La base para la cooperación binacional: Acuerdo de la Paz

Con el fin de abordar abordar las problemáticas ambientales y de salud en la región fronteriza, los Gobiernos de México y Estados Unidos firmaron el Convenio sobre Cooperación para la Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente en la Zona Fronteriza de 1983 (conocido como Acuerdo de La Paz), en la ciudad de La Paz, Baja California Sur, México. Dicho convenio es la base para la cooperación binacional en la región fronteriza en el cual la SEMARNAT y la EPA fungen como Coordinadores Nacionales para las acciones implementadas en el marco de este Acuerdo.

Programas Binacionales Anteriores

La implementación del Acuerdo de La Paz y la atención de las prioridades que éste establece, se han atendido mediante el desarrollo, la negociación y la ejecución de tres programas de cooperación binacional para la región fronteriza. Dichos programas son:

1) Programa Integral Ambiental Fronterizo (PIAF)

El Programa Internacional Ambiental Fronterizo, establecido entre las autoridades ambientales de los gobiernos de México y Estados Unidos en 1992, fue el primer programa implementado en el marco del Acuerdo de La Paz para abordar los problemas ambientales más serios en la zona fronteriza.

El PIAF vislumbró un enfoque integrado para la implementación de numerosas soluciones ambientales. Sus objetivos fueron: 1) continuar el monitoreo de medios de comunicación específicos y con actividades de control de la contaminación en la zona fronteriza, incluyendo el rendimiento de la línea de base y evaluaciones periódicas de los riesgos a la salud ambiental; 2) fortalecer las actividades de regulación ambiental, según proceda, en la región fronteriza a través de nuevos programas de cooperación y proyectos que complementen al Acuerdo de La Paz según sea necesario; 3) asignar recursos adicionales para el control y la prevención de la contaminación en la zona fronteriza; y 4) suplementar los programas para el control de la contaminación mediante la prevención y programas de acción voluntaria.

De acuerdo con los Planes de Implementación Específicos incluidos en el PIAF para el período 1992-1994, las autoridades ambientales de México y Estados Unidos implementaron acciones en los siguientes aspectos: establecimiento de una Estrategia Binacional para la Implementación de la Cooperación; implementación de Controles Industriales Multimedia que implicaron la creación de iniciativas gubernamentales y del sector privado; protección de la calidad de agua y conservación de los recursos hídricos; control de las aguas residuales fronterizas; calidad del aire; Materiales y desechos peligrosos; residuos sólidos municipales; plaguicidas; Planes binacionales de Contingencia y Respuesta a Emergencias; reglamentación de las actividades que afectan el medio ambiente; prevención de la contaminación; educación ambiental; conservación de los recursos naturales; y desarrollo urbano.

2) Programa Frontera XXI

El Programa Frontera XXI estableció un esfuerzo bilateral de cinco años que logró sumar a diversas instituciones gubernamentales a cargo del medio ambiente fronterizo, principalmente a la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP) y a la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) por parte de México, y la EPA por parte de Estados Unidos. A diferencia del PIAF, Frontera XXI incluyó socios Federales adicionales para cumplir con las metas establecidas e incluyó la participación de los 10 Estados fronterizos y las Naciones Tribales estadounidenses en los Grupos de Trabajo.

En aras de promover un desarrollo sustentable en la región mediante la protección de la salud humana, del medio ambiente y el manejo adecuado de los recursos naturales compartidos, y como resultado de una amplia consulta pública en comunidades fronterizas, el Programa Frontera XXI adicionó tres grupos de trabajo -información ambiental, recursos naturales y salud ambiental- a los ya establecidos en el Acuerdo de la Paz de 1983 en materia de agua, aire, residuos sólidos y peligrosos, prevención de la contaminación, planeación y respuesta a emergencias, y aplicación de la ley.

En el marco del Programa Frontera XXI se hicieron importantes aportes a la prevención de la contaminación y al fortalecimiento del desarrollo sustentable: la creación del Mecanismo Consultivo México-Estados Unidos con el fin de identificar instalaciones para el tratamiento, almacenamiento y disposición de residuos; el desarrollo de infraestructura y conocimientos institucionales sobre calidad del aire mediante asistencia técnica, capacitación y transferencia de información y tecnología; el desarrollo de manuales para la prevención de la contaminación para la industria textil, de acabado de madera, metales y electrónica; construcción de infraestructura para agua potable y aguas residuales; y el desarrollo de acuerdos para respuesta a emergencias en seis pares de ciudades hermanas fronterizas. Frontera XXI complementó sus esfuerzos dirigidos a la prevención de la contaminación ambiental mediante el fortalecimiento de capacidades (capacitación formal e informal), sesiones educativas, talleres, y la producción y difusión de un video de capacitación titulado "Auditoría Ambiental y Prevención de la Contaminación: Estrategias para el Cumplimiento de la Industria Maquiladora".

El Programa Frontera XXI, al igual que el PIAF, fue pionero en el establecimiento de los temas ambientales como prioritarios en la agenda bilateral entre México y Estados Unidos. Al mismo tiempo, Frontera XXI fundó los cimientos para el establecimiento del Programa Ambiental México-Estados Unidos: Frontera 2012.

3) Programa Ambiental México - Estados Unidos Frontera 2012

En En el año 2003, se negoció e inició el Programa Frontera 2012 con la activa participación de los diez estados fronterizos, las Comunidades y Pueblos Indígenas mexicanos de la región fronteriza y las Naciones Tribales fronterizas de los Estados Unidos; la SEMARNAT y la EPA, en coordinación con la Secretaría de Salud (SS) de México y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés).

Con un alcance de diez años, el Programa Frontera 2012 enfatizó un enfoque local y regional, anticipando que la toma de decisiones, el establecimiento de prioridades y la instrumentación de proyectos a nivel local es la mejor manera de atender los problemas ambientales en la región fronteriza. El Programa Frontera 2012 reunió una gran diversidad de actores para generar acciones prioritarias y sostenidas considerando las necesidades ambientales de las diferentes comunidades fronterizas.

El Programa Frontera 2012 incorporó un proceso participativo en el que representantes de la industria, de organizaciones de la sociedad civil, del sector académico, gobiernos locales y estatales, dependencias federales y el público en general tuvieran la oportunidad de aportar sus ideas y recomendaciones. La adopción de este enfoque incluyente permitió que el Programa Frontera 2012 atendiera de manera más eficaz las problemáticas ambientales y de salud en la región fronteriza.

Conforme al Acuerdo de La Paz, el Programa Frontera 2012 planteó seis objetivos estructurales con la finalidad de enfrentar los retos ambientales y de salud ambiental.

Estos Objetivos Fueron:

  •     Objetivo 1: Reducir la contaminación del agua:
  •     Objetivo 2: Reducir la contaminación del aire;
  •     Objetivo 3: Reducir la contaminación del suelo;
  •     Objetivo 4: Mejorar la salud ambienta;
  •     Objetivo 5: Mejorar la disposición conjunta de respuesta ambiental; y
  •     Objetivo 6: Mejorar el desempeño ambiental mediante la aplicación y el cumplimiento de la ley, la prevención de la contaminación y la promoción de la gestión ambiental responsable.

En el marco del Programa Frontera 2012, la calidad del agua y la salud ambiental en la región fronteriza México-Estados Unidos mejoraron de manera importante gracias a la implementación de proyectos de infraestructura que beneficiaron a más de 7 millones de residentes. Estos proyectos permitieron la creación de redes de acceso a agua potable y mejoraron el sistema de tratamiento de aguas residuales.

Se mejoró significativamente la calidad del aire y la comprensión pública sobre los impactos de la contaminación atmosférica mediante la implementación de programas de reacondicionamiento de vehículos de transporte, pavimentación de vialidades, el establecimiento de redes de monitoreo atmosférico y accesibilidad a datos ambientales sobre la calidad del aire, lo que contribuyó a la sensibilización de la sociedad y a la promoción del cumplimiento de las Normas Nacionales de Calidad del Aire.

La reducción de la contaminación terrestre y el fomento al cumplimiento de las normas ambientales, rendimiento y liderazgo son aspectos que se consiguieron mediante la limpieza, disposición y gestión adecuada de aproximadamente 8 millones de llantas usadas, así como de otros tipos de residuos como los electrónicos, plaguicidas obsoletos, eventos de recolección y limpieza de sitios-tiraderos de residuos peligrosos. La preparación conjunta en respuesta a emergencias ambientales en la frontera México-Estados Unidos fue reforzada mediante capacitación e intercambio de conocimientos y equipo, lo que permitió que los equipos locales de respuesta estén mejor preparados.

Finalmente, Frontera 2012 apoyó con éxito la salud humana y ambiental a través de la educación y capacitación, especialmente mediante Promotoras -trabajadoras comunitarias de la salud- para atender y educar comunidades tradicionalmente marginadas sobre los riesgos relacionados con la exposición a productos químicos y plaguicidas. Esfuerzos adicionales para mejorar la salud ambiental tuvieron como resultados la disposición de plaguicidas agrícolas obsoletos almacenados y la implementación de un programa para la disposición adecuada del mercurio en los hospitales de las ciudades y comunidades fronterizas.

Un Nuevo Enfoque

Previo al desarrollo del nuevo Programa Frontera 2020, la SEMARNAT y la EPA celebraron diversas reuniones de trabajo con Socios del Programa para definir el esquema del nuevo instrumento de cooperación binacional que daría continuidad al Programa Frontera 2012 y su estructura. Ambas instituciones abrieron un espacio de consulta pública mediante el planteamiento de una serie de preguntas cuya finalidad fue recabar los puntos de vista y sugerencias de los socios estratégicos del Programa así como los Co-presidentes de las distintas instancias coordinadoras del Programa Frontera 2012.

Los comentarios recibidos por ambas instituciones federales, como resultado de este esfuerzo, reforzaron la opinión general de dar continuidad a la estructura con base en el enfoque local y regional, las cinco Metas estratégicas, la inclusión de estrategias fundamentales y el fomento de logros de objetivos ambientales y de salud pública más ambiciosos.

Se estableció un Comité Asesor que fue integrado por representantes de las oficinas federales y regionales de la SEMARNAT y la EPA, representantes de los diez Estados fronterizos, representantes de las Naciones Tribales estadounidenses y de las Comunidades y Pueblos Indígenas mexicanos. El Comité Asesor tuvo como objetivo apoyar en la estructuración del nuevo Programa binacional brindando dirección en temas claves y circulando borradores de los documentos para recabar comentarios de los principales participantes en el proceso.