Buenas tardes tengan todas y todos ustedes.

Para mí, es verdaderamente un honor y un privilegio aquí en la Feria  Internacional del Libro de Guadalajara.

Agradezco y saludo a Raúl Padilla. Muchas gracias Raúl por esta invitación y por estar hoy aquí con nosotros.

Por supuesto también al señor rector Tonatiuh Bravo Padilla. Muchas gracias Tonatiuh y gracias por esta amable introducción.

Saludos a los dos secretarios que nos acompañan. Muchas gracias a ambos por estar aquí con nosotros.Al director del Fondo de Cultura Económica. Pepe muchas gracias.

Y a todas y a todos ustedes por estar aquí. Señora ministra de Educación de Uruguay, muchas gracias por acompañarnos el día de hoy aquí, muchas gracias por estar con nosotros.

Déjenme empezar dando una pequeña y resumida perspectiva histórica de la evolución de la educación en nuestro país que nos permita poner en contexto la importancia y las razones de la Reforma Educativa que estamos viviendo actualmente y que estamos en plena implementación en este momento en México.

Hace 95 años, en octubre de 1921, el entonces presidente Álvaro Obregón fundó la Secretaría de Educación Pública, hizo al primer secretario Educación Pública a don José Vasconcelos, un intelectual muy importante de los años 30 y de los años 40 de México.

En ese momento, cuando se fundó la Secretaría de Educación Pública, el decreto con el que se funda, textualmente decía que los objetivos eran poder crear y sostener un sistema de educación pública en nuestro país.

Algo que hoy nos suena normal, en ese momento era una utopía. México era un país con más o menos 15 millones de habitantes, la mayoría de ellos población rural, estábamos saliendo de la Revolución Mexicana e iniciado el proceso de pacificación y de construcción de nuevas instituciones derivadas de la Revolución, más del 70 por ciento de la población en nuestro país eran analfabetas, únicamente el 30 por ciento de los niños asistían a la escuela, a la educación primaria.

La educación universitaria era prácticamente inexistente, más allá de las principales capitales del país y obviamente reducido a una pequeña elite.  Y en ese momento, Obregón y Vasconcelos, como resultado de la Revolución y en ese aspecto la Secretaría de Educación Pública es una de las primeras instituciones que derivan de nuestra Revolución, tienen esa idea y esta utopía de construir y sostener un sistema de educación pública en todo nuestro país.

La fuerza de Vasconcelos con las visiones estructurales con la idea de tener cada día más maestros  en el país, el ir a los diversos rincones repartiendo los grandes clásicos, en fin ese ímpetu y esa fuerza con la que arranca la Secretaría de Educación Pública después tuvo otros momentos brillantes como los dos periodos en el que le toca ser secretario de Educación a don Jaime Torres Bodet. El primero entre 1943 y 46 con el presidente Ávila Camacho y en donde se hace una primera gran transformación  y reforma global de nuestra educación.

Se deja a un lado  la educación socialista que había dividido profundamente a nuestro país y se busca la educación por la unidad nacional, la democracia y la paz. En ese periodo se redacta la esencia de lo que hoy sigue siendo el Artículo Tercero de nuestra Constitución y hay una visión  de la necesidad del crecimiento que requería nuestra educación en función también del crecimiento de la población y del inicio de la urbanización en nuestro país.

Y así es como, por ejemplo, también ahí Torres Bodet crea el Capse, lo que hoy es el Inifed para iniciar la construcción de escuelas que se requerían. En su segundo periodo como secretario de Educación con el presidente López Mateos viene la Comisión de Libros de Texto Gratuito que hoy sigue siendo un pilar de la educación de nuestro país y por supuesto el plan de los 11 años.

Que es la primera política pública en materia educativa con una planificación a partir de diversos instrumentos de estadísticas que se tenían en ese momento y que permitió que precisamente un poco más de 10 años después llegáramos a la cobertura universal en Educación Primaria.

A lo largo de estos 95 años pasamos de esa utopía de Obregón y Vasconcelos de construir un sistema educativo que llegará a todos los rincones del país a tener el quinto sistema de educación pública más grande del mundo, después de Estados Unidos, de la India, de China y de Brasil.

México es el quinto, con 34 millones de alumnos, dos millones de maestros y un poco más de 260 mil planteles educativos. Hoy con una población de 120 millones de habitantes hay cobertura universal en primaria, cobertura prácticamente universal en segundaria, hemos alcanzado ya una cobertura del 80 por ciento casi, 79 por ciento, en Educación Media Superior, por cierto cuando inicio el gobierno del presidente Peña la cobertura era de 66 por ciento, y hemos alcanzado ya una cobertura de 36 por ciento en Educación Superior.

Dicho esto y por supuesto sabiendo y conociendo que nuestro sistema educativo tiene, déjenme llamarlo así, islas o archipiélagos de una gran calidad, también tenemos que reconocer que a pesar de todos estos logros, que se hicieron durante el siglo XX, la calidad de la educación en nuestro país deja mucho que desear.

Y que ésta muy lejos de las necesidades que tenemos como Nación y del derecho que hoy tienen las niñas y los niños  a una educación de calidad. Medido como se quiera medir con pruebas como la Prueba PISA, con análisis no estandarizados, sino contextuales. Bajo cualquier punto de vista, la calidad de nuestro sistema educativo ésta muy por debajo de lo que necesitamos y de lo que requerimos.

El objetivo de poder educar para la libertad y la creatividad es algo que con el sistema educativo que se construyó, a pesar de sus méritos, no se logrará. Este es un sistema educativo que se fue conformando y creciendo de manera corporativa y clientelar, que fue generando y creando una escuela burocrática y autoritaria.

En donde el modelo pedagógico se centra en la acumulación de información  y en la memorización y eso es algo que para el siglo XXI no podemos sostener como país.

Y por eso, el objetivo central de la Reforma Educativa es educar para la libertad y la creatividad, romper con la escuela burocrática y autoritaria para crear una nueva escuela democrática, abierta, plural, en donde los niños aprendan a aprender en lugar de memorizar y en donde además los niños puedan ser felices y en donde se genere creatividad, que es lo que necesitamos como sistema educativo.

Para lograr este objetivo, que es el objetivo final para las aulas de clases en nuestro país, hay que hacer una gran transformación. Una gran transformación  que hemos dividido en cinco grandes ejes o cinco grandes prioridades.

La primera, que efectivamente tiene que ver con una transformación política del sistema educativo, es lo que se ha llamado la recuperación de la rectoría del Estado en materia educativa. De ahí partimos del principio de que este sistema como decía hace un momento, en su evolución fue creando un sistema clientelar y corporativo, en donde los maestros no tenían el derecho a desarrollar una carrera a partir de su propio mérito y esfuerzo.

Era un sistema clientelar y corporativo que tenía vicios muy extendidos como la venta y la herencia de plazas, como uno de los principales mecanismos para entrar al servicio magisterial en nuestro país. Era un sistema que para que un maestro pudiera aspirar a ser director, subdirector o supervisor o jefe de sector, uno, tenía que esperar mucho tiempo, alguien joven no podía aspirar a esas posiciones y, segundo, dependía del favor que le hicieran de manera política  el sindicato o las burocracias.

El resultado es la escuela burocrática que tenemos. El resultado fue impedir que los maestros pudieran tener una carrera a partir de su propio mérito y por eso la parte central del cambio político con la Reforma Educativa es acabar con ese sistema clientelar y corporativo para construir un nuevo sistema con derechos y obligaciones claras centrado en el mérito y en la transparencia.

Y eso va de la mano con el segundo objetivo, que es la profesionalización  de los maestros. A partir de la Reforma Educativa, quien quiera ser maestro tiene que concursar en un examen de oposición nacional  y entran quienes tengan y hayan demostrado tener los mejores resultados.

Hoy quien quién quiera ser director o supervisor, tiene que concursar su plaza y la gana quien haya demostrado tener los mejores resultados. Hoy los maestros tienen que evaluarse cada cuatro años para saber qué es lo que están haciendo bien y que es lo que están haciendo mal.

Y los que tienen un buen resultado tienen un incremento salarial, 35 por ciento sobre el sueldo base. Y quienes no aprueban la evaluación tienen capacitación, que es lo que buscamos mejorar, saber dónde están las áreas, en dónde pueden mejorar.

Y esto es algo que empieza a transformarse. Hace unos días y aquí déjenme contarles historias que ya están empezando a suceder. Hace unos días me reuní con un grupo de normalistas del estado de Guerrero, incluido algunos jóvenes de la Normal Rural de Ayotzinapa.

Jóvenes que decidieron hacer su examen para ingresar y entendieron que el método de la plaza automática o de la compra de plazas o la herencia de plazas había terminado. Y uno de los jóvenes, de Iguala, me platicó que su abuelo había sido maestro, que su papá era maestro y que él ahora iba a ser maestro.

Pero lo que me dijo es que su abuelo le heredó la plaza a su papá y que su papá ya no le pudo heredar su plaza a él por la Reforma Educativa. Sin embargo, él se presentó al examen, demostró que tenía los conocimientos y por su propio mérito se ganó esa plaza y él se sentía obviamente mucho más orgulloso de haber conseguido esa plaza por su mérito y demostrando el conocimiento que si se la hubiera heredado su papá.

Estuve con otro joven normalista, que también va a ser maestro en Coahuila, y me platicaba que su papá llevaba cinco años ahorrando para comprar su plaza. Llegó la Reforma Educativa y no se puede comprar la plaza, pero él se presenta al examen y lo gana, y la satisfacción es haberlo hecho por su mérito y no porque su papá haya ahorrado cinco años para comprarle una plaza.

Aquí estuvimos, aquí ésta el secretario Ayón y no me dejará mentir, estuvimos hace 15 días aquí mismo en la Zona Metropolitana de Guadalajara, en Zapopan, en una escuela. Una directora, joven ¿treinta y tantos años habrá tenido secretario?

Que se ganó su puesto como directora al concursar y lo que nos decía es que eso hubiera sido imposible antes de la Reforma Educativa.

Ella hubiera tenido que haber esperado 10, 15 o 20 años para poder ser directora. Porque antes a los 30 años prácticamente nadie podía ser director en una escuela siguiendo una regla de escalafón. Ella concursó y ganó la plaza y hoy es una directora joven, con mucho entusiasmo, con muchas ganas, con mucha fuerza, que está sacando adelante su escuela.

Es ahí ya la Reforma Educativa en acción, es ya la Reforma Educativa con resultados y transformando la vida de los maestros y eso es en la práctica ir dejando atrás un sistema clientelar y corporativo para sustituirlo por un sistema meritocrático.

El tercer eje tiene que ver con el rescate de las escuelas y empieza por su organización. Como consecuencia de ese sistema clientelar y corporativo, las escuelas eran como, lo decía hace un momento, escuelas exageradamente burocratizadas, autoritarias, no permitían la autonomía de gestión, que no tenían el acompañamiento pedagógico que requerían y que estaban abrumadas por la burocracia y los papeleos que se les pedía a las maestras y a los maestros.

Y hoy lo que estamos haciendo, a través de una política pública que se llama poner a la Escuela en el Centro del sistema educativo. Es reorganizar a las escuelas para que tengan plantillas completas, quitarles carga burocrática, para darles autonomía de gestión  y para darles el acompañamiento pedagógico que requieren, para que puedan funcionar mejor y en un entorno adecuado pueda detonar en la enseñanza o la educación de la libertad y la creatividad que es nuestro último objetivo.

Y junto con ese rescate, viene el rescate de la infraestructura. Todos, desde hace mucho, sabían.

Todos desde hace mucho sabíamos que las escuelas de nuestro país muchas de ellas tenían carencias, pero previo a la Reforma Educativa era algo que simplemente intuíamos, veíamos, pero no podíamos cuantificar, porque increíblemente antes de esta Reforma,  era tal el nivel de atraso en la gestión de nuestro sistema educativo que en México ni siquiera sabíamos con exactitud cuántos maestros y cuantas escuelas teníamos.

Mucho menos podíamos cuantificar las carencias que tenían las escuelas y por lo tanto como hoy lo podemos hacer, hacer un programa para atacar esas eficiencias.

Hoy sabemos, por ejemplo, que desafortunadamente y esto es algo que a todos nos indigna, el 11 por ciento de las escuelas de México no tengan baños o que el 10 por ciento sigan sin tener luz porque no están conectados a la red eléctrica.

Pero hoy lo sabemos, hoy sabemos dónde están, están cuantificadas y por ello, el presidente de la República ordenó el Programa Escuelas al CIEN, que es un programa en el cual estamos invirtiendo 50 mil millones de pesos adicionales, a la inversión anual en infraestructura escolar, es decir 2.5 millones de dólares, para poder arreglar 33 mil escuelas y dejarlas en condiciones de dignidad.

Junto con esta transformación de las escuelas, en cuarto elemento es el cambio pedagógico. Precisamente cómo romper este modelo en donde lo que importaba memorizar y acumular conocimiento y transformarlo para que los niños y las niñas y los jóvenes aprendan aprender, aprendan discernir, aprendan a razonar, aprendan a diferenciar lo que importa de lo que no importa, incluir como lo estamos proponiendo  en el currículo lo que hoy se conoce como habilidades socioemocionales, que ante se pensaba que era algo que se nacía con ello o no, o que en todo caso era labor del hogar enseñarla y que hoy sabemos que son aprendizajes y habilidades clave para triunfar en la vida, que los niños y las niñas aprendan a conocerse así mismo desde pequeños, que sepan trabajar en equipo, que sean seguros de sí mismos, que sepan hablar en público, en fin.

Un cambio fundamental en la forma y estructura pedagógica y eso es lo que hemos llamado el Nuevo Modelo Educativo, en el que hemos venido haciendo foros y estaremos presentando después de una amplia discusión su versión final en enero.

Y finalmente, un elemento clave que todos estos cambios puedan llegar a todas las mexicanas y los mexicanos es decir que tengamos un sistema educativo con equidad e intuición, y que sea a partir del sistema educativo donde podamos romper con la desigualdad que existe en nuestro país, y que no sea el sistema educativo quien este perpetuando esa desigualdad dentro de nuestro país, para ello vamos a presentar el próximo año un plan con 8 intervenciones estructurales para romper nudos de desigualdad dentro del sistema educativo, un replanteamiento como se dirigen las becas que es uno de ellos; segundo un plan para dar un trato equitativo a las escuelas y que no tengamos escuelas de primera y escuelas de segunda. Ya lo conocerán.

Y por último, dentro de este gran esfuerzo y ya, por decir estamos hablando básicamente de lo que es Educación Básica y Educación Media Superior. Para la Educación Media Superior y la Educación Superior avanzar y caminar en una mayor comunicación entre el sistema educativo y el sistema productivo de nuestro país.

Como podemos lograr que las vocaciones de innovación y las vocaciones productivas que existen en las diversas regiones de nuestro país se correspondan con un sistema educativo de calidad que prepare a los jóvenes para tener un buen empleo, pero a su vez como la Educación Superior ayuda a detonar nuevas áreas de desarrollo económico.

Cómo más allá de esta educación que es clave para que la economía de México que se a diversificado en las últimas décadas de manera extraordinaria, hoy México es uno de los cinco principales productores del mundo de automóviles,  que tiene industria aeronáutica  que crece a tasas del 15 por ciento anual, que es el principal productor de pantallas planas.

Aquí en Guadalajara ha habido un esfuerzo extraordinario, particularmente en todo lo que se tiene que ver con la industria digital, software, etcétera, pueda seguir creciendo, y que México siga siendo una potencia industrial como se está convirtiendo.

Pero junto con ello como también más allá de esa adaptación al mercado global que es muy importante, como fortalecemos cada vez más nuestra propia ciencia, tecnología e innovación y cómo las universidades, como es la Universidad de Guadalajara, siguen siendo un baluarte no solamente de la enseñanza  sino también de la investigación, de la ciencia y de lo que necesitamos para dar el paso a la sociedad del conocimiento.

De manera general no tan breve como quería, pero aun así sigue haciendo apretado, está a sido la evolución de nuestro sistema educativo, la necesidad de construir esta Reforma y los principales pilares  para construirla porque estamos absolutamente convencidos de que la única manera de que México sea un país exitoso en el siglo XXI es teniendo un sistema educativo de calidad.

La única manera de que México pueda trascender en el siglo XXI,  y pueda enfrentar las diversas incertidumbres que estamos viviendo y que seguiremos viviendo en el mundo, sea a través de tener una educación que permita a los mexicanos, que nos permita a todos, crecer por nosotros mismos y vivir en libertad y con plena creatividad.

Muchas gracias a todos.

Audio.- Conferencia del secretario de Educación Publica, Aurelio Nuño Mayer