Emilio Chuayffet Chemor: Señor Gobernador del Estado de Jalisco;

Excelentísima Embajadora de Israel en México;

Señor Rector de la Universidad de Guadalajara;

Honorable presídium;

Distinguidas señoras y distinguidos señores:

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define el concepto de feria como una fiesta, como una concurrencia, como una instalación y como un descanso.

Significar es evocación y destino. Aquí se permuta bien, espero -sobre todo-, se sucede un intercambio de la mayor importancia, que es el de la genialidad en todo su soporte.

Fiesta de libros. Es un espectáculo construido sobre la diversidad y la contradicción tan típicas de la palabra escrita. Es masiva y al mismo tiempo defiende el encuentro único e irrepetible de cada individuo frente a un texto. Es parte de un mundo complejo y al mismo tiempo no busca simplificarlo.

Las páginas han inundado definitivamente nuestras vidas desde que Gutenberg imprimiera hace más de cinco siglos la Biblia de sus 42 líneas.

Hoy vivimos en constante y creciente relación con la voz escrita, aunque en muchas ocasiones ya no se encuentre estampada en papel.

Leer ha desempeñado un rol fundamental en la cultura y en la educación, ha sido parte inseparable e instrumento clave para formar y definir nuestro acervo cultural y humano.

Partimos de la certeza, de que bastaría con que las personas fueran capaces de leer y escribir para que pudieran mejorar sus competencias para la vida y el trabajo, combatiendo la exclusión y la marginación.

La lucha emprendida el siglo pasado contra el analfabetismo es una hazaña de la que como mexicanos podemos sentirnos orgullosos. Sin embargo, es claro que lo realizado es apenas el principio.

Además de alfabetizar a la población la cuestión es hacerla permanentemente lectora, para que pueda investigar, formarse, conocerse, multiplicar su experiencia y desarrollar su espíritu crítico, habilidad imprescindible de esta sociedad del conocimiento.

Nuestros niños y jóvenes merecen un lugar en la vanguardia y para conseguirlo hace falta que también pongamos en el centro a sus maestros. Hoy, como siempre, ellos son los cimientos y el corazón de todos nuestros esfuerzos.

No existen treguas para la formación de los futuros mexicanos. Por esta razón desde el comienzo de su gobierno el Presidente Enrique Peña estableció que la prioridad de su gobierno es la educación. Fundándola en los pilares de la calidad y la equidad que significan, a fin de cuentas, impulsar el desarrollo de las capacidades y habilidades integrales de cada persona dándoles herramientas para la vida.

La lectura, además de ser un instrumento fundamental para la adquisición del conocimiento, es fuente de disfrute y de descanso.

Cada que abrimos un libro, ya sea una fábula, un ensayo, un manual técnico o un tratado académico hacemos más sólidos los cimientos que nos permiten crecer personalmente y de manera intelectual.

No podemos soslayar la indudable importancia de las editoriales. La irrupción de las nuevas tecnologías y del mundo digital está generando nuevas oportunidades, pero también nuevos desafíos. Ahí está, por ejemplo, el de la propiedad intelectual y su protección, fruto del talento y del esfuerzo de nuestros creadores.

En el gobierno del Presidente Peña estamos convencidos de que no hay nada más universal y abierto que los libros y que su fomento y protección es una prioridad que no admite dilaciones.

Con la Reforma Educativa, el Programa Nacional de Lectura y otros esfuerzos que habremos de emprender, llevaremos a cabo la trascendental tarea de formar lectores, fundamento de los buenos  ciudadanos.

Hoy celebramos el inicio de la Vigésimo Séptima Edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, evento que se ha consolidado como patrimonio vital de Iberoamérica.

En esta ocasión en que Israel ha sido invitado para enriquecer nuestro conocimiento de su cultura y arte, recordamos a ShmuelYosef Agnón, Premio Nobel de Literatura. Así como a grandes autores como a Yosef Haim Brenner, a Amos Oz, David Grossman y Meir Shalev.

Gracias a esta feria tendremos oportunidad de reencontrarnos con algunos de ellos, conocer a otros y disfrutar lo que todos han dicho.

Felicitamos a los ganadores de los premios y reconocimientos como el Sor Juana, el Mérito Editorial, el Bibliófilo, el Bibliotecario, el homenaje Fernando Benítez, el homenaje Arpafil, el premio La Catrina y los demás galardones dados en colaboración.

Mención especial merece Yves Bonnefoy, Premio FIL de la literatura en Lengua Romances de 2013, cuya semblanza hemos escuchado magistralmente en la voz de Homero Aridjis.

Traductor y ensayista Bonnefoy es ante todo como él mismo lo dijo un poeta que describe la majestad de las cosas sencillas. Para él, cito: “nada hay antes del lenguaje, pues no hay conciencia, y por lo tanto no existe el mundo sin un sistema de signos”. Y tiene razón, la lengua, las palabras son el comienzo de la civilización.

Concluyo esta intervención felicitando a todos los participantes en esta feria y recordando a otro gigante que sintetiza el espíritu de la misma FIL. La literatura, escribió Mario Vargas Llosa, es patrimonio universal, pues abarca toda la experiencia humana, la refleja y contribuye decisivamente a modelarla.

Muchas gracias.