Ciudadano Presidente de la República; ciudadano Gobernador del Estado de Morelos; honorable presídium; distinguidos maestros y alumnos que hoy nos acompañan.

Señoras y señores:

Hoy, comienza, por primera vez en México, un ciclo escolar bajo la vigencia de la Reforma Constitucional Educativa impulsada por el Presidente Peña Nieto, que establece la obligación de proporcionar una educación que conjugue satisfactoriamente la equidad con la calidad, en la búsqueda de una mayor igualdad de oportunidades para los mexicanos.

La educación es una demanda social que está interrelacionada con todos los demás derechos. Por lo tanto, si el Estado no garantiza la educación, está cerrando la posibilidad al cumplimiento y vigencia de los demás Derechos Humanos.

Queremos formar, a través de la educación, mujeres y hombres libres, que sean críticos, demócratas, solidarios, nacionalistas y profundamente responsables. Que amen la justicia y sepan apreciar la belleza. Que descubran en la historia la riqueza de su presente, y que se yergan ante él con la fuerza que sólo da el conocimiento de la propia historia.

Qué mejor lugar para iniciar esta nueva etapa educativa de México, que Morelos; el estado que lleva el nombre del prócer de la Independencia, que en unos días cumplirá 200 años de haber convocado al Congreso Constituyente de Chilpancingo, y hablando en él, al leer Los Sentimientos de la Nación, estableciera que las leyes deben ayudar a la instrucción del pueblo.

Es la primera ocasión en que Enrique Peña Nieto, uno de los Presidentes que mayor atención ha puesto a la educación, inaugura un ciclo escolar. Y lo hace, poniendo en marcha dos programas que hacen efectivo su compromiso con la formación de calidad que México demanda: Escuelas de Tiempo Completo y Escuelas Dignas.

Con el Programa de Tiempo Completo, no buscamos hacer lo mismo que antes, sino que queremos aprovechar mejor las jornadas escolares para que los alumnos logren el mayor desarrollo en sus ámbitos académico, deportivo y cultural, impartiendo, así, una educación integral.

Y con el Programa de Escuelas Dignas, pretendemos que se enseñe en lugares dignos, con instalaciones adecuadas.

Por ello, queridos maestros, hoy se vuelven a incorporar a la más hermosa de las tareas humanas; la de seguir aprendiendo, enseñando. A lo largo de la historia de nuestro país, ustedes son fundamentales e insustituibles para el sistema educativo.

Para educar, no sólo se requieren conocimientos, sino la fuerza del ejemplo personal. El maestro educa, decía Reyes Heroles, porque tiene autoridad moral para hacerlo.

A la fuerza de sus ideas, se suma el ejemplo de la mística y de la rectitud de su propia vida.

A los queridos directores y supervisores, les decimos que tenemos clara la importancia de su labor, fundamental para que en los centros educativos todo funcione mejor.

Sabemos que a la compleja misión que supone la educación de los alumnos, hay que añadir la gestión y organización de instituciones integradas por muchos profesionales.

Hace unas semana comenzaron a operar, desde hace años no ocurría, los Consejos Técnicos Escolares; instrumentos de apoyo para ustedes, en los cuales queremos acompañarlos para que puedan tomar las mejores decisiones, y resolver, así, la problemática que existe en las escuelas.

A los padres de familia no hay que recordarles que también son ustedes parte de la responsabilidad educativa, igualmente deseosos de que sus hijos aprendan, e igualmente obligados a enseñarles, con su ejemplo.

Su preocupación e interés en seguir día a día la evolución de niños y jóvenes, transmitiéndoles desde el hogar los mejores principios y valores, nos deja en claro que sin su participación sería imposible alcanzar la educación de calidad que deseamos.

Felicito al señor Gobernador de Morelos, Graco Ramírez, por el ejemplo que brinda al iniciar el día de hoy, el ciclo escolar en su estado.

Me dirijo, también, a la sociedad, en virtud de que ésta preserva y reproduce a partir de sus propios modelos educativos.

En este momento de nuestro país, todos tenemos algo qué decir y qué aportar para que la educación de calidad sea la bandera que lleve a México al desarrollo.

Y, finalmente, un mensaje de todos nosotros, los que laboramos por instrucciones del Presidente Peña en la Secretaría de Educación.

A los alumnos:

Cada uno de ustedes tiene una responsabilidad con su propia educación. El esfuerzo en el estudio es su apuesta más segura para el futuro. Estudiar mucho y bien es una condición indispensable para el propio mérito.

No tengan miedo de hacer preguntas. No tengan miedo de pedir ayuda cuando la necesiten. Preguntar y pedir ayuda no manifiesta debilidad, sino fortaleza.

No se dejen llevar por los modelos que no valoran al compañero que estudia, que se esfuerza y que consigue buenas calificaciones.

México, jóvenes y niños, necesita que cada uno de ustedes desarrolle sus talentos, sus habilidades y su inteligencia, porque si no lo hacen, están abandonando el futuro del país.

Pero si son responsables y hacen lo que les toca hacer; estudiar, entonces, como diría don Belisario Domínguez, el héroe chiapaneco: la Patria estará salvada.

Muchas gracias.