Existen, incluso mitos e historias fantásticas que han contribuido a que el ser humano, por tener una mala imagen de estas especies, contribuya con su desaparición. Las que vienen a continuación son algunas de ellas:
Polillas. Se les cree insectos venenosos o con la capacidad de dejar ciegas a las personas a quienes les cae en los ojos “el polvo” de sus alas. Las polillas no son venenosas y el “polvo” está formado por pequeñas escamas que se desprenden de sus alas y que, en caso de entrar en contacto con los ojos, en la mayoría de los casos, solo producirían irritación leve. Por el contrario, las polillas son excelentes polinizadores para muchas plantas cuyas flores abren de noche.
Murciélagos. En torno a ellos se ha creado el mito de que todas las especies se alimentan de sangre. Sin embargo, solo tres de las más de mil especies de murciélagos conocidas en el mundo son hematófagas. Las tres habitan en nuestro país. El resto come frutos, semillas, polen, néctar y pequeños animales, lo cual a los humanos resulta útil pues ayudan a controlar las plagas de los cultivos, polinizan las flores y dispersan las semillas.
Serpientes. Asociadas injustamente con la maldad y en la creencia de que todas son peligrosas, estos reptiles han sido victimizados por el hombre desde la antigüedad. No obstante, al menos en México, menos de la sexta parte de las 363 especies que tenemos son venenosas. En realidad, cuando llegan a atacar al humano se debe a un mecanismo de defensa que activan al sentirse agredidas o inseguras. Otro mito popular en nuestro país es que roban la leche a los lactantes, lo cual es totalmente falso, ya que su alimentación se basa de pequeños mamíferos como ratas y ratones, anfibios, aves e insectos, algunos de los cuales pueden ser plagas.
Búhos. Estas aves simbolizan la sabiduría y la protección en la oscuridad. Sin embargo, algunas creencias las consideran mensajeros de la muerte o de enfermedades. En realidad, estas hermosas aves rapaces de hábitos nocturnos son importantes depredadores en sus ecosistemas y excelentes controladores de plagas como ratones e insectos.
Lobo. También se le ha asociado con poderes sobrenaturales y malignos. Además, bajo la idea de que ataca tanto a humanos como al ganado y que transmite la rabia, en el siglo pasado fue objeto de un exterminio tal que estuvo a punto de la extinción en muchas regiones del mundo. Contrariamente a lo que se piensa, este mamífero ayuda significativamente a la salud de los ecosistemas al controlar las poblaciones de herbívoros que podrían consumir de manera desmedida las plantas y sus rebrotes.
