Querétaro, Querétaro.

Muy buenas noches a todos.

En primer lugar saludo al Señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Licenciado  Enrique Peña Nieto; al Señor Gobernador del Estado de Querétaro, Francisco Domínguez Servién; al Señor Auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal Martínez; al Presidente de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados, Luis Maldonado Venegas; al Jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán; y desde luego a nuestros distinguidos visitantes, que nos acompañan en el presídium: a Don Aroldo Cedraz de Oliveira, Presidente del Tribunal de Cuentas de Unión de Brasil y Presidente de la Organización Latinoamericana y del Caribe de las Entidades Fiscalizadoras Superiores (OLACEFS), y a Doña Patricia Arriagada Villouta, quien es la Contralora en Chile y, además Secretaría Ejecutiva de esta organización, y por supuesto, a Don Rafael Castillo, Auditor del Estado de Querétaro.

Una bienvenida también muy cálida a todos quienes nos visitan por parte de la Organización Latinoamericana y del Caribe de las Entidades Fiscalizadoras Superiores, así como a integrantes de las distintas Contralorías, tanto a nivel federal como de la República.

Estar aquí, en el Teatro de la República y en Querétaro, no sólo es un motivo de satisfacción, sino conlleva una responsabilidad fundamental: la responsabilidad de honrar el Estado de Derecho que aquí tuvo sus raíces contemporáneas para México con la promulgación de la Constitución de 1917.  

Y hoy en día, honrar el Estado de Derecho en el mundo contemporáneo implica poner en alto un valor fundamental dentro del Estado: el valor de la rendición de cuentas.

En ese sentido, rendir cuentas es honrar el Estado de Derecho y es honrar también la Historia de casi cien años de nuestro país en nuestra materia constitucional.

El día de hoy, la inauguración de la XXV Asamblea Ordinaria la Organización Latinoamericana y del Caribe de las Entidades Fiscalizadoras Superiores se da en el marco de dos políticas fundamentales que el Presidente Enrique Peña Nieto ha encabezado: por un lado, impulsar el México con responsabilidad global, y por otro, generar las reformas necesarias para transformar el país, entre ellas la de la creación del Sistema Nacional Anticorrupción. Ambas políticas de Estado confluyen simbólicamente en este evento.  

Hablar de responsabilidad global implica el valor de compartir con nuestros hermanos, en este caso de América Latina y el Caribe, en un tema muy sensible para la ciudadanía, como es el de la rendición cuentas.

Hoy en día, la sociedad global exige de cooperación y exige de poder intercambiar las mejores prácticas en las políticas que nos interesan, y como es en el evento de esta semana, la rendición de cuentas y la fiscalización.

Por otra parte, las reformas impulsadas por el Presidente de la República, y que fueron acordadas en el Congreso, cerraron con la aprobación en nuestra Constitución de instituciones nuevas que conforman el Sistema Nacional Anticorrupción, en el cual sobresale un espacio de diálogo entre ciudadanos y distintas instituciones. Dos de ellas, tienen la responsabilidad de seguir paso a paso el destino del gasto de las instituciones de la República. Por un lado, la propia Auditoría Superior de la Federación y por otro, la Secretaría de la Función Pública.

Ambas instituciones, consideradas en el Sistema Nacional Anticorrupción de la reforma, tendrán la responsabilidad de aprender de las mejores prácticas, y, particularmente, con relación a este evento, de dos instrumentos fundamentales: por un lado, el desarrollo tecnológico para poder tener la rendición de cuentas permanente, día a día, incluso, para poder vigilar y explorar la secuencia de la toma de decisiones.

Pero por otro, la inminente participación ciudadana en la rendición de cuentas, para conformar lo que hemos denominado los Gobiernos Abiertos, y la condición necesaria para entender de manera óptima la participación ciudadana es precisamente entendiendo cómo en otras regiones y latitudes, especialmente de las que nos hermanan, han podido realizar y combinar ambas prácticas.

Así pues, combinar tecnología con participación ciudadana, conlleva a honrar los principios constitucionales y los principios universales de la rendición de cuentas: honradez, eficiencia e imparcialidad.

Así pues, hoy en día, México ratifica en este marco su responsabilidad global de compartir a favor de los ciudadanos de México y de la región la reforma específica que nos va a llevar a seguir mejorando paulatinamente el tema de la rendición de cuentas, condición necesaria para poder honrar los Gobiernos Abiertos del Siglo XXI.

Muy bienvenidos y muchas gracias.