Muy buenos días a todas y a todos ustedes.

Saludo con mucho gusto al señor gobernador del estado de Michoacán, a Silvano Aureoles.


Mi amigo, el señor gobernador, a quien desde aquí hago un reconocimiento público su eficacia y su entrega en construir de Michoacán un estado con una educación de calidad. Muchas gracias señor gobernador. Gracias por el apoyo y todo mi reconocimiento a esa labor, porque usted sabe, porque así lo vivió, así lo experimentó, que la educación tiene un poder muy especial. El poder de cambiar y de transformar a la gente y es lo que usted está haciendo en Michoacán. Felicidades y gracias por todo su apoyo.

Saludo también con mucho gusto a los representantes de los poderes del estado de Michoacán, al presidente del Tribunal de Justicia,  muchas gracias magistrado por esta invitación y acompañarnos.

Al presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado,  muchas gracias. Al señor presidente municipal, muchas gracias por la bienvenida que nos ha dado el día de hoy aquí.

Al señor diputado federal, a los legisladores locales y federales que nos acompañan, a las magistradas y a los magistrados, al señor rector de la universidad por supuesto, un gusto saludarlo.

Transmito a través de usted teniente coronel mi saludo a las fuerzas armadas. Y por supuesto, a todos los secretarios y funcionarios del estado de Michoacán que nos acompañan el día de hoy.

Les decía que para mí es un honor el haber recibido la invitación para estar hoy aquí con ustedes en la cuna de la justicia en nuestro país: en Ario de Rosales, a todos ustedes y a los michoacanos por esta invitación y por darme esta bienvenida.

Hoy sin duda, es un día muy particular, estamos aquí como decía  en la cuna de la justicia, de la justicia de nuestro país, celebrando más de 200 años del primer Tribunal Supremo de Justicia.

En 1811 cuando Miguel Hidalgo fue asesinado, José María Morelos y Pavón toma el liderazgo de la lucha insurgente. Y lo hace con una convicción muy clara. La convicción de que si la nación por la que estaban luchando. Que si la nación que iban a ser como libre e independiente quería como él lo decía, que tuviera como objetivo moderar la opulencia y moderar la indigencia.

Que tuviera como objetivo como también lo dijo él que la educación llegara a todos, incluyendo al hijo del labrador. Y que todo aquel que así lo reclamara tuviera un tribunal que lo escuchara, esa nueva nación.

Esa nación que estaban haciendo, no podía ser nación de un caudillo o no podía estar a merced de los intereses o de las ocurrencias de un iluminado.

Morelos que se nombró a sí mismo como Siervo de la Nación tenía claro que si esos eran los objetivos de la nación que estaban haciendo, tenía que ser un país de instituciones.

Y es por eso que una de las primeras acciones que toma como líder del movimiento insurgente es convocar a una Constitución. El primer constituyente de nuestro país para darle rumbo a la nación que estaba surgiendo a través de las instituciones y a través del servicio a la patria. Y no a través del autoritarismo, la ocurrencia o el mesianismo.

Y es precisamente de esa Constitución, precisamente de esa Constitución que surge el primer Tribunal de Justicia aquí en Ario de Rosales, por lo que se vuelve fundamental porque a partir del surgimiento de ese primer tribunal inicia en nuestro país un largo recorrido de más de 200 años de buscar la justicia entre los mexicanos.

Y a lo largo de estos 200 años nuestro país ha cambiado y se ha transformado de muchas maneras, pero también ha tenido muchas continuidades que son fundamentales.

Este primer Tribunal de Justicia hoy tiene en la Suprema Corte de Justicia de nuestra nación y en los tribunales, tanto locales como federales de nuestro país, a sus herederos, quienes hoy cumplen una labor fundamental.

Nuestra Suprema Corte de Justicia cumple con la labor fundamental de darle equilibrio a nuestra democracia, de hacer valer nuestra democracia, de vigilar que la división de poderes que es fundamental para la garantía de las libertades del progreso de nuestro país se lleve a cabo y se realice.

La labor que jueces y magistrados realizan es fundamental para que tengamos un país libre, un país soberano, un país con justicia, un país que pueda ser exitoso y un país que pueda enfrentar a quien sea, sin importar su poder o su amenaza.

Y es precisamente en esas continuidades institucionales en donde también se inscribe lo más valioso que tenemos hoy los mexicanos: la educación.

Fue precisamente también hace 100 años con el surgimiento de la Constitución de 1917, que se establece el principio de que en nuestro país la educación sería laica, gratuita y obligatoria. Y en estos 100 años el país ha cambiado mucho y la educación también ha cambiado mucho.

Pero también ha sido una continuidad que la guía en materia educativa en nuestra nación, sigue siendo el tener una educación pública, laica y obligatoria. En los primeros 100 años de esta construcción educativa, el objetivo era poder dar la oferta que se requería en nuestro país.

Hace 100 años, cuando se aprobó el Artículo Tercero de la Constitución de nuestro país, con una población no mayor a los 15 millones de habitantes, en México más del 70 por ciento de la población era analfabeta y menos del 30 por ciento de los niños y de las niñas iba a la escuela.

Por eso, la primera misión del sistema educativo era lograr que la educación llegará a cada rincón del país, que en cada rincón del país hubiera una escuela y hubiera un maestro.  Y el objetivo era acabar con el analfabetismo.

Hoy, a 100 años de distancia, en un país de 120 millones de habitantes, hoy México tiene uno de los cinco sistemas educativos más grandes del mundo, con 34 millones de alumnos, más de dos millones de maestros y más de 260 mil planteles educativos.

Hoy existe cobertura universal de primaria, prácticamente universal de secundaria. La cobertura de la Educación Media Superior es más del 80 por ciento y la universitaria del 36 por ciento. Hoy el analfabetismo es únicamente del 5 por ciento.

Siguiendo la continuidad del Artículo Tercero, nuestro país tuvo un gran éxito en el siglo XX, en cobertura educativa, así como erradicar el analfabetismo.

Hoy, el reto en el siglo XXI, manteniendo el objetivo de tener una educación pública, laica y gratuita, es como lo dice el Artículo Tercero, después de la Reforma Educativa, es tener una educación de calidad.

¿Y porque es tan importante tener una educación de calidad? Porque los sueños que hoy tienen la mayoría de las niñas y los niños de México, los sueños, las ilusiones, a lo que aspiran a lo que quieren ser de grandes, depende que hoy tengan una educación de calidad y que le dé las armas, los conocimientos y las habilidades para que esos sueños no queden truncos y se vuelvan una realidad.

Una educación de calidad es tan importante porque es la tranquilidad de las mamás y de los papás de México. Porque sabrán que con una educación de calidad esos sueños de sus hijos, esas ilusiones, se podrán conseguir y podrán tener una buena vida con un buen empleo.

Tener una educación de calidad es fundamental porque es la única manera en que México pueda ser un país exitoso en el siglo XXI. Un país en donde los mexicanos y México como nación, podamos competir con quien sea y en donde sea y poder triunfar.

Una educación de calidad es fundamental, porque es la única manera de enfrentar absolutamente todas las adversidades que se nos presenten, incluyendo los deseos del hombre más poderoso del mundo.

Si México tiene esa educación de calidad, nadie, absolutamente nadie, ni el hombre más poderoso del mundo, podrá frenar el éxito, el camino y la historia que tenga México en el siglo XXI.

Y es por eso que desde aquí, desde Ario de Rosales, la cuna de la justicia de nuestra nación, en donde me siento muy honrado de que me hayan hecho esta importantísima invitación, desde esta tierra maravillosa que es Michoacán, les digo que trabajemos juntos por lo más valioso, los niños y las niñas.

Ellos son primero y por eso tener una educación de calidad que nos permita enfrentar cualquier amenaza, tanto interna, como externa, es la manera como México va a poder triunfar en el siglo XXI. Y es por lo mismo que lo que hemos avanzando, lo que hemos ganado, no puede perderse por el capricho de una persona.

Tenemos que continuar juntos, todas las instituciones, todos los colores, todos los partidos que creemos en la democracia, que creemos en la libertad, que creemos en la soberanía de México y que por lo mismo estamos convencidos de que una educación de calidad es donde en el siglo XXI va a residir nuestra soberanía y nuestro éxito, tenemos que unirnos frente a todos para que México tenga un futuro brillante en el siglo XXI.

Muchas gracias por recibirme en este extraordinario lugar. Muchas gracias a todas las michoacanas y michoacanos y muchas gracias señor gobernador por su trabajo, su apoyo y su solidaridad a favor de las niñas y de los niños.

Muchas gracias a todos.