Lic. Víctor Torres Ruiz: Muy buenos días. Gracias por acompañarnos nuevamente.

Está con nosotros el maestro Joaquín Díez-Canedo Flores, quien es director general de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos.

Él les va a hacer una exposición sobre el tema que hoy nos ocupa y al término responderá a sus preguntas.

Muchas gracias.

Maestro, adelante, por favor.

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Muchas gracias. Muy buenos días.

El propósito de esta rueda de prensa, a la que les agradezco mucho que nos acompañen; espero que tenga interés para ustedes lo que voy a contarles.

Es referir cómo ha resultado el desempeño de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos ahora que empieza el próximo lunes el Ciclo Escolar 2015-2016.

Como todos los años, desde hace 55, desde 1960, cuando se entregaron los primeros libros de texto gratuitos, la Comisión ha conseguido llegar al inicio de las clases más o menos y entregar a todos los alumnos, a todas las niñas, a los niños, a los muchachos que están inscritos en las escuelas del Sistema Educativo Nacional en Educación Básica, los libros que necesitan para sus estudios.

Este programa que originalmente cubría solamente la primaria, porque en el ’60 era solamente la primaria la que constituía la educación obligatoria, ha ido creciendo con el paso del tiempo y con la incorporación de los distintos niveles o como les llaman técnicamente, tipos educativos al ámbito de la educación obligatoria, es decir, después de primaria en el ’93, con la Ley General de Educación Secundaria los libros de secundaria se empezaron a repartir a partir de ’97; después de secundaria, en un Decreto de 2004, preescolar, aunque en realidad preescolar me parece que se incorporó primero tercero, que es para los chicos más grandes, en el ciclo ‘5-‘6; segundo en ‘7-‘8 y primero de preescolar, que es cuando los niños tienen cuatro años me parece que fue por ahí del 2009 que se incorporó ya a la educación obligatoria.

Y recientemente en 2012 también se incorporó el bachillerato a la educación obligatoria y para este ciclo ’15-’16 se repartió ya un primer programa de texto de bachillerato.

Es importante, creo yo que una buena manera de abordar el asunto es hablar de cómo está formulada la misión de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, a la que me voy a permitir llamar CONALITEG para ahorrar tiempo.

La CONALITEG dice que es un organismo desconcentrado, descentralizado del Gobierno Federal, cuya cabeza de sector es la Secretaría de Educación Pública, que se encarga cada año de entregar a todos los niños inscritos en el Sistema Educativo Nacional, en sus niveles y grados de educación básica, los libros que necesitan para sus estudios y otros materiales que determina la Secretaría de Educación Pública con suficiencia, es decir, que a nadie le falte; con oportunidad, es decir, que lleguen a tiempo; con eficiencia, es decir, que cuidemos los recursos públicos que se invierten en los libros; y con calidad.

La calidad obviamente no es hacer un libro de arte, sino hacer un libro más que digno, sino que esté adecuado en sus materiales y en sus prestaciones materiales al uso que se le va a dar durante la escuela, el uso que tiene un niño, que hay que ver que los niños tienen un poder destructivo considerable con las cosas que tienen entre las manos a veces.

Esta es la misión y es importante porque cómo determinamos nosotros la suficiencia, es decir, cómo nos aseguramos que a ningún niño le falten sus libros.

Es interesante aquí porque nosotros tenemos que saber cuántos niños van a estar inscritos en las escuelas, pero nosotros empezamos a hacer los libros, empezaremos los libros del ciclo que empieza el año que entra, es decir, el ciclo ’16-’17, pues tenemos que empezarlo a hacer más o menos en noviembre porque si no, no nos da tiempo.

Nosotros tenemos que saber ahora ya, para hacer nuestro presupuesto, nuestros calendarios de producción, cuántos niños van a estar inscritos en las escuelas a comienzos del año que entra; no a comienzos, sino cuando comiencen los cursos dentro de un año.

Como ahora apenas acaba de terminar el Ciclo 2014-2015, la estadística que recoge la Secretaría es la que resulta de los exámenes, de las calificaciones, de cuántos niños aprueban sus cursos y se pasan a inscribir al curso siguiente.

Esta estadística normalmente la da a conocer la Dirección General de Evaluación y Estadística Educativa por allí de principios del año, de manera que nosotros tenemos que tener una estimación adelantada de cómo va a ser esa población.

El esquema de libros de texto gratuitos, como en general de los servicios educativos, parte de la concurrencia que se establece también en esta misma ley de ‘93 y que es un resultado del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica del ‘92, de la concurrencia de los distintos órdenes de gobierno en la tarea educativa, es decir, el Gobierno Federal, los gobiernos de las entidades federativas y los gobiernos municipales.

Y ésta se extiende en ciertas partes al asunto de libro de texto, pero justamente la primera de ella es cuántos niños van a estar inscritos.

Nosotros, la CONALITEG, tiene unos corresponsales en cada una de las entidades, que tiene el nombre genérico de responsable único de distribución y que son los que reciben los libros que envía la Comisión, los hacen a su vez llegar a las escuelas, y sobre esto me detengo más adelante, pero ellos mismos son también, con el apoyo de las autoridades educativas de las áreas de Planeación y Estadística de cada entidad, quienes nos dicen cuántos niños van a estar inscritos.

Los convocamos, nos juntamos con ellos, para saber cuántos niños en el estado de Colima va a haber para el ciclo… Por ejemplo, esta reunión la terminamos por ahí de marzo del año pasado, cuántos niños iban a estar listos ahora cuando comenzamos el 24. Y así armamos una matrícula nacional.

Además de los niños, las niñas, los muchachos y las muchachas, están también considerados algunos docentes.

Hay materiales que son para los profesores, no para los niños, hay materiales para los padres de familia.

Se publicó el año pasado un libro para las familias de los alumnos del nivel preescolar.

Hay materiales para el aula. En preescolar, por ejemplo, se publicó desde el año pasado un rompecabezas, unas barajas, unos alfabetos móviles, unos juegos de éstos que hay que ir avanzando casillas. Y esos son por salón, hay tres por salón o dos por salón, no son por niño.

Toda esta matrícula que llamamos hace un universo de beneficiarios.

Nosotros la matrícula que atendimos para este ciclo que empieza el lunes 24 fueron 28 millones... Luego van a llevarse un catálogo de éstos, también en un momento de qué se trata, pero ahí viene apuntada la matrícula. Son 28 millones 893 mil 110 beneficiarios.

De esa matrícula nosotros sabemos estado por estado cuántos niños hay en primero de primaria, en segundo y tal, y con eso programamos cuántos libros vamos a tener que hacer para entregarles, cuánto nos van a costar, etcétera.

Un segundo elemento importante es cuáles libros van a tener. Eso no lo determina la Comisión, eso lo determina la Dirección General de Materiales, junto con la Dirección General de Desarrollo Curricular, que son los que tienen en sus manos los planes y programas de estudios y los que traducen estos planes y programas de estudios en algunas de las materias en materiales y libros de texto.

Esos son los libros que tienen los niños. Por ejemplo, como podrán ver después en el catálogo, los niños de primero de primaria tienen cinco libros para ellos, pero hay dos para el maestro y dos materiales para el aula.

Nosotros tenemos que, con base al número de niños o de aulas o de maestros que conocemos, que nos han informado, y el número de libros que cada uno de ellos tiene que tener, hacemos nuestro plan de producción al año.

El año pasado este plan de producción sumó… Ahora, es importante, me detengo un momento, porque nosotros con el presupuesto de la CONALITEG ¿cubrimos qué? Cubrimos preescolar, todos los materiales y libros; primaria, todos los materiales y libros; secundaria una parte, secundaria también tiene un financiamiento de las entidades federativas, aproximadamente un 25 por ciento de ese financiamiento de las entidades federativas.

Luego tenemos Telesecundaria, que la cubre enteramente la CONALITEG y tenemos además las versiones de todos los libros para niños invidentes o niñas invidentes y que tienen baja visión, que es lo que llamamos libros en código Braille y libros en macrotipo, que es un formato mayor que permite crecer el cuerpo de la letra y se simplifica un poco el diseño gráfico, para que sea más fácil de leer para niños que no ven bien.

Aparte hay otros programas, por ejemplo, Educación Indígena; Educación Indígena también lo coordinamos nosotros, la producción y la distribución, pero con recursos que resultan de una ampliación que nos da la Subsecretaría de Educación Básica para ese programa.

Bibliotecas Escolares. También es un programa para el que recibimos los recursos que sean necesarios, según el programa que sea determinado.

Hay un programa importante, que es el Programa Nacional de Inglés en Educación Básica, que empezó como un piloto en 2009-2008, que ahora cubre ya a toda la secundaria y tiene una cobertura, me parece como del 20 por ciento de ese orden en primaria y tercero de preescolar.

Ése tampoco lo sufragamos todo nosotros, lo sufragamos con recursos que también recibimos a través de una ampliación presupuestal, con dinero de la Subsecretaría de Educación Básica.

Hay varias fuentes de financiamiento para el programa y el programa son, además de los libros para las materias normales, las bibliotecas, educación indígena, programa de inglés, etcétera.

En total de los programas, más todos los demás libros, hicimos 212 millones 224, también lo tienen ahí en el catálogo, ahí hay un cuadro donde están todos estos datos.

Ahí incluye qué programas nuevos hay, que no había habido nunca Telebachillerato, que yo les comentaba, es un programa de 992 mil 790 libros para una matrícula aproximada de 154 mil alumnos que estudian en esta modalidad de bachillerato.

Hubo un programa nuevo, que son Bibliotecas de Tiempo Completo. Se repartieron más o menos 200 títulos a las escuelas de tiempo completo, de cada uno de los niveles, preescolar, primaria y secundaria. Son más o menos 23 mil escuelas. Eso no lo dice aquí.

Ahí hicimos cuatro millones 625 mil 530 ejemplares, de 595 títulos; fueron 195 para preescolar; 196, para primaria y 195 para secundaria. Más o menos así.

De hecho se solicitaron 200, pero algunos editores no pudieron liberar los derechos y hubo que dar de baja algunos de los libros y así quedó ese programa.

Luego hicimos, la CONALITEG, me parece que en 2012 o en 2011, coeditó, contrató con la Cadena Mexicana de la Lengua un diccionario escolar, que se venía repartiendo a Telesecundaria, este año lo repartimos a Telebachillerato y lo juntamos con el programa de Bibliotecas de Tiempo Completo, ¿verdad? y el otro también, ¿no? Hicimos 215 mil diccionarios.

Y también hicimos dos libros, que también les van a dar uno, porque no les podemos dar los dos, pero pueden escoger entre Efraín Huerta o José Revueltas.

El año pasado recordarán, quizá, que hicimos un libro por el centenario de Octavio Paz y dejamos ya echados a andar éstos, que aparecieron entre el fin del año y a principios de éste, con esa misma intención.

Estos libros, me imagino que no es difícil para ustedes entender por qué no son para los niños de 15 años, sino son para los profesores; Revueltas la verdad es que es un escritor muy crudo, muy difícil, creo que se necesita tener cierta edad para no ser devastado por los relatos de Revueltas.

Y Huerta, que es un poeta alegre, realmente es un poeta muy relacionado con la historia, con la circunstancia y también se requiere tener una serie de información histórica, cultural para tener realmente un interés por los poemas; sin contar con que también hay unos un poco fuertes para un muchacho de 15 años o una niña.

Lo que pensamos es más bien dirigirlos a los profesores, a los docentes de primaria y secundaria, hicimos más o menos el mismo número, son un millón 700 mil, nada más que le hicimos mitad y mitad para que escogieran, mandamos más o menos la misma cantidad a cada lugar, de manera que los profesores escogieran cuál es el que prefieren y hubiera lugar a un intercambio eventualmente, que se cambiaran y que se leyeran, pensamos que podía ser una dinámica interesantes.

Estos libros están coeditados, el Efraín Huerta con el Gobierno del estado de Guanajuato, de donde es oriundo Efraín huerta; y el de Revueltas con el Gobierno del estado de Durango, puesto que Revueltas nació en Santiago Papasquiaro en la sierra de Durango.

Esto es todo lo que produjimos, que son 212 millones de libros, 213 millones de libros. De eso, no lo entregamos todo porque la CONALITEG mantiene una reserva para solicitudes adicionales de libros por distintas razones: Una de ellas por aumento de matrícula.

La verdad es que la matrícula, las generaciones, ustedes también lo tienen que saber, no están creciendo, el crecimiento poblacional del país es básicamente estable, pero no todos los niños están en la escuela.

Hay un posible aumento de matrícula que tendría que ver con, por ejemplo, en preescolar se advierte claramente que las mamás no están siempre dispuestas a llevar a los niños muy pequeños a la escuela, de manera que la matrícula de primero de preescolar, a los cuatro años, son como 750 mil niños, cuando en realidad deberían de ser como dos 2.5 millones de pesos; y en segundo sube a un poco menos de dos millones; y en tercero ya está en dos millones 250, que ya es casi la de primaria, que es más o menos dos millones 700 mil.

Ahí eventualmente pudiera haber programas que localmente en algún estado o de pronto por alguna campaña decidieran las mamás meter a sus niños y creciera la matricula.

En primera realmente la cobertura es al 100 por ciento; y en secundaria tenemos estos problemas que también son conocidos de deserción escolar por cuestiones de ingreso al trabajo, por cuestiones de embarazo adolescente o simplemente porque los niños ya no siguen estudiando.

También por ese lado es de esperar, no sólo en el sentido de que hay una probabilidad que así sea, sino que sería bueno que así fuera que los esfuerzos por combatir la deserción escolar fructifiquen y se queden más niños en la escuela, eso haría crecer la matrícula.

Para ese tipo de aumentos de matrícula o aumentos locales, por ejemplo, se abre un clúster o una planta de armadora en Guanajuato que va a dar mil 500 empleos y los niños de esos papás a lo mejor no son de ahí y se va a abrir una o dos escuelas que no estaban previstas y habrá que darles libros a esos niños.

Es algo como también algunos desastres climatológicos, un huracán, pensemos en los huracanes y la tormenta Manuel e Ingrid en Guerrero, Oaxaca en 2013; ahí sí hubo una pérdida significativa de libros en las escuelas por humedad. Y los pudimos reponer gracias a esta reserva que tenemos.

Lo que repartimos de esos 212 millones 730 mil libros, fueron 209 millones, 281 mil 516 libros.

En teoría esos libros deben de alcanzar para todos los niños que están inscritos. Si no es así, nosotros tenemos la obligación de mandárselos, es decir, no hay nadie que tenga que quedarse sin sus libros.

Los libros, por supuesto, para los niños no tienen ningún costo, para nosotros sí lo tienen, es un uso de los recursos públicos, creo yo muy eficaz, ahora paso también a comentar esto.

De manera que, por un lado, está este tema de la suficiencia de los libros que nosotros lo llamamos como que ningún niño se quede sin sus libros.

Pero también nos dimos cuentas, y creo que es importante, que justamente este dinamismo de la matricula localmente originaba un poco una sobremanifestación, una sobredemanda de matrícula; es decir, nos decían que tenían un poco más de niños de los que iban a tener y hacíamos un poco más de libros de los que realmente se necesitaban.

Estuvimos trabajando creo yo con un empeño, con toda la colaboración de parte de ellos para ajustar un poco la matrícula, de manera que hicimos un poco menos libros este año que el año pasado, sin que a ninguno les falten.

Y esto porque resulta que luego algunos de esos libros se quedan sin dueño, se quedan en los almacenes.

La distribución de los libros es compleja; hay que pensar que hay más o menos 220 mil escuelas, 228 mil escuelas repartidas por todo el país, desde las grandes escuelas de los centros urbanos hasta las escuelas perdidas en las estribaciones de la sierra o en las islitas de Centla, de Tabasco, de los lugares más alejados, y a todas ellas llegan los libros eventualmente.

La CONALITEG la responsabilidad que tiene es hacer llegar los libros, además de producirlos, desde luego, y almacenarlos en dos almacenes que tenemos; uno de ellos está en Tlalnepantla, en el municipio de Tequexquinahuac y el otro está en el municipio de El Marqués, un poco antes de llegar a la ciudad de Querétaro.

Esos dos almacenes tienen una capacidad más o menos sumada para 150 millones de libros, la verdad es que casi nunca los tenemos llenos, sería un problema que los tuviéramos llenos.

Quería decir que nos hemos retrasado en la distribución de los libros; nosotros conforme empezamos a recibir libros y en el momento en que es eficiente mandarlos, tampoco podemos mandar de uno en uno, los empezamos a mandar a los almacenes de los estados.

De esos dos grandes almacenes mandamos a los almacenes que las entidades federativas tienen establecidos en sus localidades.

Los sistemas de almacenes se han desarrollado desde el ’92 que entró en vigor este acuerdo que federalizaba una serie de atribuciones y responsabilidades de la educación pública, y obedecen a los recursos, a la capacidad organizativa, a la geografía de cada entidad.

Por ejemplo, Yucatán tiene solamente uno cerca de Mérida; Yucatán, si lo pensamos, es un estado relativamente llano, es un estado cuya red carretera parte casi toda de Mérida, es radial, no es un estado muy extenso, además hay que decir que se organizan bien, entonces tienen uno solo.

Pero por ejemplo Veracruz, que es un estado muy largo, alguna vez medí el diámetro desde Agua Dulce; Agua Dulce ya es Tabasco, pero yo creo que Las Choapas, el último pueblo de Veracruz colindando con Tabasco y Cerro Azul; Ciudad Madero es Tamaulipas, pero del otro lado Pánuco es Veracruz y no me acuerdo cómo se llama, sí es más chico que Chihuahua, pero muy poco, o sea, que Chihuahua medido también desde abajo hasta Ciudad Juárez. Es muy extenso, está atravesado por muchas sierras y Veracruz tiene 27 almacenes.

Para cada uno de esos almacenes mandamos el número de libros exacto que ellos necesitan de cada uno de los títulos, o sea, de estos dos mil y pico de títulos que hicimos mandamos la cantidad que necesitan para las escuelas vecinas o atendidas por las que están en la red de servicio de esos almacenes. Eso es lo que hacemos nosotros.

El año pasado, claro, los almacenes no cambian de la noche a la mañana, es un número más estable, y atendemos en los estados de la República 220 almacenes; y en el DF 375 centros de acopio, algunos de ellos ya son escuelas. Ahí la distribución, lógicamente, es mucho más inmediata.

El otro tema es la oportunidad.

Este año las clases empiezan el 24 de agosto, que es el próximo lunes; esta semana está dedicada a la reunión de los consejos técnicos escolares y en realidad sufrió un poco, no un retraso; el calendario se hace para que siempre empiece como la tercera semana de agosto y por eso empezó el 24.

Nosotros el año pasado terminamos de entregar casi todos los libros el 31 de julio; esto quiere decir que mandamos los últimos libros, claro que ya hemos estado entregando desde febrero o marzo y a veces antes a algunos otros programas, por ejemplo a bibliotecas escolares o las escuelas de educación indígena las entregamos antes.

Los últimos envíos los sacamos de nuestro almacén el año pasado el 31 de julio con la excepción de los libros de inglés de preescolar y primaria, porque tuvimos un retraso en producción, pero los sacamos la primera semana de agosto.

Nos tomamos un poco la preocupación de tratar de ver cuándo llegaban esos libros a las escuelas, no para dejar en falta a nuestros RUD de los estados, sino simplemente para tener una visión de la realidad.

La encuesta ésta arrojó, que estuvo bien hecha, fueron 600 áreas Geoestadísticas Básicas, creo que 20 por cada estado. Seiscientas, efectivamente, eran como dos mil encuestas. Y creo que era una encuesta bastante representativa.

Resultó que en la primera semana era el 56 por ciento de los niños los que ya tenían sus libros, en la segunda crecía al 83, en la tercera al 91, en la cuarta al 93 por ciento y al cabo de la cuarta semana todavía había un 7 por ciento de los niños que no habían recibido sus libros. Esto sobre una encuesta estadística.

Claro, el proceso de distribución es muy complejo, ya lo hemos comentado, eso sin hablar de cómo después cada quien localmente se organiza para mover esos libros a las escuelas.

Lo que nosotros pensamos es en lo que sí podría tratar de hacer la CONALITEG, que es adelantar el fin de la distribución a los estados, es decir, nosotros entregar antes los últimos libros. Y es fue lo que hicimos.

Esto lo hicimos porque nos lo pidió el Secretario de Educación Pública, don Emilio Chuayffet, y él, a su vez, es un compromiso que tomó con el Presidente de la República, es decir, él tenía muchísimo interés en que como parte de las medidas de mejorar la calidad educativa, algo tan simple como que desde los primeros días los niños ya tuvieran sus libros para estudiar.

Hicimos todo el plan de producción, distribución y uso de recursos, etcétera, para terminar antes, dos semanas antes.

Y, efectivamente, este año concluimos el 17 de julio los últimos despachos.

También se nos atoraron 45 mil alfabetos móviles, porque tuvieron un pequeño detecto en el instructivo y los entregamos esa misma semana; es decir, terminamos en rigor el 23, pero realmente el 17 de julio ya estaba el 99.99 por ciento de los materiales fuera de nuestro almacén.

Y es importante decir además que el 30 de junio, es decir, dos semanas antes, habíamos terminado de entregar ya primeria, que es lo más voluminoso. Si lo ven después, ahí en primaria fueron 121.8 millones de libros que entregamos.

Y secundaria, que es un programa no sólo voluminoso, sino complicado de manejar, porque a diferencia de primaria, preescolar y telesecundaria, en secundaria general y técnica hay muchos títulos para cada materia, no solamente hay uno.

Esos dos programas que son 121 millones de libros, más otros 25, son 148, más los 10 de PNIEB, casi 160 millones de libros los habíamos ya terminado de entregar el 30 de junio.

Efectivamente, quizá ustedes hayan pescado por ahí en los diarios locales noticias de que ya se están entregando los libros, de que ya llegaron los libros. Creo que será mucho mejor el resultado de este año.

Es importante decir que este año, además que se ha fortalecido como parte de la Reforma Educativa los consejos de participación social en las escuelas, se ha organizado con ellos una especie de auditoría social de la llegada de los libros a las escuelas.

Es decir, este año en las redes de comunicación del CONAPAS, que es el Consejo Nacional de Participación Social en la Educación, cuyos integrantes son los consejos de cada escuela, habrá un cuestionario donde los responsables de esos consejos, los integrantes de esos consejos, que son los padres, hay autoridades educativas presentes sintiendo que también hay incluso autoridades locales, son los que nos van a decir cuándo recibieron los libros, si llegaron completos, si están en buen estado, en fin, un conjunto breve, pero importante para nosotros, de preguntas, que nos va a permitir saber cuál fue el resultado de este esfuerzo de adelantar un poco la entrega de los libros.

En realidad, de nuevo, más que buscar esto para hablar de lo mal, para ver qué es lo que más necesitamos hacer para que las cosas funcionen mejor, qué hay que apoyar, igual si nosotros debemos hacer un esfuerzo por todavía ganar algunos días al fin de distribución. En fin, la idea es tener justamente un diagnóstico válido, claro, más que representativo, sino censal casi, de cómo están llegando los libros a las escuelas.

Hay otro tema importante. Hablamos ya de la suficiencia, no debe haber ningún niño que le falten sus libros; quisiéramos que tampoco a ningún libro le faltaran sus niños, que es como ponemos el tema de mandar solamente los libros que realmente van a tener destinatario.

El tema de la oportunidad, hablamos ya de él, la parte que está en nuestras manos. La verdad es que hay que expresar aquí un reconocimiento importante a las autoridades educativas de todas las entidades de la República, a través de los responsables de los niveles de educación básica y de nuestros responsables de la Comisión, el enorme esfuerzo que han hecho ellos también y el enorme interés que han puesto en este tema.

La otra parte es la eficiencia en términos económicos.

Este programa costó como tres mil 126 millones de pesos, que dirán: ¡Qué bárbaro, qué dineral! Pero si ustedes lo dividen entre los 29 de millones de beneficiarios, resulta que a cada uno nos cuesta, todo tomado en cuenta, 108 pesos.

Este es un dato que me parece que habla de la gran eficacia de este modo de hacer llegar el conocimiento, la información, que no margina a nadie, es decir, a donde se pueda llegar caminando puede llegar un libro; que les garantiza a todos los niños tener un mínimo, que creo que es un mínimo más que solvente, en términos de conocimiento, de rigor en los conceptos que se expresan de enseñar el uso de la idioma y de la lengua, de enseñar las habilidades numéricas, sí están muy bien hechos los libros de texto. Entonces todos los niños, sin importar su condición, porque no obsta para ello que no tuviesen el dinero, tienen acceso a estos libros.

Eso creo que fue una de las grandes aportaciones, en particular del Secretario Torres Bodet, a raíz de su experiencia, primero con José Vasconcelos en el ’21, del gobierno de López Mateos y de don Martín Luis Guzmán, que fue el primer director de la Comisión, de asegurar, en esta parte, que son los libros y materiales de estudio, la igualdad de oportunidades y de esta estandarización en una base mínima muy generosa –yo digo– de todo lo que ellos pueden aprender, porque pueden aprender cualquier cosa más, ¿verdad?

Desde el año pasado publicamos en un tiro corto, porque salió un poco después de terminado el ciclo, el catálogo de los libros de la CONALITEG; este año lo hemos vuelto a hacer, justo con la terminación del ciclo, está ya circulando entre autoridades educativas, van, ustedes, a llevarse uno.

Y el catálogo lo que quiere es dar cuentas, es un instrumento de transparencia; también es un instrumento para documentar la actividad del gobierno federal, la Secretaría de Educación Pública y la Comisión en el ramo de la producción y distribución de los libros de texto y otros materiales educativos.

Verán ahí que están por programa todos los libros que se produjeron y se entregaron este año, con su BCBN, con su número de páginas, con su formato, con su portada, con su tiraje y además, al principio está un par de cuadros, en uno de ellos está la matrícula por estado y por programa; es decir, cuántos libros de cada uno de esos programas tenemos en cada uno de los estados, cuya suma total son estos 209 y pico millones de libros.

Luego los costos de cada uno de los programas y algunos indicadores, cuántos títulos corresponden a cada programa; cuánto nos cuesta, por ejemplo, ahí pueden ustedes ver que el promedio del costo de un niño en sus libros de macrotipo de secundaria, por ejemplo, son dos mil pesos lo que nos cuesta un niño y un niño de preescolar, en cambio, nos cuesta 10 pesos solamente lo que le mandamos.

No hay ningún niños promedio ni ningún libro promedio, el costo promedio lo verán ahí, es de… No tiene costo promedio, pero se puede sacar muy fácil, creo que son 14.70 por libro.

Eso es más o menos el uso de los recursos que tenemos.

Quisiera nada más, por último, hablar del Programa de Secundaria porque es importante.

El Programa de Secundaria empezó en 1997 y hubo, a diferencia como decía del de primaria, que es un texto único y que tiene la justificación en controlar la calidad del conocimiento que se difunde.

En secundaria los chicos están más maduros, tienen otro tipo de criterio es más complejo el conocimiento, está un poco más sujeto a algunas modulaciones de punto de vista. Finalmente lo que se enseña en los libros de texto es ciencia, no son opiniones, no son creencias, son conocimientos, es información. Pero en esa información se puede tener puntos de vista.

En secundaria, lo que hizo la Secretaría de Educación Pública es sobre un plan y un programa de estudios único y sobre unos requisitos pedagógicos que debían contener los libros, invitar a los editores a hacer propuestas para estos textos.

El papel que juega la Subsecretaría de Educación Básica, a través de la Dirección General de Materiales es hacer una convocatoria periódicamente para pedir libros –si cambian los programas, obviamente, se hace una nueva convocatoria– para primero, segundo y tercero de secundaria en las distintas materias que tiene la secundaria.

La secundaria tiene 17 materias con el plan de estudios actual; pero el Catálogo de secundaria, que verán aquí, tiene 400 libros, es decir que hay materias que tienen hasta 30 posibilidades distintas de libro.

Estos libros se adquieren directamente de los editores, no los imprime la CONALITEG, los compra terminados; con los derechos de autor, desde luego, incluidos.

Y el gran asunto es cómo escogen los profesores cuál de estos libros quieren.

Hasta antes de 2008 la CONALITEG enviaba a los centros de maestros que son centros que entiendo que tienen que ver con, por ejemplo, trámites, asuntos que maneja la Dirección de Formación Continua; ahí entiendo que hay trámites de registro de los docentes, van ahí con regularidad. Ahí se ponen las colecciones, se ponen los 400 títulos para que ellos los puedan hojear, que siempre es una mejor manera de ver si un libro es más interesante que otro.

Pero a partir de 2008 la Comisión puso en servicio un programa en línea que tiene las siguientes capacidades: Para empezar permite al Director General de Secundaria General o Secundaria Técnica de cada entidad administrar su matrícula, es decir, este número de niños que nosotros acordamos con ellos que tendrían, él los puede repartir en las escuelas que tiene.

De manera que el Director General de Secundaria de Colima, que tiene 120 escuelas o 160 escuelas dice: “Mira, yo tengo 124 mil niños, cuántos voy a tener” y va repartiendo esa matrícula. Y el Director de escuela hace sus grupos y asigna a los profesores a sus grupos; y cuando el profesor tiene su grupo asignado, entonces el profesor puede entrar, registrarse en un sistema y tiene el catálogo en línea donde se pueden hojear los libros. Y dice: “Yo voy a dar biología en el turno vespertino de primero de secundaria y me gustó el libro de Trillas”,

En la base de datos se van registrando todas esas elecciones por el número de niños o niñas que tiene y se construye una gran base de datos en donde la CONALITEG puede saber cuántos libros tiene que hacer de cada uno de esos 400 libros, según la demanda que tiene; ahí sí la demanda de libro es uno a uno porque se supone que de pronto sí también hay grupos muy grandes, parecen que resuelven esto de otra manera.

Tenemos 22 entidades federativas que hacen uso de este sistema y otras 10 que no lo hacen porque son finalmente soberanos, pueden tomar sus decisiones y escogen por academias, por municipios con otros criterios sus libros o a veces es porque ellos prefieren usar el sistema que tienen y nos pasan ellos. Tienen desde 2014 la obligación de cargar en nuestro sistema ese pedido, esa selección que necesitan para su entidad federativa, para su estado; claro, con eso nosotros hemos complicado pedido,

Hay libros que tienen tirajes de 300 mil ó 400 mil, pero los hay también que tienen 20 mil ejemplares nada más; nosotros tenemos la obligación, para ser consistentes con esa oferta de diversidad, de hacerlos todos y hacérselos llegar correctamente a los que los pidieron, que no es tarea simple.

Creo que básicamente éste es un poco el panorama de lo que yo querría comentarles; no sé, Alejandro, si hay otro pendiente.

Y estaría, en todo caso, a sus órdenes, atento a las preguntas que ustedes tuvieran a este respecto.

Lic. Víctor Torres Ruiz: Gracias, maestro.

Laura Poy, de La Jornada, por favor.

Pregunta: Gracias. Buen día.

Un par de preguntas. Aunque me queda claro que la CONALITEG no incide en el contenido de los libros de texto, quería preguntarle: ¿Si para este Ciclo Escolar 2015-2016, que inicia este lunes, hay nuevos libros de texto, es decir, con un contenido diferente, sea en preescolar, primaria? Esa es una duda.

La siguiente tiene que ver con, nos explicaba todo el tema de la distribución, ¿quiere decir que para este ciclo se tiene garantizado que la primera semana de clases mucho más del 56 por ciento de los niños ya tendrán sus libros de texto?

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Con ésa yo me la juego, estoy seguro que sí, la segunda.

Pregunta: No, ¿si tienen un estimado?

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: No, hasta que lo tengamos.

Yo creo que puede subir muy apreciablemente, pero lo vamos a ver.

Y de nuevo nuestros auditores es gente que no tiene ningún interés en quedar bien con nosotros; por el contrario, nos reclamarán por qué no han llegado esos libros.

En cuanto a los nuevos libros, hay algunos libros nuevos, hay tres materiales de preescolar. Para el próximo catálogo pondremos, como en los catálogos comerciales, novedad, así con un sello; pero los materiales nuevos, si no me equivoco es un alfabeto móvil para segundo grado de preescolar.

El alfabeto móvil es esto que se llama scrabble, con el que se juega a hacer palabras con letras. Me parece realmente una gran aportación, porque efectivamente es una manera muy interesante de familiarizarse con las letras para los niños pequeños y hasta esto que llaman habilidad motriz, porque hay que estar poniendo las sillas, no sé, igual se las comen, pero creo que es interesante.

Hay otra baraja, hay un memorama, un juego de memoria que también parece muy feliz aportación, clara.

Y otra baraja, había ya una baraja para números, con pescados y ranas, y ahora hay otra para tercero de preescolar. Esos son materiales totalmente nuevos.

Está, como les decía yo, el Programa de Telebachillerato, son títulos; también lo tienen allí, eso es con educación media superior, son 20 títulos, creo que son para primero, tercero y quinto semestre.

Es importante también, porque el año pasado sufrimos con esto, que en secundaria, que tiene este sistema de selección, desde el año pasado ya conseguimos con apoyo de los editores y de la Subsecretaría de Educación Básica, adaptar para macrotipo y también para código Braille los libros de secundaria, que nunca había habido libros de secundaria sino hasta el año pasado o no se habían entregado de manera sistemática.

Como son distintos, lo que nosotros pensamos, junto con la Cámara       –como digo– y Educación Básica, es: No se pueden adaptar todos, es un trabajo muy complicado.

Es importante entender que un libro Braille no se puede pasar tal como así, tal cual, porque por ejemplo para un niño que no ve todas las referencias espaciales a una fotografía o de cualquier tipo, por ejemplo “fíjate qué tiene el niño en sus manos”, pues no puede verlo; algunas imágenes elementales sí se pueden hacer, pero no todas. Hay que hacer un trabajo de adaptación muy importante.

Una medida de esta dificultad o de esta tarea es que un libro de química para tercero de secundaria, que puede tener 240 páginas, son 14 tomos de 60 páginas de código Braille, que es un libro puesto uno encima de otro es de la altura de la mesa.

También nosotros tenemos mucho interés en ver a la postre qué utilidad tienen, si sirven, si no sirven, si están bien hechos, pero como uno no ha sabido nunca, pues no lo sabemos directamente de los usuarios, desde luego que están hechos con criterios profesionales y con gente que sabe, pero la última prueba es la utilidad que puedan tener en los salones de clase. Este año ya mandamos.

Claro, cuando una maestra de secundaria sabe que va a tener en su grupo un chico con baja visión o una niña ciega, en el catálogo dice “este libro tiene versión Braille”. Estamos seguros de que para cada materia hay al menos dos opciones en biología.

Claro, no podemos tener las 30, pero sí tenemos dos, entonces hay una opción para que el niño que no ve o la niña, tengan el mismo libro que tienen todos sus compañeros y pueda estudiar con ellos.

Eso se ha hecho por primera vez a tiempo este año. Ya se hizo el año pasado, ahora se hizo además a tiempo.

Es lo que creo que hay de nuevo, más éstos, Revueltas y Huerta, que no estaban.

Pregunta: Perdón, sólo dos últimas cuestiones.

Si nos pudiera explicar con mayor precisión lo de los textos, los libros de secundaria, ¿qué porcentaje de los libros que recibe un alumno se adquieren a casas editoriales, si es la totalidad? No me quedó claro eso.

¿Y cuántos de los recursos de CONALITEG se fueron específicamente a este tema de la compra de los libros de secundaria?

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Aquí lo vas a ver, mira, todo el programa de secundaria y preescolar. Aquí lo dice además.

Mira, en el catálogo, abran por favor su libro de texto en la página nueve, la primera columna es el nombre del nombre del programa: Preescolar, Preescolar Materiales, Primaria y tal.

Luego las editoriales, ahí dice, 29 privadas, cinco privadas. Esas son las editoriales que participan.

Luego dice cuántos títulos son; luego dice el costo unitario promedio de los libros, ahí sí es un promedio; luego dice cuánto pone la CONALITEG. Por ejemplo, en secundaria nosotros pusimos 718 millones de pesos y los estados 240 millones de pesos.

Ese es el tema.

Como verán, también bibliotecas escolares, también se compra directamente a los sectores privados y se financia, como ven ahí, con programa de dependencia SEP.

Me parece que lo dicen las notas, qué dependencia sufraga qué programa.

Pregunta: (Inaudible, habló fuera de micrófono)

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Las bibliotecas de tiempo completo, que les comentaba que son juegos de 200 títulos para preescolar, primaria y secundaria, un poco menos, son 195, tampoco nunca se habían repartido, es un programa especial para esas 23 mil escuelas más o menos.

Pregunta: Nada más: ¿Cómo se eligen las casas editoriales?

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Esto entiendo que es… Conocen ustedes la convocatoria para bibliotecas escolares y de aulas, es una matriz que publica la Dirección de Materiales, que en las columnas es preescolar, primero a tercero de primaria, cuarto a sexto de primaria, primero a tercero de secundaria.

Y luego hay temas, libros de lectura y libros de información, entonces hay libros de horror, literatura de viajes y luego hay un libro sobre los planetas.

Ellos, según el acervo que saben que tienen las bibliotecas y el presupuesto con el que cuentan, dicen “ahora quiero un libro de acá, quiero un diccionario de transportes, etcétera”, hacen una matriz.

Y las editoriales que tienen esos libros los mandan y la Subsecretaría hace una dictaminación, que se hace por cierto con el auxilio, con la participación de las entidades federativas.

Por eso se piden 40 muestras de cada libro, porque se mandan 32 de ellas a los estados.

Y de esa selección que se hace a nivel estatal, se escoge los que son más solicitados y se ajustan con el presupuesto y son esos los que se escogen.

A partir de esa selección primera se hizo la selección de tiempo completo, es decir, de los libros que tenían mejor dictaminación, porque aquí como verán, también fueron 31 de bibliotecas de aula, pero de tiempo completo fueron 595.

Normalmente a las convocatorias llegan muchos más de los libros que se van a comprar, porque cada editorial tiene interés de poner todos los que puede o todos los que tiene, a veces no con toda la calidad que sería deseable, entonces hay muchos más.

Los que tienen mejor, como ahora está esta palabra de prelación muy en boga, los que tienen prelación, los que están mejor calificados, son los que van escogiendo.

Lic. Víctor Torres Ruiz: María, de La Razón, por favor.

Pregunta: Buenos días.

Mi pregunta es en torno a qué está haciendo ahora la SEP. Hay estados como Michoacán, Oaxaca, que ya implementaron, a través de su modelo educativo de educación, sus propios libros de texto.

¿A cuánto ascienden las pérdidas económicas en este caso de la CONALITEG por esos libros? ¿Con estos libros se espera un mayor rezago en estos estados?

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Mira, es importante decir que el libro es único y es obligatorio. Es decir, si no se usa ese libro o los libros que autorice la Secretaría de Educación Básica, es un delito, no está bien.

Por otro lado, decir que nosotros no sabemos quiénes son esos niños que sus maestros no se los quiere dar y nosotros mandamos libros para la matrícula que nos dicen.

Ignoramos cuántos libros no se entreguen, no tenemos una manera clara de medirlo, porque no es que se queden en el almacén de nuestros responsables de distribución, sino se mandan y no tendríamos modo de saberlo.

Pregunta: Okey, por ejemplo, la manera de no entregarlos…(inaudible)…

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: En algunos lugares como Zamora, en algunas escuelas de Apatzingán.

Lo que nos han dicho nuestros corresponsales es que es un problema, pero no es un problema generalizado, es un problema localizado en algunos municipios y en algunas escuelas.

Pregunta: ¿Pero tiene un monto estimado de libros?

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: No, porque no sé cuántos libros no se usan.

Hay que decir que si los libros no se usan y se quedan en el almacén nos los pueden regresar, en rigor no es una cosa que se pierdan.

Pregunta: Y de qué manera van actuar ustedes para que estos maestros que le menciono, que es en Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Michoacán, que se niegan a usar los libros de texto gratuitos.

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: En nuestras manos no hay ningún elemento como Comisión Nacional; nuestra tarea es que los libros estén a disposición de los niños que los necesitan.

Lic. Víctor Torres Ruiz: Liliana Hernández, de Excelsior, por favor.

Pregunta: A mí no me quedó claro cuántos son los libros que estarán en las escuelas para el inicio de clases, porque en sexenios pasados se decía, incluso el pasado decía que en el inicio de clases todos los niños, todas las escuelas iban a tener ya sus libros y decía que esto no iba ser así en este próximo ciclo escolar y que tampoco fue así el año pasado.

También mi duda es si los libros de este ciclo escolar ya van con el nuevo modelo educativo que presentaría la SEP en este mes, y que no lo ha hecho, o simplemente son los libros corregidos por las fallas ortográficas que hubo y si esta vez ya revisaron que no haya fallas ortográficas.

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: De nuevo, creo que siempre ha sido la intención tenerlos el primer día, pero lo que yo quise dar fueron algunos elementos para que ustedes mismos valoren la complejidad de la tarea de distribución.

Creo que la realidad, en relación a este tema de la oportunidad con la que llegan los niños a la escuela la conoceremos, no sé muy bien, septiembre, por ahí, con este reporte de los consejos de participación social en las escuelas, de cuándo recibieron estos libros.

Por lo que toca a los libros de nuevo modelo, no son de nuevo modelo, son los libros que ya estaban y nosotros tenemos una confianza plena en la corrección que se hizo de los errores que tuvieron, que se hizo ya para los libros que circularon el ciclo pasado, del ’14-’15.

Lic. Víctor Torres Ruiz: Judith Hernández, de Canal 11, por favor.

Pregunta: Dice que tienen 20 nuevos títulos, si no entendí mal, para bachillerato.

¿A qué se debe que ahora la CONALITEG también esté haciendo libros para bachillerato? ¿Por la obligatoriedad?

¿Se piensa en próximos ciclos hacer más textos para este nivel?

Otra cosa: Ahora con la entrega de tablets, ¿en algún momento se piensa pasar estos libros del papel a libros electrónicos, como contenidos para estas tabletas?

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: En el tema de Telebachillerato, es una cuestión que está en manos de la Subsecretaria de Educación Media Superior, nos encargaron este programa de Telebachillerato como un primer programa para entregar libros a los alumnos matriculados en esta modalidad de bachillerato, esos planes futuros creo que habría que, en todo caso, preguntarle a Educación Media Superior.

En el tema de los libros, nosotros no hemos encabezado una iniciativa para ponerlos, desde luego se puede hacer; esto, más bien, está ahora en manos de la Dirección de Materiales y de Aprende México, que es la que está haciendo el reparto de las tabletas.

Los libros hay que pasarlos a lo que se llama un EPUB, una publicación electrónica, requieren de un proceso diferente, para que no sea nada más PDFs que se hojeen porque así no tiene mayor novedad. Nosotros de momento, ahora no estamos trabajando en eso.

Lic. Víctor Torres Ruiz: David Santiago de Formato 21, por favor.

Pregunta: Buenos días.

Para preguntarle, ¿ya fueron revisados al 100 por ciento todos estos libros; no va a pasar como en los años pasados que tenían errores ortográficos, en cuestión de ortografía están bien identificados?

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Sí. Sí, es la pregunta que me hizo la compañera. Sí.

Lic. Víctor Torres Ruiz: ¿Alguna última pregunta, amigos?

Pregunta: Perdón por insistir en este terreno, pero podría darle alguna certidumbre a los padres de familia, a los profesores en el interior de la República y en el Distrito Federal de qué impactaría a la crisis en el servicio y el trabajo de la CONALITEG; cómo tienen garantizado que en 2016, por los datos tan delicados y preocupantes que hemos escuchado de la economía, no sólo de México, sino del mundo, que hay garantías que habrá Libro de Texto Gratuito, por lo pronto para los próximo ciclos escolares.

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: No puedo dar una garantía, pero yo creo que es un programa clarísimamente que es una prioridad de este Gobierno y del Secretario en particular.

Pregunta: (Intervención Fuera de Micrófono) ¿Como cuánto necesitaría para que funcionara…?

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Aquí tienes el valor de este programa.

De recursos de la CONALITEG sean dos mil 433 millones de pesos. Habría que tener en cuenta que muchos de los insumos de la producción tienen precios internacionales. Por ejemplo, la celulosa de papel, la materia prima del papel.

Necesariamente se tendrían que ver reflejados los aumentos en los costos y sí eso origina esto que se llama una presión de gasto, es decir, probablemente necesitemos más recursos para el mismo programa.

Pregunta: Si bien no está como facultada para que se vigile si los libros de texto llegan o no llegan a ciertas comunidades, a ciertas localidades del país, entonces ¿qué instancia estaría facultada y cómo podría corregirse este hecho?

Que si bien a lo mejor tampoco tiene la certeza de que lleguen al primer día de clases también por este tipo de cosas, a lo mejor en otras localidades se escucha de la venta también de libros.

¿Qué certeza se puede tener?

Y además, ¿cuál es la instancia que le corresponde vigilar este hecho?

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Como decía yo, la instancia que le toca preocuparse por tenerlos a tiempo, una vez que se los entregamos, son los que operan el sistema de distribución en cada uno de los estados; con los que, insisto, nosotros estamos en contacto y son gente totalmente responsable, muy comprometida que yo creo que harán su mejor esfuerzo.

Es difícil que en este proceso tan grande no haya un tropiezo, que salga perfecto; pero seguramente saldrá mucho mejor.

Y como digo, la auditoría que tendremos no remedia, pero sí revela cosas que se pueden mejorar. Porque claro, además lo que va a ubicar es en qué parte, es decir, como es cada escuela la que dice cuándo llegaron, se va a ubicar dónde están llegando más tarde. Eso ayudará mucho para mejorar la planeación el año que entra para hacer llegar los libros.

¿Qué puede pasar?

Que por alguna razón las cinco semanas que este año tuvieron, del 17 de julio al 24 de agosto, todavía sean insuficientes, veríamos nosotros tratar de terminar una semana antes.

Lic. Víctor Torres Ruiz: ¿Alguien más?

Pregunta: Si los libros no llegan, ¿qué pueden hacer los papás?

Porque muchas veces pasa que falta alguno de equis asignatura o faltan varios, hay escuelas en las que no hay; y los papás no saben a quién pedirle, se supone que tendría que decirle a la escuela.

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Sí.

Pregunta: Pero en caso de que la escuela no les dé respuesta a los papás, ¿qué pueden hacer?

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: La verdad es que es muy poco frecuente; no es que haya que dar la confianza a ciegas, pero tampoco hay que desconfiar por principio de las cosas. Yo creo que este sistema funciona básicamente bien.

Y cuando no pasa, a veces a nosotros nos mandan un correo; lo que tratamos es que la cadena funcione bien.

Por ejemplo, ¿dónde sí es más frecuente? Y ustedes entenderán por qué. En los libros Braille o los libros de macrotipo, porque no es un libro que va a todos los niños de la escuela, sino a un niño que está en una escuela que a lo mejor ya no es la misma.

Eso, por ejemplo, nosotros hemos pensado eventualmente que en un futuro se les podrían mandar a su casa, si no es que tampoco les conviene, a lo mejor prefieren dejarlos en la escuela; por ejemplo Braille la verdad es que tienes que tener un mueble especial para guardar tus libros de texto, sobre todo si además te quedas año con año los que has estado usando.

Pero ahí sí hay un poco más margen de error, pero la cadena de comunicación y de suministro está armada, atenta y ha funcionado en la mayoría de las ocasiones.

Que digamos, quizá haya habido un poco de relajamiento en la importancia de que estén el primer día o la primera semana, puede ser, pero justamente es lo que esta administración se ha preocupado mucho por evitar.

Pregunta: (Inaudible)

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: No, ya me lo habían preguntado, no te puedo decir.

Allá, está chica tiene un rato y no…

Lic. Víctor Torres Ruiz: Última pregunta, por favor.

¿Alguien más?

Pregunta: …50 por ciento, como dijo, del año pasado para este ciclo escolar.

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Lo que digo es que creo que se ha hecho un esfuerzo muy denodado, que hay un gran compromiso, que está muy claramente comprendida la importancia de que lleguen a tiempo y que yo sé que será mucho mejor el desempeño que el año pasado y que tenemos de nuevo jueces mucho más severos que nuestra propia encuesta de cuál ha sido el éxito que tengamos en esto.

Lic. Víctor Torres Ruiz: Laura, por favor.

Pregunta: Nos comentaban que algunos estados mandaban más, un poco más de la matrícula que realmente tenían y que ésos también eran libros que se quedaban sin niños.

¿Cuántos libros tenían en esta condición, o sea, cuántos se producían que al final se quedaban en bodegas o que no le llegaban a un niño?

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Varía mucho estado por estado, pero pudo haber sido un tres, un cuatro por ciento.

Pregunta: ¿De su producción?

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Quizá un poco más.

Aquí de nuevo, perdón, pero este libro no dice mentiras. Ah, no, porque aquí no viene la del año pasado.

El año pasado la matrícula era, son 29, 28,890, nada más que reaccione esto, permítanme.

Porque sí hicimos este trabajo con los responsables de distribución, hicimos este trabajo de que realmente apretar la matrícula y bajó…

Pregunta: (Inaudible)

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: ¿Perdón?

Les repito: La medida de esto es lo que disminuimos trabajando con los responsables de distribución y las autoridades educativas de la entidad, es el tamaño global de la matrícula.

En 2014-15 la matrícula que atendimos fueron 30 millones 179 mil 103 beneficiarios de nuevo, básicamente alumnos; y en 2016, la que tienen ahí, que son 28,893,110. Si se saca la diferencia es 4.26; digamos que en ese orden estaría esos libros que pudieron eventualmente haberse quedado.

Lic. Víctor Torres Ruiz: ¿Alguien más?

Muchas gracias por acompañarnos; maestro, muchas gracias.

Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores: Gracias a ustedes.

Lic. Víctor Torres Ruiz: Buena tarde. Hasta luego.

Audio. Conferencia de Prensa del director general de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos, Mtro. Joaquín Díez-Canedo Flores