México D.F., a 20 de enero de 2014.

El Dr. Rodolfo Tuirán indicó que para prevenir conductas de riesgo en la población estudiantil se implementarán estrategias de empoderamiento y acompañamiento que permitan reforzar el desarrollo integral de los estudiantes, además de fortalecer procesos de comunicación efectiva y sistemática entre docentes, directivos y padres de familia.

Destacó que la SEP trabaja en -5 grandes estrategias de intervención delimitadas- que permitirán enfrentar conductas de riesgo en los estudiantes: 1) desarrollar habilidades socio-emocionales; 2) proporcionar información y los medios idóneos para evitar conductas de riesgo; 3) desarrollar capacidades institucionales; 4) fortalecer redes de colaboración con organizaciones sociales y otros actores relevantes; y, 5) generar información y conocimiento sobre conductas de riesgo y evaluación permanente de las intervenciones de política.

Asimismo, enumeró los 5 grandes factores de riesgo, detectados en estudiantes de educación media superior, resultantes de la Encuesta de Violencia, Tolerancia y Exclusión realizada en nuestro país en el años 2013: 1) inseguridad; 2) violencia escolar; 3) consumo de tabaco, alcohol y drogas ilícitas; 4) salud sexual y reproductiva; y, 5) tristeza y depresión entre los jóvenes.

Al respecto señaló que el 38% de estudiantes de escuelas públicas y 22% de escuelas privadas piensan que los planteles son peligrosos, al tiempo que refieren maltrato entre pares, agresiones físicas, discriminación y ofensas verbales como los fenómenos más frecuentes en dichas instituciones.

Al referirse al problema de consumo de tabaco, alcohol y drogas ilícitas, indicó que se trata de un importante problema de salud pública, tanto por lo que se refiere a los costos económicos y sociales que origina, como por la importancia que le confiere la educación pública.

En su oportunidad hicieron uso de la palabra la Coordinadora Residente de la ONU en México, Marcia de Castro, y el Especialista Senior en Educación del Banco Mundial, Peter Holland, quienes coincidieron en señalar que es necesario atender y entender las características socio-emocionales de la juventud, con base en los trabajos realizados de manera conjunta entre la SEP y la ONU, a fin de construir un México de igualdad y equidad educativa.