Muy buenas tardes a todas y todos.

Con su permiso, licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación. Como siempre, señor, muchas gracias por su anfitrionía.

Agradezco la presencia del licenciado Luis Raúl González Pérez, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

De igual manera agradezco al licenciado Javier Vargas, encargado de Despacho de la Secretaría de la Función Pública.

Agradezco por supuesto la presencia de las presidentas de las Comisiones de Igualdad de la Cámara del Senado y de la Cámara de Diputados, senadora Diva Gastélum Bajo, y de la diputada Laura Plascencia.

Agradezco la presencia también de la señora Ana Güezmes García, Representante de ONU Mujeres en México.

Y a mis compañeras funcionarias públicas que el día de hoy me hacen favor de acompañar en este presídium.

Muy buenas tardes a todas y todos.

Agradezco también la presencia de representantes de las organizaciones de la sociedad civil, de la academia y de funcionarios públicos de la administración federal.

La violencia contra las mujeres es una forma de discriminación y una violación al derecho humano a una vida libre de violencia, que impide la participación plena de las mujeres en el progreso de nuestras sociedades.

La violencia contra las mujeres en el ámbito laboral atenta contra su dignidad. Una de las expresiones de la violencia en el ámbito laboral es el acoso sexual y el hostigamiento sexual.

Es inaceptable que en pleno Siglo XXI, aún haya mujeres que en su aspiración por desarrollarse profesionalmente tengan que arriesgar su dignidad.

Por ello, estamos hoy aquí, para presentar el Protocolo para la Prevención, Atención y Sanción del Hostigamiento Sexual y Acoso Sexual, el cual contiene procedimientos homogéneos y establece las instancias institucionales que conocen e identifican, y atienden la investigación de las conductas que atentan contra  la integridad persona.

Con él, damos respuesta también a una de las observaciones que el Comité de la CEDAW hizo al Gobierno mexicano: garantizar la implementación efectiva del Protocolo para la intervención en casos de hostigamiento sexual en la administración pública federal.

Nos complace informar que la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de la Función Pública y el Instituto Nacional de las Mujeres hemos cumplido también con la instrucción del Presidente de la República, el licenciado Enrique Peña Nieto, girada el pasado 8 de agosto en la primera sesión abierta del Sistema Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, de publicar este Protocolo antes de finalizar el pasado mes de agosto.

El próximo 13 de octubre, se cumplirán 30 días hábiles contados a partir de la publicación para que entre en vigor el presente protocolo.

Las personas que trabajan en la administración pública federal, contarán ya con un mecanismo único para enfrentar el hostigamiento sexual y el acoso sexual que permitirá facilitar la denuncia en los centros de trabajo y decirle no a la impunidad.

La experiencia nos muestra que para erradicar estas conductas necesitamos actuar, necesitamos enfrentar la situación en defensa de nuestros derechos, de nuestra dignidad como personas y de nuestros espacios de trabajo.

Las mujeres deben denunciar sin temor, sin miedo a perder su empleo.

Existe ya un marco legal que regula el tipo penal de hostigamiento sexual en el Código Penal Federal; la Ley Federal del Trabajo que también lo prohíbe. Hasta hace unos días no contábamos con un mecanismo adecuado para atender estas conductas en el ámbito de la administración pública federal.

Al inicio de esta administración, el Presidente de la República estableció como prioridad estratégica el transformar gradualmente las instituciones públicas para que fueran ejemplo de igualdad e inclusión; para lograr que la ética, los valores y las reglas se concibieran desde un enfoque de género.

Él, ha sido un firme impulsor de estas transformaciones, un aliado en nuestro camino hacia la igualdad.

Por ello, se han desarrollado una serie de instrumentos, convenios, lineamientos y mecanismos para la administración pública federal.

Señor Secretario de Gobernación, muchas gracias por su apoyo, así como el trabajo de la CONAVIM para que la administración pública federal cuente con este Protocolo.

Ahora, como usted lo ha dicho, necesitamos sumar esfuerzos y llevar a cabo un trabajo conjunto y transversal de todas las instituciones para aplicarlo con eficiencia y oportunidad.

Por supuesto, también agradezco a la Secretaría de la Función Pública su apertura y a su equipo de trabajo, por largas horas que utilizó para buscar las fórmulas legales para contar con un Protocolo único, que sustituye todos los mecanismos anteriores.

De igual manera a las organizaciones de la sociedad civil, que de manera decidida han visibilizado esta problemática y han sido compañeras de lucha.

Hoy, difundimos este Protocolo, para que las instituciones de la administración pública federal cuenten con un instrumento que les permita seguir contribuyendo al cambio cultural profundo que nos hemos propuesto, en un contexto de prevención, pero también para brindar acompañamiento a las personas que enfrentan una situación de hostigamiento o acoso sexual.

El Instituto Nacional de las Mujeres tendrá a su cargo la capacitación, formación y certificación de las personas que fungirán como consejeras, quienes orientarán, acompañarán y atenderán a quienes denuncien actos de acoso sexual y hostigamiento sexual.

Nos comprometemos a llevar a cabo esta tarea con los estándares más elevados posibles, para que las personas encargadas de orientar a las presuntas víctimas de acoso y hostigamiento lo hagan con calidad y calidez, fomentando la denuncia.

Señoras y señores.

Con este Protocolo queremos mandar un muy claro mensaje: hagamos frente al hostigamiento sexual y al acoso sexual en los centros de trabajo, se acabó la impunidad para los agresores, el silencio cómplice y el temor a denunciar.

Cero tolerancia a estas conductas.

Las instituciones estamos obligadas a actuar en favor de los derechos humanos de las mujeres y garantizar un clima laboral donde el trabajo digno y respetuoso sea un asunto cotidiano.

Las mujeres debemos alzar la voz cuando ese trato no sea así. La igualdad requiere trato digno y respeto, y como lo dice el Presidente de la República, ni más ni menos.

Discurso