En 2012, el albergue “Comunidad Ecológica Itzcuincle”, donó al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) un enorme y peculiar perro, que luego de vivir atado a un árbol, fue rescatado y se convirtió en un maestro para perros rastreadores.

Morgan, con un solo ojo y su distintivo parche, que le dio su nombre, inició su adiestramiento el 30 de enero del mismo año, en las instalaciones del Centro Nacional de Desarrollo y Adiestramiento de la Unidad Canina (CENADUC), ubicado en Tecámac, Estado de México.

A pesar de ser un animal con limitación física visual, fue ideal para detectar productos y subproductos de origen animal y vegetal por su gran capacidad olfativa e inteligencia.

Hoy lamentamos su muerte, quienes gozamos de su presencia, recordamos con alegría su paso por el CENADUC en donde realizó las actividades de exhibición en el proceso de inspección y fue de gran ayuda para la capacitación de los oficiales que manejan caninos del SENASICA.