En el marco del Día Internacional del Migrante, el Gobierno de la República refrenda su compromiso indeclinable con la protección de los derechos de los migrantes, sean nacionales o extranjeros, en situación migratoria regular o irregular, y se encuentren en nuestro suelo o en el extranjero.

México reconoce que la migración internacional es un fenómeno central de la agenda del gobierno y de la sociedad civil y destaca su aportación para el desarrollo económico, social y cultural de las comunidades de origen y de destino.

En este sentido, y en ocasión de la II Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, anunció la depuración y reestructuración del Instituto Nacional de Migración para procurar los derechos de los migrantes, que contempla, entre otros aspectos:

 •          El combate a la corrupción, atendiendo las recomendaciones no acatadas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y de las comisiones locales.

 •          La incorporación permanentemente de la sociedad civil en la planeación, atención, evaluación y control de procesos migratorios que afecten a las comunidades receptoras en México.

Un principio fundamental de la política migratoria mexicana ha sido la responsabilidad compartida, por lo que este gobierno privilegiará la coordinación y cooperación con nuestros vecinos al norte y al sur, así como con las naciones del Caribe, de América del Sur y de otras latitudes, para impulsar una gestión de la migración más eficaz y eficiente, que permita aprovechar mejor los beneficios de la migración y reducir los riesgos para los migrantes.

Es por ello que en congruencia con el nuevo marco normativo nacional en materia migratoria y los instrumentos internacionales que el país ha ratificado, el Gobierno de la República expresa su compromiso con una política migratoria integral, sustentada, entre otros aspectos, en la facilitación de la movilidad internacional de personas en forma documentada, que garantice el orden y la seguridad de las fronteras nacionales.

Asimismo, que gestione de manera responsable, eficiente y humana los flujos en condición migratoria irregular que llegan a nuestro país con fines de tránsito o como destino final, siempre con el más estricto respeto a los derechos humanos y la dignidad de las personas migrantes, tal como deseamos y exigimos que se respete a nuestros migrantes en el exterior.

Boletín No. 012/12