Muy buenas tardes, sean todos bienvenidos a México, es para mí un honor poder estar reunido hoy con ustedes y que podamos compartir esta comida como parte del inicio de sus trabajos de este XV Congreso de la Asociación de Academias de la lengua Española.

Saludo, en primer lugar y con mucho gusto, a don Darío Villanueva, presidente de la Real Academia Española y también de esta asociación, bienvenido a México, muchas gracias por estar aquí, gracias por seleccionarnos por tercera vez desde que iniciaron estos Congresos en el año de 1951.

Saludo también, con mucho gusto, al organizador y presidente de la Academia Mexicana de la Lengua Española, a don Jaime Labastida, a quien agradezco mucho el trabajo diario que hace, la vocación que tiene y ser un mexicano de la estatura que es, por haber organizado este Congreso y el poder estar aquí con ustedes y congregándolos.

Y por supuesto, también, mi agradecimiento a don Pepe Carreño, a don José Carreño Carlón, director del Fondo de Cultura Económica, esta casa editorial, como él ha dicho, una de las casas más importantes, ya por muchos años del idioma español, de tenernos aquí y de podernos tener juntos en esta comida.

Igualmente, como les comentaba, me da mucho gusto poder dar la bienvenida a esta expansión que tiene nuestra lengua española, y poder dar la bienvenida a la Academia de Guinea Ecuatorial, que entiendo que están aquí con nosotros; por supuesto también, a la Academia Filipina, felicidades, aquí están.

Filipinas esta acá, felicidades.

Y a la Academia Norteamericana de la Lengua Española, bienvenidos.

Esta expansión de nuestra lengua, mucha de ella llevada por los migrantes, migrantes que, sin duda, con nuestra lengua, esta lengua de Cervantes, llevan un mensaje civilizatorio, particularmente en estos momentos convulsos donde han sido injustamente señalados por diversos ámbitos, así es que doblemente bienvenidos.

Quiero empezar dándoles la bienvenida a nombre del presidente de México, del licenciado Enrique Peña Nieto, quien me ha pedido que por mi conducto les pueda dar la bienvenida a México, agradecido de que hayan seleccionado a nuestro país para tener este importante Congreso y que sea México, como el país con el mayor número de hispanoparlantes en todo el mundo, quien pueda volver a ser sede de este Congreso como lo fue por primera vez en el año de 1951; como decía ahora don Jaime Labastida, con un apoyo importante y a instancias del presidente de México, Miguel Alemán, así es que sean otra vez bienvenidos a México y reiterarles este saludo de bienvenida por parte del presidente de la República.

Desde la Secretaría de Educación, Secretaría que fue fundada en el año de 1921, nuestra relación con la Academia Mexicana de Mexicana de la Lengua Española y por extensión con todos ustedes ha sido una relación muy rica.

El primer secretario de Educación, don José Vasconcelos fue también miembro de la Academia Mexicana de la Lengua Española y desde la concepción de la Educación en México, del buscar crear y sostener un sistema nacional de educación pública, que fue el objetivo que tuvo en el año de 1921 la creación de la Secretaría de Educación Pública, uno de los primeros resultados institucionales de la Revolución Mexicana; desde entonces, iniciando por la visión del mismo Vasconcelos: educación, cultura y por supuesto, la lengua española como eje de ambos temas ha sido fundamental en la estrategia del desarrollo de la educación en México, así es que por ese motivo me llena de mayor orgullo el poder estar aquí, hoy como secretario de Educación junto con todos ustedes.

Este territorio de La Mancha, como lo llamo Carlos Fuentes, que es el basto mundo del idioma español, hoy en día es, de acuerdo al propio Instituto Cervantes, la segunda lengua más hablada del mundo después del chino mandarín.

Nuestro idioma es, también, después del inglés, el segundo idioma más utilizado para hacer negocios en todo el mundo; es, también, en estos tiempos digitales, la tercera lengua más consultada o utilizada en la red y en el internet.

Cerca de 500 millones de personas hablamos español en todo el mundo, pero no sólo eso, está siendo también ya, después del inglés, la segunda lengua más estudiada en todo el mundo; tan sólo en Estados Unidos, cerca de 53 millones de personas, es decir, una población mayor a la de España o Argentina, incluso juntas, están aprendiendo el español tan solo en Estados Unidos como su segunda lengua.

Así pues, la fuerza que tiene nuestra lengua, la fuerza como conducto de comunicación de un conducto para poder generar riqueza, para generar cultura y por supuesto, como siempre lo ha sido, como un mecanismo civilizatorio a través del cual nos podamos entender, se pueda negociar, se puedan tener acuerdos y que sea la tolerancia la cultura y por supuesto la prosperidad a través del español un mensaje que damos todos nosotros al mundo.

Lo decía hace un momento, particularmente en esta expansión que ha tenido el español, por ejemplo, en los Estados Unidos a través de los migrantes es la palabra y es a través del español como llega este mensaje civilizatorio, de tolerancia y por supuesto de un gran entusiasmo por prosperar y para poder ser sociedades más sólidas y caminar juntos.

El poder estar hoy aquí y el poder ofrecerles esta comida en el Fondo de Cultura Económica es también parte fundamental y es un orgullo para el Fondo de Cultura Económica, lo decía su hoy director, una institución que sin duda desde su fundación ha sido clave no sólo para la difusión del propio idioma español, sino del conocimiento en español.

Las traducciones que históricamente ha hecho el Fondo de Cultura Económica de diversos idiomas al español la gran mayoría, primeras traducciones que se han hecho al idioma español, han permitido que en este territorio de La Mancha llegara, sobre todo en momentos que era difícil que llegaran cierto tipo de títulos o traducciones llegaran en nuestra lengua.

Pero de igual manera se ha permitido que la propia creación de nuestros literatos pero también de nuestros científicos, de nuestros sociólogos, de nuestros antropólogos, de nuestros historiadores pueda llegar a diversos puntos del mundo en esta nuestra lengua.

Así es que para mí es un honor estar en esta gran institución el día de hoy, que por cierto de los 39 Premios Cervantes, 33 se han publicado con el Fondo de Cultura Económica y de los 34 Premios Príncipe y Princesa de Asturias, que se asignan desde el año 81, me decía aquí el maestro Carreño, 29 han sido publicados por el Fondo de Cultura.

De ese tamaño es esta institución que nos abre hoy sus puertas para poder estar aquí. Ustedes llegan y les damos la bienvenida a este importante congreso en un momento fundamental y poco usual de la educación en México.

En México estamos justo a la mitad de implementar una de las reformas más profundas y más radicales que haya tenido en muchas décadas la educación de México. Una reforma, la primera de un conjunto de 13 reformas estructurales con las que inició el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto a partir de un gran pacto, algo también muy poco usual en México y en las democracias de hoy, un pacto que conjuntó a los principales partidos de izquierda, de derecha y de centro: el Pacto por México.

Pacto que se pudo construir, por supuesto, en la lengua de Cervantes y que logró un entendimiento después de más de una década de grandes confrontaciones en este país. Ese pacto permitió construir mayorías muy sólidas tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados como en los congresos locales para hacer estas 13 reformas estructurales. La primera que se aprobó, y como lo ha dicho en diversas ocasiones el presidente de la República, la más importante de todas, la Reforma Educativa.

La reforma implicó un conjunto de cambios a la Constitución, particularmente al Artículo Tercero, que es el artículo que desde que se constituyó la Constitución de 1917, como lo explicaba, la Revolución Mexicana aborda el tema educativo.

Uno de los cambios centrales es que se volvió un derecho de los niños, de las niñas y de los jóvenes mexicanos el tener una educación de calidad. Lo cual, como Estado mexicano nos obliga, además de tener una educación pública laica y gratuita, que sea de calidad como un derecho que tienen hoy los niños y los jóvenes mexicanos.

A partir de ese cambio se crearon dos leyes nuevas, se modificó de manera radical la Ley General de Educación y ahora estamos precisamente en la ruta de la implementación. Una implementación que está derribando barreras en muchos sentidos.

El Sistema Educativo Mexicano, previo a la reforma era un sistema caracterizado o construido a través de relaciones clientelares, corporativas y poco transparentes que no premiaban el mérito al interior del sistema educativo, sino el favoritismo político.

Esta reforma, precisamente lo que está haciendo, con muchos trabajos y por eso sigue enfrentando resistencias, es desmantelar esa estructura clientelar y corporativa para sustituirla por una de derechos y obligaciones, transparente y orientada hacia el mérito.

Parte de eso es el proceso de evaluación que estamos viviendo justo ahora, en estos momentos, se están evaluando muchos maestros en todo México como parte de este nuevo proceso en el que lo que importa es el mérito y el trabajo del profesor través de reglas claras; enfocadas, reitero, al mérito.

Esa transformación educativa que está en marcha en estos momentos la hemos divido en siete grandes prioridades.
La primera, ha sido poner en el centro del sistema educativo a los alumnos y a la escuela.

Previo a esta Reforma Educativa, justamente como parte de este sistema corporativo y clientelar, porque estamos transformando;  las escuelas del país estaban al servicio de las burocracias, incluso en algunos momentos, de ciertos grupos sindicales. Ahora es al revés, lo que estamos haciendo es que sean las instituciones y las autoridades quienes estén al servicio de la escuela, dando mayor autonomía de gestión, fortaleciendo el acompañamiento pedagógico de las escuelas, en fin; todo un modelo de nueva escuela que estaremos presentando próximamente en enero.

Una transformación radical también de la infraestructura educativa, que en el país se ha deteriorado mucho, con nuevos mecanismos financieros que nos va a permitir tener una gran cantidad de recursos extra para los próximos años; dejar en buenas condiciones a las cerca de 35 mil escuelas de este país que hoy no tienen condiciones de dignidad; por supuesto, el desarrollo profesional docente de los maestros, mejorando su educación inicial a través de evaluaciones y con educación permanente; con el desarrollo profesional docente, mejorar sin lugar a dudas, sus capacidades para enseñar.

Estaremos presentando el próximo año también, un nuevo modelo educativo con nuevos planes y programas de estudio, en donde, particularmente en la educación básica, el español es la clave; parte de este nuevo modelo en Educación Básica tendrá una  nueva concentración en dos temas fundamentales para la vida de cualquier persona y de cualquier mexicano.

Un dominio correcto y adecuado del idioma español, saber leer y entender en español, saber escribir y redactar de manera correcta en español y tener una expresión oral y adecuada en el español; tener el vocabulario necesario y suficiente que deben de tener los niños que están en primaria, para que a partir de eso, puedan emprender su ruta por conocimientos más especializados.

Y lo mismo haremos con las matemáticas, otra herramienta fundamental y otra forma de lenguaje universal; como lo está volviendo el español, ya también una lengua universal, para fortalecer la calidad de la educación en nuestro país.

Y por supuesto también, porque esto es de ida y vuelta, estaremos fortaleciendo la enseñanza del inglés, otro idioma fundamental que creemos que puede y debe tener, como lo ha tenido por muchos años, una gran convivencia y una gran hermandad con el español. Particularmente en este México, el país más grande de habla hispana; pero también, el que hace fronteras con el país con el mayor número de angloparlantes en todo el mundo.

La quinta prioridad que tiene que ver un una educación de mucho mayor equidad; desafortunadamente, como sucede en muchas áreas de nuestro país, la educación es inequitativa, y haremos un grande esfuerzo con diversos instrumentos de política pública que nos permitan llevar educación de calidad, que es la clave a los lugares más marginados, que hoy no lo tienen.

Una sexta prioridad que tiene que ver con cómo vincular de manera más eficaz y eficiente al mercado laboral  con la educación, para que la educación sea también fuente de prosperidad, de empleos bien pagados y que a su vez, el desarrollo económico se vea fortalecido por la fortalezas educativas y por la ciencia y la investigación en nuestro país.

Y una séptima prioridad, que significa: poner orden en lo administrativo, que también es muy necesario para la eficacia de la política pública y del gasto educativo.

De manera coloquial, y perdónenme en este congreso, justo de la lengua española, usar una expresión no muy formal, pero lo que buscamos con esta transformación administrativa de la Secretaría de Educación Pública, es quitarle grasa y darle más músculo para poder ser más eficaces y eficientes.

Así pues, para mí es un verdadero orgullo que en medio de esta transformación inédita y radical de la educación del país, que por lo mismo sigue enfrentando resistencias y estamos decididos a avanzar y a continuar para que este nuevo derecho que tienen los niños y las niñas mexicanos a una educación de calidad, sea una realidad.

Me da mucho gusto que justo, en este momento, ustedes hayan decidido tener su congreso en nuestro país. Es un honor, es un orgullo y les doy y les reitero la bienvenida a nombre del presidente de México.

Estoy seguro que tendrán un congreso muy exitoso y espero que estén de vuelta pronto en este país, que también es el suyo.

Muchas gracias.

Audio. Mensaje del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.