Boletín de Prensa 004

Con esta medida, el país ahorrará más de tres mil millones de pesos anuales.

A partir del primero de enero de 2015, y como resultado de la aplicación de la tercera etapa de la NOM-028-ENER- 2010, emitida por la Secretaría de Energía (SENER), a través de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE), en México ya no se venden lámparas incandescentes de 40 watts (W) o más, que prácticamente dominaron el mercado de iluminación doméstica desde principios del siglo pasado.

La CONUEE estima que la aplicación de esta NOM representará una reducción anual del consumo de energía eléctrica, cercana a los mil millones de kilowatts hora, lo que significará un ahorro de mil millones de pesos a los hogares y cerca de 2 mil millones de pesos en subsidios, además de reducir la emisión de gases de efecto invernadero en 500 mil toneladas de CO2 equivalentes al año.

La NOM-028-ENER- 2010, Eficiencia Energética de Lámparas de Uso General, entró en vigor el 7 de febrero de 2011, y establece los límites mínimos de eficacia y los métodos de prueba para verificarlos, de las lámparas o focos destinados a la iluminación en los sectores residencial, comercial, servicios, industrial y alumbrado público.

El cumplimiento de la norma se dio de manera gradual en tres etapas: La primera eliminó del mercado las lámparas incandescentes convencionales de 100W y mayores, a partir del 31 de diciembre de 2011; la segunda limitó la comercialización de lámparas incandescentes convencionales de 75W y mayores, desde el 31 de diciembre de 2012; finalmente, en 2015 ya no se pueden comercializar las lámparas incandescentes convencionales de 60 y 40W.

La NOM-028-ENER- 2010 se elaboró tomando en consideración la existencia en el mercado de lámparas de nuevas tecnologías, más eficientes y durables, que justifica su costo de inversión, lo que representa para el usuario un beneficio económico a través de su vida útil.

Estas nuevas tecnologías son: lámparas incandescentes con halógeno, fluorescentes compactas autobalastradas (LFCA) y de diodos emisores de luz (LED, por sus siglas en inglés). Si bien estos productos tienen un precio mayor que el de los focos incandescentes tradicionales, su consumo de energía es mucho menor y su vida útil superior, lo cual representa beneficios a los usuarios.

Asimismo, con el propósito de cuidar la economía de las familias de más bajos ingresos y apoyarlas en la adquisición de lámparas más eficientes, en una labor coordinada, la SENER, el  Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) y DICONSA, iniciará en cuatro estados un programa que entregará LFCA a familias que se ubican en localidades de hasta 100 mil habitantes.