El 26 de abril de 1947 fue decretado como Parque Nacional a las montañas que conforman la Sierra de San Pedro Mártir en Baja California, cuyos ecosistemas forestales contribuyen a regular el clima de la región central de la entidad y de los valles de La Trinidad, San Telmo y San Quintín. Esta región alberga importantes reservas botánicas y forestales que representan una importante riqueza biológica de la región, incluyendo ecosistemas de chaparral, bosque de pino piñonero y bosque mixto de coníferas.




En esa misma fecha pero de 1991 fue decretado como Monumento Natural el Cerro de la Silla, ubicado en los municipios de Guadalupe y Monterrey, Nuevo León, con el objetivo de conservar las áreas que albergan uno o varios elementos naturales de importancia nacional, que por su carácter único de interés estético, de valor histórico o científico, se consideró necesario incorporar a un régimen de protección especial. Otro de sus valores es que constituye una área de recarga de los mantos acuíferos que abastecen a los pozos que suministran de agua potable la Ciudad de Monterrey.