La Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas es un tratado intergubernamental que provee el marco legal para que los países del Continente Americano tomen acciones en favor de estas especies, constituye un esquema multilateral de cooperación para la protección de tortugas marinas, abre la posibilidad de su aprovechamiento sostenible y se plantea como alternativa a las sanciones comerciales unilaterales.

La Convención entró en vigor en mayo de 2001 y cuenta en febrero de 2010 con trece Partes contratantes (Belice, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Países Bajos, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela).

México firmó la Convención en diciembre de 1998. La Convención entro en vigor en mayo de 2001

México propuso a la región la negociación y suscripción de este instrumento a fin de contar con un mecanismo de carácter multilateral para la protección de las tortugas marinas, y con ello evitar la aplicación de sanciones comerciales unilaterales a la pesquería del camarón habida cuenta de que la legislación en Estados Unidos vincula la protección de las tortugas marinas y el uso de dispositivos excluidores de tortugas marinas (DETs) con dicha pesquería.