Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.

Señor gobernador, muchas gracias por esta invitación, permitirnos estar aquí e iniciar una relación profunda de trabajo a favor de la educación de Veracruz y de México. Muchas gracias, señor gobernador.

Saludo a los representantes de los poderes de los estados de Veracruz. A la presidenta de la mesa directiva, diputada muchas gracias.

Señor magistrado, muchas gracias por estar aquí. A los representantes de nuestras fuerzas armadas; general, muchas gracias; capitán.

A los legisladores  federales y locales que nos acompañan el día de hoy, les agradezco que estén aquí con nosotros.

A funcionarios estatales, federales, quienes nos acompañan.

A todos, muchas gracias por estar hoy aquí con nosotros.

El día de hoy me da mucho gusto estar aquí en Xalapa, de estar aquí en Veracruz. Un estado entrañable, al que todos los mexicanos queremos y apreciamos, y que en lo particular quiero mucho, mi abuelo era jalapeño y siempre el recuerdo de mi abuelo me trae a Veracruz, por lo cual estar aquí con ustedes es para mí, en lo personal, muy importante.

Y además estar en una fecha como hoy, en la que la que lo que  hacemos es celebrar a nuestra Constitución, cumpliendo una instrucción del presidente de la República de poder llevar  a todos los estados del país esta obra facsimilar del original de la Constitución de 1917.

Lo que estamos haciendo es la mejor manera de honrar y de festejar a nuestra Constitución, más allá de grandes festejos que en la situación en que estamos actualmente, no tiene caso ni sentido, sino la reflexión profunda de lo que significa y ha significado nuestra constitución en estos 100 años.

Y por eso hoy, al traer este facsimilar, lo que estamos celebrando y festejando, como lo decía hace un momento el señor gobernador, es dentro de la pluralidad, la unidad de México.

Nuestra Constitución representa nuestra diversidad, pero nuestra diversidad organizada y ordenada bajo los principales principios que nos dan fuerza y unidad. Y estamos celebrando también a una Constitución que es la más longeva de Iberoamérica.

Ninguna otra Constitución en toda  Latinoamérica ni en España, ni en Portugal, ha tenido tanto tiempo de duración. Y no solamente es una de las constituciones más longevas de Iberoamérica, sino lo es también una de las constituciones más longevas del mundo.

Y eso nos habla de 100 años de una gran estabilidad política en México, y nos habla de 100 años de una Constitución que ha sabido encabezar y encauzar la diversidad y los retos de una nación. Una Constitución que ha sabido reformar e incorporar a su letra la realidad del país, pero que también a través de sus cambios y de sus transformaciones, ha modificado la realidad de nuestro país.

Y por eso ha sido tan longeva esta Constitución,  y es un ejemplo para toda Iberoamérica.

Una Constitución capaz de mantener los principios centrales que le dieron luz a esta Constitución en 1917, pero que también ha tenido capacidad de transformarse para cambiar la realidad del país y para adaptar la realidad del país a nuestro marco de unidad, que es la Constitución.

A 100 años de distancia, esta Constitución tiene grandes continuidades que nos dan, reitero, unidad y sentido como nación. Mantenemos el principio de ser una República democrática, organizada de manera federal, mantenemos el principio de la división de poderes.

Mantenemos el principio de que la propiedad originaria del territorio recae en la nación.

Conservamos los principios generales que guiaron la reforma del Artículo 123, del que ahorita hacía mención el señor gobernador.

Y posiblemente una de las continuidades más importantes de esta Constitución es que durante 100 años, la guía para tener educación en nuestro país ha sido el Artículo 3.

Los principios de tener una educación laica, gratuita y obligatoria son de 1917 hasta el momento, los principios que han guiado la conducción del sistema educativo de nuestro país.

El reconocimiento de que la base del desarrollo se da a través de la educación pública.

Educación pública que conduce el Estado y que tiene la obligación de impartir una educación laica, gratuita y ahora como fue la última reforma del Artículo 3  de calidad, son los principios o es posiblemente el principal principio que nos unifica a todos los mexicanos.

Y esa continuidad de esa visión educativa, sin duda, ha tenido cambios y transformaciones, pero siempre con ese hilo conductor.

Y a partir de ese momento, desde que llegó el Artículo 3 en 1917. México guiado por este artículo, ha logrado grandes éxitos en materia educativa.

Cuando se aprobó la Constitución de 1917 en un país que apenas superaba los 15 millones de habitantes. Más del 70 por ciento de la población era analfabeta y únicamente el 30 por ciento de las niñas y  de los niños asistía a la escuela.

A 100 años de distancia de este Artículo 3,  hoy México tiene uno de los cinco sistemas educativos públicos más grandes del mundo con 34 millones de alumnos, más de dos millones de  maestros y más de 230 mil espacios y planteles educativos en todo el país.

Hoy el analfabetismo es únicamente del cinco por ciento, en una población de más de 120 millones de habitantes.

Hoy la cobertura de educación básica de primaria y de secundaria es universal. Y la cobertura de educación media superior ha alcanzado el 80 por ciento y 36 por ciento la cobertura de  educación superior.

Guiados por el principio del Artículo 3 en el siglo XX se logró lo que parecía una utopía, que en cada rincón del país hubiera una escuela y hubiera un  maestro.

Y hoy a 100 años de distancia y en los inicios del siglo XXI, hoy el reto es la calidad.

En el siglo XX era la cobertura y abatir el analfabetismo y se logró. Hoy el reto es el que esa educación, el que ese gran sistema educativo que hemos construido entre todos sea de más de calidad.

Y es por eso que en la Reforma Educativa se trasformó, se modificó el Artículo 3 para agregarle los principios de una educación laica, gratuita y obligatoria, y de calidad.

Y se sumaron también los principios de construir la profesionalización del magisterio, así como un sistema que evaluara a todo el aparato y el sistema educativo.

Y para lograr ese principio que hoy nos marca la Constitución, continuar con esa guía de más de 100 años para que México alcance éxito a través de la educación, es que tenemos que hacer una gran transformación de nuestro sistema educativo.

Reorganizar las escuelas, apoyar a los  maestros para que se profesionalicen, cambiar la visión pedagógica para dejar a un lado la memorización y que los niños aprendan a aprender.

Y por supuesto, lograr que nuestro sistema educativo rompa con la desigualdad que existe en nuestro país. Esos son los principios que guían a la Reforma Educativa y que guiarán al nuevo modelo educativo que como parte de la reforma estaremos presentando en unos días más.

Por ello, festejar a la Constitución celebrando nuestra diversidad y nuestra pluralidad, pero desde nuestra unidad es fundamental.

Y al traer este facsimilar al estado de Veracruz estamos simbolizando esa diversidad, pero con unidad a través de las continuidades tan importantes que nos ha dado la Constitución como la de construir una educación de calidad.

Un objetivo que desde la diversidad nos une a todos. Todos los mexicanos por igual creemos que la única manera de que México pueda competir y ser un país exitoso en el siglo XXI es a través de esa educación de calidad que hemos heredado desde hace 100 años del Artículo 3 de la Constitución.

Muchas gracias a todos por estar aquí.