestabilidad macroeconómica.
Para este año tenemos coberturas petroleras, se han tomado decisiones a tiempo que nos permiten generar a tiempo, nos dan espacio para tomar decisiones bien pensadas y bien ejecutadas. Para este año se ha hecho ya una reducción al gasto corriente, al gasto público, que se anunció a finales de enero y el reto importante es ¿qué vamos hacer en materia de gasto público en los años siguientes?
Y ahí el reto es muy claro, el gobierno mexicano, los tres niveles de gobierno, y particularmente, empezando por el Gobierno Federal, el año que entra tendremos que gastar menos pero tendremos que gastar mejor y esto implica que no podemos volver a tener lo que ha ocurrido en los últimos 15 años, que es un presupuesto estrictamente inercial, ¿a qué me refiero con un presupuesto inercial? Es un presupuesto que se hace tomando como base el del año anterior y se hace, le hacen en el margen algunos cambios, normalmente agregarle algunas cosas. Esta no puede ser la dinámica de Presupuesto 2016.
Por eso hemos anunciado, por instrucción del Presidente Enrique Peña Nieto, un presupuesto con una metodología de base cero para el año 2016, es un reto importante, es un reto importante porque significa atrevernos como Gobierno y como sociedad a revisar la estructura programática de presupuesto, el funcionamiento de las dependencias y estar dispuestos incluso a cancelar presupuestos programas o a reducir alcances de aquellos programas que no cumplen con su propósito, que son programas que no redistribuyen el ingreso o que no están debidamente evaluados.
Es el reto que tenemos hacia adelante pero quiero transmitirles la decisión clara y con convicción del Gobierno de la República para tomar las medidas que sean necesarias para preservar la estabilidad macroeconómica.
Los mexicanos aprendimos a lo largo de décadas el valor de la estabilidad, estabilidad que se construye con responsabilidad fiscal, con una política monetaria autónoma y creíble como la que todos los días ejecuta el Banco de México y, por supuesto, con acciones oportunas en el mercado cambiario y en los mercados financieros en general.
Si preservábamos las condiciones de estabilidad, estaremos preservando la oportunidad de crecimiento económico que hoy tenemos hacia adelante. Es cierto, el recorte, el ajuste al gasto público tendrá algún efecto en el margen sobre el crecimiento económico de este año, pero piensen ustedes cuál sería el efecto si incrementara el déficit, de poner en riesgo la confianza de los mercados y del mundo en el manejo de las finanzas públicas mexicanas. Esa historia ya la hemos vivido hace algunas décadas.
Por lo tanto, tenemos ahora la obligación de ser más eficientes, de ser más eficaces y para ello tenemos una gran oportunidad para que particularmente el Programa Nacional de Infraestructura tenga una mayor participación de la inversión privada y utilizar mecanismos como las asociaciones público-privadas.
Estamos ya trabajando con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción para revisar el Programa Nacional de Infraestructura y ver aquellos proyectos que habían sido originalmente pensados bajo el mecanismo tradicional de financiamiento con el gasto público en dónde pueden financiarse con una mayor participación privada a través de concesiones, a través de asociaciones público-privadas u otras figuras de asociación.
Esto es particularmente evidente en el rubro energético, acaba de estar con ustedes el Secretario de Energía -no entro en la materia energética, porque seguro la cubrió mucho mejor de lo que yo lo podría hacer- pero es un hecho que una parte importante de las actividades de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad no tienen ya condiciones presupuestales para hacer este año, habrán de sustituirse con nuevas figuras de participación del sector privado que ahora permite y prevé el cambio constitucional y la Reforma Energética.
Insisto, si preservamos la estabilidad y somos más eficientes en lo que hacemos podemos consolidar una tendencia de crecimiento.
Hoy en la mañana el Instituto Mexicano del Seguro Social publicó la creación de empleo en febrero de este año, continúa siendo una creación de empleo muy importante, la variación anual febrero a febrero es de 761 mil empleos, implica un crecimiento del 4.6%.
Hace unos días apenas la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales anunció que las ventas a tiendas iguales crecieron al 5.1% de febrero a febrero y las tiendas totales crecieron al 8.7%, y esto se da en un contexto en el que en febrero tenemos la cifra más baja que se haya registrado para un mes de febrero en materia de inflación, una cifra del 3.0%.
Esto quiere decir que la reactivación de la economía mexicana está en marcha y la estamos observando ya en las cifras específicas.
El sector de la construcción, sin lugar a dudas esta hoy encabezando la recuperación y esto es ante todo un reconocimiento a las y los empresarios de este importantísimo sector.
Durante los últimos siete meses consecutivos hemos tenido crecimientos positivos en la inversión fija bruta, tanto en la inversión fija bruta como en la producción industrial del sector de la construcción. Ayer se publicaba el informe sobre el crecimiento regional del último trimestre del año, publicado por Banco de México, es de destacarse que la construcción privada creció en todas la regiones del país, la región centro creció 24%, en el norte 16%, el sur 7.3% y centro-norte 7.4%.
Y con respecto al empleo, es de destacar que el empleo en el mes de febrero pasado creció a una tasa anual, el empleo formal en el sector de la construcción creció a una tasa del 11.6%, algo que no se observaba en más de ocho años desde octubre de 2006.
¿Qué le corresponde el Gobierno Federal en materia de impulso al sector de la construcción? Seguir trabajando como le hemos venido haciendo de la mano de ustedes, escuchando las necesidades concretas y reales de la industria de la construcción en las diferentes regiones del país.
Como bien decía Luis Zárate, una de las estrategias que hemos seguido es darle una mayor participación a la Banca de Desarrollo en el sector de la construcción. Efectivamente, ya 20% de los agremiados a esta Cámara tienen algún crédito de la Banca de Desarrollo, particularmente el Programa de Financiamiento de la Industria de la Construcción, que da créditos para las pequeñas empresas, créditos de hasta 15 millones de pesos, tanto para capital de trabajo como para activo fijo, ha tenido una muy buena respuesta y ha beneficiado a más de 3 mil pequeñas y medianas empresas de este sector.
Y continuamos desarrollando otros programas, otros productos con la Banca de Desarrollo, por ejemplo, el sistema de garantía para la empresa mediana o el sistema de garantía selectiva para los grandes proyectos de infraestructura.
Asimismo, además de Nacional Financiera, estamos desarrollando nuevos productos, por ejemplo, con Bancomext, para favorecer la internacionalización de las empresas constructoras mexicanas, y con Banobras para generar un producto que le dé mayor liquidez a las constructoras a través de Banobras en proyectos del sector público de los distintos órdenes de gobierno.
Seguimos trabajando también en materia tributaria, particularmente con la industria de la construcción, gracias a un planteamiento muy preciso, claro y convincente de la industria de la construcción, hemos hecho distintas modificaciones al marco tributario, particularmente en los servicios parciales de construcción y en las ventas a plazos.
Seguiremos, insisto, potenciando el uso de las asociaciones público-privadas, en este caso quiero destacar la participación de la Cámara en lo que ha sido las mejoras al reglamento correspondiente para dar mayor certidumbre a los contratos de asociación público-privada y ahora tenemos, insisto, que hacer un mejor uso y dar un mayor uso de esta figura, que es una figura de colaboración.
Y algo muy importante es seguir impulsando la aprobación de la Ley de Obras Públicas. La aprobación de esta iniciativa es una iniciativa presentada por el Presidente de la República en el otoño del año pasado, porque fue preparada realmente en un trabajo en equipo y con el liderazgo de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción. Y aquí quiero destacar y reconocer particularmente el trabajo de Luis Zárate, no tendríamos una iniciativa de la calidad que tenemos sin tu contribución, Luis, y de todo el equipo de la Cámara de la Construcción. Muchas gracias.
Por supuesto, nos sumamos al muy respetuoso exhorto ahora al Senado de la República, estamos seguros que conforme a la agenda, la muy amplia agenda de trabajo que tiene pronto estará dando trámite a esto que consideramos una muy positiva iniciativa en muchos sentidos, no solamente para darle mayor eficiencia al gasto público, mayor celeridad y certidumbre, sino también en materia de transparencia y rendición de cuentas.
Y finalmente permítanme referirme a un tema de la mayor importancia para el desarrollo nacional y, por supuesto, para el crecimiento económico, para la productividad, que es el fomento de la forma formalidad. Aquí hemos desarrollado distintas estrategias que se engloban en la estrategia “Crezcamos Juntos”, la cual tiene como propósito fundamental darle valor a la formalidad. El lema de la campaña de “Crezcamos Juntos” es “ser formal conviene”. Esto implica que la formalidad no solamente es el pago de impuestos, sino que la formalidad es acceder a beneficios tales como la seguridad social, la cobertura de salud, guarderías, crédito para la vivienda, crédito para los micronegocios.
Y aquí quiero destacar que la colaboración que hemos tenido de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción y de las empresas de la construcción ha sido notable y hoy en día la construcción mexicana es uno de los sectores que encabezan ya no solamente la estrategia y la promoción de la formalidad, sino ya en los hechos en las cifras vemos que en la construcción mexicana está creciendo la formalidad.
En los primeros dos años de gobierno, la tasa general de informalidad cayó 1.8%, es la primera vez en muchos años que vemos una reversión en la tendencia de formalidad.
Quiero destacar que si bien ésta es una de las industrias que por su naturaleza, por el carácter eventual de muchos de los trabajadores enfrenta una de las mayores problemáticas con respecto a la formalidad, esta industria también, insisto, es una de las que está encabezando los esfuerzos concretos haciendo equipo con ustedes. Seguiremos haciendo del combate a la informalidad, de la estrategia “Crezcamos Juntos” una de las grandes prioridades y estoy seguro, ahora con Gustavo a la cabeza, este será uno de los temas en los que seguiremos teniendo éxito por la importancia que tiene para el país.
Quiero nuevamente agradecer a todas y todos ustedes por su atención y por su tiempo, reiterar nuestra felicitación al equipo saliente que encabezó Luis Zárate, desearle el mayor de los éxitos al equipo entrante con Gustavo y agradezco de manera muy particular y reconozco el pronunciamiento al que aludió Luis Zárate respecto al cierre de filas, a la unidad en torno a las instituciones y en torno al bien de México.
Muchas gracias y muchas felicidades.

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