Así como lo lees, una mosquita puede afectar a un sinfín de productos vegetales y frutales, ya que se puede adaptar a cualquier clima, y reproducirse fácilmente. Imagínate, la hembra durante su vida  pone un promedio de 300 huevecillos y cuando le favorecen las condiciones de ambiente y alimentación hasta 800.

Aunque la mosca no tiene la capacidad volar grandes distancias, supera las barreras geográficas pues se dispersa fácilmente a través de vehículos como avión, barco, tren o automóvil, turistas o fenómenos metereológicos como huracanes y tormentas cuyos fuertes vientos movilizan plagas de un país a otro.

Es el caso de la Mosca del Mediterráneo que apareció por primera vez en África y posteriormente se extendió a zonas de climas templados hasta llegar a América y luego a México.

La Moscamed se reportó oficialmente en el continente americano en 1975 en Guatemala, y posteriormente, esta plaga tan invasiva, logró pasar fronteras y se instaló en México en 1977 en Tuxtla Chico, Municipio fronterizo con Guatemala. Y evidentemente los daños en la agricultura fueron catastróficos.

¡No hay porque alarmarse!, afortunadamente, en nuestro país ya no se encuentra presente, gracias a los trabajos que las autoridades sanitarias realizaron durante 35 años hasta lograr la declaración de este país como zona libre, lo cual permite a los productores mexicanos ser campeones exportadores de hortalizas, mango, aguacate, guayabas y limones, entre otros.

Sabías que… una de las medidas sanitarias utilizadas para erradicar y controlar esta plaga es la Técnica del Insecto Estéril, la cual consiste en cría y esteriliza moscas macho para disminuir la reproducción de las hembras.

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