Hermosillo, Sonora, a 27 de febrero de 2014.

Señor gobernador Constitucional del estado de Sonora.

Distinguidos Secretarios de Educación de los Estados de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora.

Señor subsecretario de Educación Superior.

Estimados representantes sindicales, queridos maestros, jóvenes normalistas que hoy nos acompañan, señoras y señores:

Me ha dado mucho gusto estar en Sonora, esta mañana en la inauguración de un foro que es fundamental para el desarrollo de la educación al amparo de la Reforma Educativa. Un estado que ha sido cuna de las figuras que ya mi Subsecretario me robo y dijo, y al que, en venganza le voy a agregar tres nombres del género femenino que él no mencionó Doña Ignacia Echeverría, Doña Rafaela Rodríguez y Doña Almira de la Bara que fueron como los tres citados profesores grandes normalistas de Sonora.

Le quiero agradecer al señor Gobernador, a Don Guillermo Padrés Elías, su hospitalidad a esa tierra que amalgama desierto, mar y montaña y quien ha buscado desde el inicio de su mandato cambiar la vida de los sonorenses por medio de la educación.

Hoy hace justamente un año entró en vigor la Reforma Educativa, la cual como todos sabemos, tiene como fin último que toda la educación sea de calidad y que toda se preste con equidad. Actualmente nos encontramos en el arduo proceso de llevarla a cabo y de materializar lo que el Congreso de la Unión y los Congresos locales han aprobado para que lleguen esos mandamientos legales al trabajo en el aula de cada escuela de México.

Resulta para ello indispensable renovar el actual Modelo Educativo, y esa fue la razón por la que la Secretaría a mi cargo emprendió una vasta consulta a la sociedad a través de 18 Foros Regionales y 3 Nacionales en todos ellos tendremos la oportunidad de oír todas las voces y todas las propuestas.

Hoy nos hemos reunido para realizar un diagnóstico de la Educación Normal que nos permitirá determinar un plan para su rediseño y fortalecimiento. Si leen no se trata de expresar opiniones personales quiero pedir la venia de todos los asistentes de este Foro para hacerles saber la mía como uno más de los integrantes de la comunidad académica de México, estoy a favor de las Normales de que se mantengan, de que se fortalezcan, de que sean los planteles que le sigan dando a México docentes dotados de mística, de profesionalismo y sobre todo, de la autoridad moral sin la cual no se puede enseñar.

Las Escuelas Normales Superiores, primero en el siglo XIX y después en el XX con la Revolución Mexicana, tuvieron un papel trascendental en la transformación educativa de México. Educar a los educadores provocó una reacción en cascada que fertilizó y distribuyó por todo el país el impulso a la formación docente. Estas instituciones fueron pensadas para tener una flexibilidad capaz de adaptarse a las distintas realidades del Territorio Nacional, a la vez de conservar un objetivo único, es decir, autonomía sin atomización.

Con la creación de la Secretaría de Educación Pública en 1921, el sistema normalista fue reorganizado como proyecto de Estado, tras la apertura de la primera escuela normal regional dependiente del gobierno federal en 1922. Desde entonces, esta modalidad ha formado una nueva cultura escolar que la distingue de todas las demás instituciones.

Las escuelas normales, entiéndase bien, nacieron y se han interpretado bajo el signo de la diversidad. No respondieron nunca a un solo proyecto ni se fundaron en un solo momento histórico. Son heterogéneas en su origen y en esa heterogeneidad esta su fuerza, el punto de los desarrollos diferenciados y complejos que hoy representa el país.

Nos preocupa no solo el normalismo, nos preocupa también el posnormalismo, nos preocupa la formación continua del docente. Hoy me da mucho gusto que al terminar mi gira por el estado de Sonora, señor Gobernador me lleve a una escuela de excelencia, a un centro de excelencia que es promotor de proyectos de investigación para la educación normal y hoy les anuncio, aquí en Hermosillo, que el Presidente de la República ha dispuesto para el próximo ciclo escolar becas para los maestros que recién egresan de las normales a efecto de que puedan llevar a cabo cuatrimestres profesionales en otros países, de manera que la movilidad del docente sea parte de su currículum, de manera que la movilidad del docente sea parte de su experiencia y sea parte de su conocimiento, felicidades.

México le debe mucho a sus maestros. Lo que somos cada uno de nosotros y lo que hemos querido ser como nación ha dependido en muy buena medida de los maestros que son auténticos sembradores de esperanza, como reconoce la reforma y contrario a lo que algunos han dicho, la formación de los profesores no es punitiva es un aliento para que sigan desempeñando un papel cualitativo sustancial en el aprendizaje de las y los mexicanos. Por tal motivo, es muy clara nuestra preocupación por dotarlos de certezas en su desarrollo y una mejor formación.

Queremos que los futuros profesores desarrollen las competencias necesarias para explotar el máximo el potencial de los niños y jóvenes del país, propiciando además que quienes se integren al servicio profesional docente, cuenten con las bases teórico prácticas que garanticen la calidad y la equidad en la educación.

En este sentido, la labor del docente debe centrarse en tres principios fundamentales:

  1. Enseñar a pensar, al desarrollar en los educandos un conjunto de competencias que les permitan aprovechar al máximo su razonamiento.
  2. Enseñar sobre el pensar, lo que permitirá estimular a los alumnos en la toma de conciencia de su propio bagaje intelectual.
  3. Y finalmente deben enseñar bajo la base del pensar, que implica incorporar de manera clara objetivos de aprendizaje, adaptándolos a las distintas áreas de conocimiento y niveles educativos y siempre a un pensamiento lógico que le permita al alumno poder avanzar en su formación profesional.

Leí hace poco un libro que decía que no debemos educar para el trabajo, lo decimos una y otra vez, hay que educar para que el alumno tenga empleo, el autor decía algo que es más importante y que quiero compartir con ustedes: hay que educar para la vida, hay que educar para que cada joven no tenga un empleo, sino una vida por delante que sepa resolver, el empleo será consecuencia de educar para la vida.

Como ha apuntado Grell, debemos abandonar la tentación de imponer al futuro profesor un modelo de cómo ser y cómo actuar. Queremos formarlos para que sean capaces de identificar su propio estilo de actuación, reconociendo las funciones que cumplen y las reacciones que producen, considerando siempre a la relación maestro-alumno como elemento central.

El éxito de la educación normal, como decía José Esteve, depende de dos elementos clave: de su adecuación a las dificultades reales de la práctica de la enseñanza, y del dominio de recursos que permitan reaccionar ante dichas dificultades.

Las propuestas que se van a presentar en este foro van a constituir una aportación valiosa en la búsqueda de soluciones a la problemática normalista, y nos permitirán dar un paso más en la comprensión del fenómeno educativo, al constituirse como un ejercicio de imaginación y de previsión de las necesidades y demandas que los maestros requieren.

A lo largo de estas sesiones y en los siguientes eventos, habremos de discutir la modernización de la formación de los maestros, su papel y el de las instituciones que imparten este tipo de educación, su transformación y la del vínculo del profesional docente con las realidades del sistema educativo, la planeación, la evaluación y el seguimiento de lo que llamamos posnormalismo.

Sin embargo, debo reconocer que no basta con proponer nuevos modelos. Habrá que vencer inercias y abatir resistencias. Ser capaces no sólo de introducir la renovación sino de reconvenir o contrarrestar las actitudes y conductas que se oponen al logro de nuestras metas como docentes.

En ese sentido, el maestro no está solo, lo acompaña el Gobierno de la República.

La historia de la educación normal permanece, está en los libros, pero trasciende a ellos, trasciende en la memoria del pueblo mexicano. Cada mexicano recuerda con alegría y nostalgia el nombre de sus maestros, el impulso que le dieron, el rotundo giro que imprimieron a su vida, y cada mexicano recuerda esa tradición acumulada, esa síntesis de prácticas y de concepciones metodológicas, cuyo caudal de experiencia, hoy, debemos renovar y transformar en favor de un nuevo rostro de la educación mexicana.

Señor Gobernador, le agradezco la hospitalidad para participar en este foro y a ustedes su paciencia. Los exhorto a seguir honrando con su trabajo los ideales que sembraron los maestros que han hecho huella en la brillante historia de la educación en México. Repito, lo que hace muchos años decía como Secretario de Educación en mi tierra, en el Estado de México; “Ser maestro es siempre un orgullo”. Felicidades por ser los protagonistas de la transformación del país.

Muchas gracias.