Desde antiguo, el ser humano ha tenido una relación compleja con sus residuos. A diferencia de otros seres vivos que pueden generar desechos útiles para otros organismos, en nuestro caso, nuestros propios desechos nos resultan tóxicos y, mal gestionados, contribuyen al deterioro del entorno ambiental.

En el día internacional del reciclaje se hace un llamado a la conciencia cívica para entender que la mera transportación de la basura a lugares apartados de nuestros hogares y centros de trabajo resulta insostenible.

Revalorizar los residuos implica apreciarlos ya no como una mezcla de suciedades y desperdicios inútiles, sino como materias que pueden tener otro uso o formar parte de un nuevo proceso de producción. Esta visión se hace más que nunca necesaria para atajar algunos problemas ambientales, como el agotamiento de los sitios de disposición final o basureros, agotamiento de recursos naturales y contaminación. Al mismo tiempo, resulta una oportunidad para desarrollar actividades económicas favorables para el medio ambiente.

¿Qué es el reciclaje?

Obtención de materias primas a partir de desechos, introduciéndolos de nuevo en el ciclo de vida. La transformación que sufren los residuos les permite restituir su valor económico y retrasar o evitar su disposición final. Huelga decir que los procesos de reciclaje deben favorecer el ahorro de materias primas y energía sin perjuicio para la salud o los ecosistemas.

El papel: un caso de éxito del reciclaje en México

Nuestro país recicla 4.9 millones de toneladas de papel que cubren el 88% de las necesidades de fibra del sector de la industria de la celulosa y del papel.

Apoya el reciclaje de papel y cartón:

  • Junta por separado el papel y el cartón de desecho que se produce en casa, escuela u oficina.
  • No los contamines con aceites, ceras u otros materiales que pueden evitar su reciclaje.
  • Colócalo en un lugar seco.
  • Deposítalo en los contenedores dispuestos para ello.