• La temporada de avistamiento inició el 15 de diciembre de este año y concluye el 15 de mayo del 2014
  • PROFEPA realiza operativos de vigilancia con la finalidad de garantizar que se cumpla la legislación ambiental de protección a los cetáceos.

Fotografías

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través de la Dirección General de Vida Silvestre, informó que en Baja California y Baja California Sur se otorgaron 441 permisos a prestadores de servicios para la observación de ballena gris, mientras que en Nayarit, Jalisco y Sinaloa se otorgaron 203 permisos para la observación de ballena jorobada.
 
Al iniciar la temporada de avistamiento de las ballenas 2013-2014, del 15 de diciembre de 2013 al 15 de mayo de 2014, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) puso en marcha el Operativo de Vigilancia para la Protección de los Cetáceos, en donde realizan inspecciones a los prestadores de servicios turísticos, recorridos de vigilancia y operativos con la finalidad de garantizar que se cumpla con la legislación ambiental.

Para llevar a cabo el aprovechamiento no extractivo de estas especies se cuenta con un plan de manejo al que deben ajustarse los prestadores del servicio, cuyos lineamientos y especificaciones relativas a su protección y la conservación de su hábitat se enmarcan en la Norma Oficial Mexicana NOM-131-SEMARNAT-2010.

La NOM131 establece que tanto en las áreas naturales protegidas como en una franja de dos kilómetros de la costa hacia mar abierto son zonas restringidas para la observación de estos animales, ya que son áreas donde las madres alimentan y cuidan a sus crías.

La ballena jorobada fue la segunda especie en ser protegida por la Comisión Ballenera Internacional (CBI), cuando en 1955 se prohibió su captura comercial en el Atlántico Norte; México la enlista bajo la categoría de “protección especial” en la NOM-059.

La ballena gris nace en las lagunas costeras de Baja California y Baja California Sur en los meses de enero y febrero. El ballenato se amamanta durante dos o tres meses en su sitio de nacimiento, y en el inicio de la primavera realiza, en compañía de su madre, un viaje que repetirá año tras año a lo largo de su vida: un recorrido de 10 mil kilómetros hasta los fríos mares árticos (de Behring y de Chukchi), ricos en nutrientes, que serán sus sitios principales de alimentación durante toda su existencia.

Comunicado de Prensa Núm. 257/13 | México, D.F., a 20 de diciembre de 2013