Saludo a todas y a todos.

Hace un rato cuando llegamos, nos decían: gracias por estar aquí. Yo lo que les digo es: gracias a ustedes por recibirnos a Rosario y a su servidor.

Que estamos aquí muy contentos de estar en esta comunidad tan importante, en esta colonia del Huizache, donde están el Huizache 1, Huizache 2, de El Universal y de Azcapotzalco. Muchas gracias a todos por estar aquí presentes.

Primero, permítanme con mucho respeto, pero sobre todo con mucho cariño, decirles a todas, y es doble agradecimiento, porque en un día tan importante, pudiendo estar en sus hogares, están aquí como siempre, las mujeres, participando, con esa gran responsabilidad que tienen por generar un entorno mejor para ustedes y para sus familias, siempre en su preocupación.

Por eso, permítanme, ya lo hizo Rosario, de parte del Presidente de la República, y quiero refrendar esa felicitación, con mucho cariño feliz Día de las Madres a todas ustedes.

Ya lo dijo el Gobernador Jorge Herrera, y gracias por recibirnos Gobernador, pero el entorno que teníamos en Durango como en muchos estados de la República, que algunos ya no ven, y que aquí pasaban muchas cosas.

Durango es ejemplo de esos malos momentos que vivía nuestro país hace apenas tres años.

En muchos municipios de Durango, pasaban filas de 10, 15 camionetas blindadas, donde se suponía que iban muchos delincuentes, y pasaban enfrente de nosotros y lo que hacíamos es solo callarnos y verlos porque tenían aterrada a la ciudadanía.

Se cometían cualquier cantidad de secuestros; se enfrentaban en las calles, en las colonias, arriesgaban a nuestros hijos y a nuestras familias en esos enfrentamientos, y lastimaban a nuestros seres queridos.

Se cometían cualquier cantidad de delitos en todos lados de Durango, desde La Laguna y hasta el otro lado, que colindaban con los estados de Coahuila, de Chihuahua, todas estas zonas que estaban verdaderamente en manos de la delincuencia, hoy gracias al esfuerzo de nuestras instituciones de seguridad, de los soldados del Ejército Mexicano, de los marinos, de la Secretaría de Marina, de la Policía Federal, de la policía del estado y algunas otras corporaciones, hemos venido dejando atrás esos malos momentos para Durango.

Y lo digo claro, no quiero decir que ya está terminado y solucionado los problemas que afectan en la seguridad de las personas, pero hemos avanzado muchísimo y vamos a seguir adelante, con su confianza, con su respaldo y con su apoyo.

Pero para poder avanzar, tenemos ahora que dar el siguiente paso, este es el paso, el que nos ha instruido el Presidente de la República, ir ahí a esas colonias, a esas comunidades como aquí, donde está lastimado el tejido social.

¿Qué quiere decir esto? Que en los hogares se han perdido algunos valores; que en los hogares hay violencia; que particularmente hay violencia contra las mujeres, contra las niñas; que hay desorientación; que algunos jóvenes no los hemos podido llevar a educarse, a prepararse, y entonces acaban en pandillerismo, en las drogas.

Por eso tenemos que venir aquí, y por eso es la instrucción del Presidente, que nos ha dado a Rosario y a su servidor, estar en donde están los problemas, caminar donde caminan ustedes, a la hora que caminan y en las circunstancias en que caminan.

Para que entonces podamos reencontrarle respuesta viviendo lo que ustedes viven y no solamente imaginándolo.

Estando en las circunstancias de pasar este último callejón, donde obligadamente pasan muchas niñas y muchos jóvenes por la noche, muchas de ustedes, que lo atraviesan y son tal vez un minuto de traslado, pero un minuto con el Jesús en la boca, porque quién sabe qué les pueda pasar, quién sabe qué les pueda suceder.

Son historias que nos han venido platicando durante todo el recorrido, que nos venían comentando las dificultades de no tener más que un foco en una calle, que la vuelve oscura.

O lugares como éste, que en lugar de ser una plaza en la que pudiera haber una cancha deportiva, que pudiera haber un centro de convivencia, un centro de capacitación, están aquí, incluso donde se reúnen pandillas que lastiman a nuestros hijos.

Por eso, esta instrucción del Presidente es tan importante, esta instrucción que estamos haciendo en todos los estados de la República, con el PRONAPED, con el programa que tiene también SEDATU, de equipamiento de zonas urbanas, pero que va dirigido fundamentalmente a nuestras mujeres, a nuestras niñas y a nuestros niños.

Cómo evitar que siga habiendo violencia contra las mujeres, si ni siquiera somos capaces de mejorar las circunstancias de su entorno, para que puedan estar más seguras.

Cómo podemos pensar que las cosas cambien para ellas, para ustedes, si es que no le damos a nuestros hijos valores, que sepan del respeto a lo más valioso que tenemos los mexicanos, que son las mujeres mexicanas.

Cómo poder cambiar y transformar lo que nos está pasando, si es que no somos capaces de entender sus problemas y venir junto con ustedes a solucionarlos.

Por eso hoy es un día muy importante, es el siguiente paso, como se los decía, es estar en las comunidades, es estar en los lugares donde están los problemas y buscar soluciones junto con ustedes.

Que ustedes nos digan por dónde caminamos, por dónde nos dirigimos, y que ustedes evalúen el trabajo de las autoridades.

Que lo que aquí se comprometa, se cumpla, porque la idea no es solamente venir el día de hoy. Si ustedes nos permiten, por la instrucción del Presidente, venimos en un par de meses a ver que todo lo que quedamos se haya cumplido.

Y ahí es donde quiero entrar, en algunas de las partes que tenemos que atender.

Primero, la Secretaria, sensible como es Rosario, y entendiendo la problemática que están viviendo, de parte de su Secretaría, habrá aquí una rehabilitación completa a esta plaza, y les va a quedar muy bonita.

Segundo, y también Rosario Robles habrá de verlo y se quedó ella preocupada, como nos quedamos todos, de que cada momento que nos tardemos en dar una solución, tal vez es llegar tarde a una historia de violencia que se pueda suceder.

Por eso, es que de las primeras cosas que se van a atender, es el alumbrado público de toda la colonia. Eso es parte de lo que me ha confiado Rosario y yo comentárselos, y es otro de los compromisos.

Vamos a acercarnos a los jóvenes que están en pandillas, lo hemos logrado en otros lugares, y que están enfermitos, que tienen, que tuvieron y cayeron en el tema de las drogas. Vamos a tratarlos como enfermos y vamos a rehabilitarlos, se los queremos comprometer.

Pero para eso, necesitamos hacerles el entorno suficiente. Vamos a hacer unos talleres para poderles orientar.

Decía Diana y decía Perla, me dijeron: oiga, no se lo dije, pero de veras, estos programas de PRONAPRED son buenísimos, nos han ayudado, nos han orientado.

Perla, Diana, orgullosa de su hija de 8 años, que es mediadora, dice mi hija, no hablaba en la casa. Hoy va y está haciendo los trabajos de mediación.

¿Qué quiere decir esto? Buscando que haya entendimiento entre niños, en lugar de conflictos; tratando de encontrar cariño entre ellos y no peleas.

Si logramos hacer ese trabajo casa por casa, van a encontrar de repente un entorno totalmente diferente.

Vamos por ello, entonces a hacer estos talleres, para poder orientar a nuestros jóvenes, para poderlos enseñar lo que es nuestro país, lo que es la familia mexicana, y lo importante de tener valores que los lleven al cariño y al amor entre ellos y con sus semejantes.

También, como ya les dije, vamos a buscar la atención a los jóvenes en las adicciones.

Vamos a ver unos de los temas que nos dijeron, el equipamiento de la escuela primaria Nezahualcóyotl, requieren muchos apoyos, cuenten con ellos. Seguramente el Secretario de Educación, Aurelio Nuño estará aquí, y estará para solucionar este problema de equipamiento de esta escuela.

Hay algunas calles que en el camino y en la oscuridad generan accidentes, también la Secretaria Rosario Robles me ha permitido a mí anunciarlo, vamos a entrarle a esas calles y vamos a pavimentarlas, hay algunas que están en el polvo y lo que generan con el viento, son enfermedades para nuestras familias. Ésas se van a pavimentar, así lo ha comprometido la Secretaria Rosario Robles.

Sé que habría muchas cosas más que atender, hoy veo que se están ocupando bien los programas, ese programa tan importante que el Presidente impulsó al inicio de su administración, de prevención de la violencia. Hoy veo casas pintadas, pintadas por ustedes, los programas funcionando.

¿Qué quiero decir? Para concluir, se los pedimos, esto no funciona, ningún recurso es suficiente, si no está atrás la comunidad para ver que se apliquen y se apliquen bien, y para estar supervisando, evaluando y hacer suyos el resultado de esas inversiones.

¿Qué quiero decir? Que si aquí va a haber un espacio, aquí en este lugar, en esta plaza va a haber un espacio de convivencia, se tienen que encargar ustedes que funcione; se tienen que comprometer con nosotros a que no se deje en el olvido.

Porque de nada sirve que si mañana invertimos en el alumbrado, y alguien nos dice: es que no los dejan vivir a esos focos, los truenan. Si ustedes no los vigilan, va a ser muy difícil entonces estar invirtiendo e invirtiendo.

Ustedes tienen que apropiarse de su propia colonia, tienen que estar más unidos. La fortaleza de la unidad no la doble absolutamente nadie, no la vence nadie. Ustedes son los que van a defender sus espacios para que puedan vivir mejor, para que puedan sus familias estar en mejores condiciones.

Termino, además de agradecerle al presidente municipal.

Preguntaba la Secretaria Rosario: oiga, y cuánto tiene que no viene una autoridad. Pues desde que yo recuerdo, decía. Estamos en el olvido, lo comentaban.

Con estos programas que instrumenta el Presidente Enrique Peña Nieto, nunca más olvido, nunca más olvido para las familias que son la fortaleza de nuestro país, todas y todos ustedes.

Muchas gracias por permitirnos estar aquí, desde aquí poder mandar un saludo a muchas, muchas mujeres que trabajan, que se esmeran, que cuidan a sus hijos, a sus nietos, que son incluso la base de la economía de las familias, muchas mujeres en todo el país.

Gracias a ellas estamos nosotros, todos, y nosotros, los hombres, tenemos que trabajar para que ellas, para que ustedes sean felices.

Durango, Dgo.

Discurso