Ciudad de México, 9 de agosto de 2016

 

Muchísimas gracias.

Antes que nada agradecerle senadora Gómez del Campo, presidenta de la Tercera Comisión de la Comisión Permanente, la oportunidad de estar aquí con ustedes y poder revisar los distintos aspectos de la reforma energética y en particular de la evolución de precios y gasolinas, sobre los cuales se nos solicitó que viniéramos a esta reunión de trabajo.

Aprovecho también para saludar al Secretario de Energía, el Secretario Pedro Joaquín Coldwell; a los directores generales de Pemex y de CFE y, obviamente, a todas las legisladoras y legisladores presentes, así como a los distintos equipos de apoyo.

En mi presentación me voy a concentrar en, sobre todo, la determinación de precios en el mercado de combustibles, la determinación reciente de precios en el mercado de combustibles y cómo hemos estado observando la evolución reciente de los mismos.

Obviamente, un primer elemento que creo vale la pena revisar, ya algo anticipaba el Secretario Coldwell en su intervención, es cuál era el objetivo de la reforma y qué es lo que cambiamos en la reforma en el mercado de combustibles, donde de manera muy importante vale la pena destacar que antes de la reforma lo que teníamos era que en todos los elementos de la cadena de combustibles, la parte de importación, la parte de refinación, la parte de estaciones de servicio, transporte y almacenamientos, básicamente lo que teníamos era un monopolio estatal en buena medida en todos estos distintos elementos de la cadena.

¿Qué se busca con la reforma? Que pasemos de un modelo en un monopolio estatal a un modelo donde tengamos a distintos participantes, tengamos una inversión diversificada y que eso nos permita tener mejores condiciones desde el punto de vista de oferta de combustibles, desde el punto de vista de distintas marcas, distintos tipos de estaciones de servicio, distintos importadores.

¿En ese sentido qué es lo que la reforma propone desde el punto de vista de importación? Que tengamos una ley de importación, que de hecho estaba prevista para el primero de enero de 2017 pero que se adelanta a abril de este año; la producción que obviamente se abre también a participantes del sector privado; estaciones de servicio donde ya de hecho empezamos a tener algunas estaciones de servicio que no son franquiciatarias de Pemex. Obviamente estamos esperando que todos estos procesos se vayan acelerando hacia delante.

Y en la parte de transporte y almacenamiento ya el Secretario Coldwell anticipaba que ya empezamos a observar proyectos de inversión que son muy importantes en cuanto a infraestructura de terminales de almacenamiento y ductos de transporte, que son fundamentales para que podamos tener un mercado competitivo desde el punto de vista de gasolinas.

En materia de precios, obviamente esta lógica de movernos de un monopolio estatal, donde todo estaba determinado a fin de cuentas por las acciones de una sola empresa, el movernos hacia que tengamos multiplicidad de participantes implica que también pasamos de un modelo de precios 100 por ciento administrados, donde el Estado básicamente podía fijar de manera discrecional cuáles eran los precios de los combustibles, independientemente de lo que estuviera pasando, por ejemplo, en los mercados internacionales de combustibles, la lógica es que pasemos a un mercado de competencia donde los precios terminen determinados por oferta y demanda.

Un poquito, obviamente, eso era cómo teníamos la situación del mercado previo a la reforma, cuál es la lógica y cómo queremos que termine al final ya después como resultado de la reforma, pero obviamente tenemos que pasar por un proceso de transición. Un cambio tan profundo no puede estar ocurriendo de la noche a la mañana, sino que necesitamos establecer un proceso de transición ordenado.

En materia de precios ¿eso qué quiere decir? Que durante 2015 se cambia de un modelo de precio único a un modelo de precio máximo y, después, durante 2016 y 2017 se establece una transición dónde se busca que el precio máximo esté determinado por una fórmula que vamos a ver en un segundo, donde el precio se permita que se mueva acorde con esa fórmula y al interior de una banda que nos permita suavizar las fluctuaciones, pero con la lógica que durante 2016 y 2017 nos vayamos acercando a lo que vamos a terminar viendo en un mercado plenamente liberalizado, donde la lógica es que a partir del primero de enero de 2018 ya tengamos estos precios determinados puramente por el mercado.

Ya el Secretario había mencionado, ya platicamos del tema importaciones que de hecho se adelantaron, y cómo ya también se han venido dando los permisos de expendio al público para que podamos tener estaciones de servicio distintas a las franquiciatarias de Petróleos Mexicanos.

Pasando al detalle de la determinación de precios, ésta es la fórmula que se estableció para determinar la evolución de los precios máximos durante 2016 y 2017, es decir, durante estos dos años de transición, donde el precio máximo se va a estar determinando como el precio de referencia, ahí tomamos el precio de referencia internacional, básicamente las cotizaciones de los combustibles en la costa del Golfo convertidas a pesos, obviamente, y donde específicamente tomamos las cotizaciones de unleaded 87 para la Magna, unleaded 93 para la Premium, y también Diésel de ultra bajo azufre.

Entonces, son referencias muy específicas que se toman para el precio de referencia; ese precio de referencia se convierte a pesos y es el elemento principal dentro de la fórmula.

El segundo componente de la fórmula es un concepto de margen que considera la estructura de costos del sector para las actividades de suministro, que incluyen flete, merma, comercialización, transportes, ajustes de calidad y costos de manejo, donde para su determinación se tomó como referencia lo observado en Pemex y, finalmente, los impuestos, incluyendo de manera más relevante el IEPS y el IVA.

Aquí vale la pena enfatizar, y esto es muy importante, que tanto el margen como los impuestos ya están predeterminados desde el inicio del año; es decir, el incremento reciente que observamos en el precio de las gasolinas, y eso lo vamos a ver en un segundo, no se debe a un incremento en los impuestos, se debe básicamente a un ajuste en el precio de referencia.

Ahora, obviamente, se determinó esa fórmula, pero también se estableció que durante este periodo de transición, dado que obviamente en México nunca habíamos observado una fluctuación libre de los precios de las gasolinas, para evitar el que durante este periodo de transición pudiéramos estar observando fluctuaciones muy extremas, y para que poco a poco nos fuéramos familiarizando con las fluctuaciones en precios, se determina que durante 2016 sí se estará estableciendo y determinando el precio en base a esa fórmula, pero no podrán moverse más allá de una banda de precios, donde la banda de precios básicamente fue el precio observado el año pasado más/menos tres por ciento.

¿Eso qué quiere decir? Que la gasolina Magna se estará moviendo entre un rango de 13.98 máximo, 13.16 mínimo; Premium 14.81 a 13.95, y Diésel 14.63 a 13.77.

Si el resultado de la fórmula nos daba por arriba o por debajo de la banda, entonces lo que se establece es que se verá el mínimo o el máximo de la banda de precios.

Esto es lo que de hecho hemos observado durante el año como resultado de la aplicación de la fórmula junto con las bandas; ahí pueden ustedes ver el precio en diciembre de 2015 era de 13.57; aquí vale la pena recordar que de enero en adelante ese precio se mantuvo fijo durante 2015.

¿Y luego qué sucede? Ustedes seguramente recordarán, a finales de 2015 se observa una disminución importante en los precios del petróleo, obviamente eso afecta también a los precios de las gasolinas, y tenemos además una estacionalidad típica que se observa en los precios de las gasolinas en los Estados Unidos, que implica que comúnmente durante los meses de invierno y primavera tienden a observarse precios más bajos, ya después en el verano, normalmente cuando empieza la temporada de mayor utilización del automóvil por las vacaciones de verano, tendemos a observar incrementos estacionales en los precios de las gasolinas en los Estados Unidos. Eso es un poco lo que hemos observado ya también como resultado de la aplicación de la fórmula durante este año.

En enero vemos una disminución que se topa con la banda inferior de precios, llega al 13.16, por primera vez empezamos a reflejar en los precios, gracias a esta fórmula, el que los precios se empiezan a reflejar lo que va sucediendo con los precios internacionales de las referencias y, en ese sentido, observamos durante enero que el precio disminuye a la banda inferior, de hecho, el resultado de la fórmula era incluso ligeramente por debajo de la banda inferior, pero nos vamos a la banda inferior de precios.

Después se mantienen esos precios de referencia bajos, durante buena parte del año, y ya más recientemente en el verano, como resultado de la estacionalidad y también como resultado de cierta recuperación en los precios del petróleo, observamos incrementos tanto durante el mes de julio y el mes de agosto, donde esto es solamente para el caso de la Magna, pero es ejemplificativo, en el caso de la Magna terminamos en agosto dos centavos por debajo del nivel de la banda superior de precios.

Para el año en su conjunto, lo que estamos viendo es un precio promedio del orden de 13.29, reflejando tanto estos periodos de referencias internacionales bajas, como de referencias internacionales más altas. En el balance, lo que hemos visto en el año, han predominado las referencias internacionales bajas, y de ahí que observemos un precio que en promedio ha sido menor que el precio del año pasado.

¿Qué sucede específicamente en el mes de agosto versus, por ejemplo, lo que observamos en el mes de enero? Y aquí vale la pena también resaltar que dentro de la fórmula lo que nosotros hacemos es, tomamos en cuenta si los precios de referencia observados de los tres combustibles en la costa del Golfo de México, pero hacemos un rezago de un mes y no tomamos un día en específico, sino que es un promedio de precios y de tipo de cambio de varias semanas.

En ese sentido, lo que nosotros por ejemplo vemos en el mes de enero y en el mes de agosto, realmente corresponde a lo que estuvimos viendo durante los meses anteriores, debido al rezago de un mes ya que es un promedio de varias semanas.

Por eso estamos comparando lo que sucede con precios tanto del petróleo como de las gasolinas y que se observa del mes de diciembre de 2015 a julio de 2016. Un poquito considerando el precio que se utilizó para la determinación de los precios de enero, que nos llevaron al piso de la banda, y los precios del mes de julio que son los que nos llevan a casi el techo de la banda.

Un poco lo que vemos aquí es que esto es expresado en pesos. El precio del WT aumenta del orden de 34 por ciento del promedio observado en diciembre al promedio observado en julio; es decir, observamos un incremento significativo en la determinación de esos precios y, también, si vemos las referencias internacionales de la gasolina Magna, observamos también un incremento significativo del orden de un peso con cincuenta centavos.

Estos incrementos no se reflejan por completo dentro del precio de las gasolinas, debido a que tenemos estos pisos y estos techos que nos están suavizando frente a estos cambios que fueron más fuertes que la fluctuación que estamos observando al interior de las bandas.

Ahora, obviamente sí hay un elemento que es innegable, que es el tema de los impuestos pero, como mencionaba yo, los impuestos no se han movido, digamos, no ha habido una modificación y el impuesto no es lo que nos ha llevado al aumento en los precios de las gasolinas, por ejemplo de lo que observamos de junio a agosto, es básicamente la referencia internacional.

Incluso, de hecho, lo que sí nos sucede es que, una vez que llegamos al tope de la banda, al precio máximo, entonces de hecho el impuesto se empieza a reducir para acomodar mayores precios de referencia internacional. Eso no lo hemos visto para la Magna todavía, pero por ejemplo para el caso de la Premium que ya topó y ya tocó el techo de la banda, en el caso de la Premium de hecho el IEPS lejos de subir, el IEPS está ajustándose a la banda para que el precio se mantenga en el techo de la misma.

Pero obviamente sí tenemos un impuesto, estos impuestos en primer lugar obviamente la mayor parte de los países del mundo tienden a tener impuestos relevantes desde el punto de vista de los combustibles, obviamente se les llega a tratar como al resto de los bienes de la economía, pero también por razones de contaminación, por razones de progresividad y por razones de congestión, tienden a haber impuestos importantes a las gasolinas.

Las estructuras tienden a ser distintas, por ejemplo en los Estados Unidos no hay un impuesto federal como es el caso aquí; en Canadá sí o en algunos otros países del continente tienden a haber impuestos federales, en ese sentido Estados Unidos probablemente es la gran excepción. Y por tanto lo más limpio es probablemente ver que es lo que termina observándose para los precios y poder comparar en ese sentido si los precios en México, ya incluyendo los impuestos, nos sitúan en una situación de desventaja competitiva.

¿Aquí que estamos haciendo? Estamos comparando el precio observado en México, el precio determinado para la Magna en el mes de agosto, que convertido a dólares nos da a 75 centavos por litro, y lo estamos comparando con los precios internacionales de hace aproximadamente un mes, un mes y medio, ¿Por qué? Hay que recordar de nuevo que las referencias que utilizamos nosotros para nuestra fórmula, que nos llevan a esos 75 centavos, son los precios que observamos hace alrededor de un mes.

Por eso el comparativo relevante es, los precios internacionales que estábamos observando hace un mes, que son los que se comparan con los que utilizamos para la fórmula que nos da los precios de agosto.

Y en ese sentido podemos observar que si bien, por ejemplo, el precio en México sí es más elevado que el precio en Texas, que tiende a ser un estado donde no hay impuestos pero también donde obviamente hay ventajas logísticas muy importantes porque hay petróleo y hay refinerías ahí y por lo tanto no tenemos, por ejemplo, costos de transporte, nos comparamos por ejemplo con el estado de California donde sí hay costos de logística y hay impuestos, y vemos que el precio en México se ubica ligeramente por debajo.

Comparamos con Canadá, con países de Centroamérica (Costa Rica, Guatemala, República Dominicana) el precio en México está por debajo; con varios países de América del Sur (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay) también México se encuentra por debajo; obviamente estamos muy por debajo de distintos países europeos que tienen impuestos mucho más fuertes, aquí de hecho no aparece en el cuadro, pero si vale la pena resaltar que por ejemplo Noruega, que es un país altamente petrolero, tiene un precio de 1.70, es de los precios más altos del mundo, y finalmente si comparamos con Asia también observamos que en general los precios se ubican por arriba.

Si hiciéramos un promedio de todos los países del mundo para los cuales hay información disponible, de hecho ese promedio nos daría un precio promedio de alrededor de 95 centavos de dólar comparado con los 75 centavos que tenemos en México, entonces en ese sentido, incluso los precios en México se ubican por debajo del promedio global observado en este periodo.

¿Por qué es que tradicionalmente se ha llegado a manejar la lógica de los impuestos? Y yo creo que aquí hay dos elementos muy importantes que hay que tomar en cuenta: En México claramente durante mucho tiempo se mantuvo, no porque se quisiera tener una política explicita de subsidios, sino una política de suavización, pero eventualmente llevó a subsidios elevados y eso sí generó ciertas distorsiones, por ejemplo, en la composición del parque vehicular y en el consumo de combustibles. Y por ejemplo podemos comparar lo que se ve desde el punto de vista de consumo per cápita en México con muchos otros países, donde México claramente tiene un consumo per cápita de gasolinas superior a lo que vemos en Rusia, que es otro país petrolero, superior a lo que vemos en distintos países de Europa, que obviamente tienen niveles de ingreso per cápita superiores al nuestro, pero si comparamos con otros países de niveles de ingreso per cápita similar al nuestro de la región de América Latina, observamos que también el consumo per cápita se ubica sustancialmente por arriba.

Y finalmente vale la pena también enfatizar que, en general, cualquier tipo de impuesto y por ende, en contrario subsidio por el lado de los impuestos, dada la composición del consumo de combustibles, en general tienden a ser contribuciones de carácter sumamente progresivo. Aquí por ejemplo este es el consumo, el gasto en gasolinas por decil de ingreso, y lo que observamos nosotros es que el 72 por ciento del gasto en gasolinas se concentra en el 30 por ciento de los hogares de mayores ingresos; por el contrario, si viéramos el consumo del 50 por ciento de los hogares de menor ingreso de la población, estamos hablando que es poco más apenas del 10 por ciento. Es decir, una gran mayoría del gasto en gasolina, se concentra en los deciles superiores de la población, lo cual implica que cualquier impuesto será eminentemente progresivo, cualquier subsidio será eminentemente regresivo no. Eso simplemente ya como reflexiones finales.

Con eso terminaría mi intervención inicial, muchísimas gracias senadores y diputados.