Muchas gracias, muy buenos días a todas, a todos.

No saben cómo les apreciamos y les reconocemos que estén aquí.

Que estén aquí para poder hacer entrega formal de un espacio, que difiero un poquito del presidente municipal, decía su campo deportivo. Yo no le vi cara de campo deportivo.

Le vi un basurero, parecía el basurero municipal, parecía un centro de reunión de pandillas, drogadictos; caminamos calles que no podíamos entender que por ahí pasaran nuestras hijas y las mujeres de cada hogar. Eso es lo que estuvimos viendo hace un año aquí.

Pero déjenme explicarles el porqué de estos programas. Hace cuatro años y medio, cuando llega el Presidente Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República, se encuentra con muchos problemas.

Pero uno muy grave, que persiste, pero que estamos atacando, que deriva en muchas otras cosas, la violencia contra las mujeres.

Violencia que tenemos que decirles: basta ya. No podemos seguirlo permitiendo, ni en el hogar, ni en las calles, estas conductas machistas que agreden, que lastiman y que hacen que lo que empieza con una sonrisa de un piropo, que agrede y que le da miedo a la mujer, acaba en violencia y a veces en feminicidios.

Estadísticas que vio el Presidente, que nadie hacía nada para resolverlo, y que dijo: en este gobierno vamos a ir más allá del discurso y a generar condiciones para que el tema de la violencia contra la mujer termine de una vez por todas.

Y decía que tenía consecuencias. ¿Saben ustedes el número de niñas entre 10 y 15 años que se embarazan, que las embarazan, por medio de violencia, de agresiones; saben cuántas niñas vemos cuidando una niña a otra niña, su hija?

¿Saben ustedes cuántos jóvenes por falta de acciones serias, contundentes, antes de los 18 años se casan porque no hay ninguna orientación para decirles que no pueden, a partir de decisiones ajenas a ellos, quebrar su vida, su futuro, sus ilusiones?

Todo eso se encontró el Presidente, nos encontramos.

Y, entonces, el Presidente nos dio una instrucción, como lo dijo el Gobernador, vayan a los lugares donde están los problemas.

Por eso nació, y algunos dicen: ya cancelaron el Programa de Prevención. No es cierto. Menos recursos porque así está el país, pero va para adelante, aquí está la prueba.

Y que lo pudimos lograr con un presidente como Sergio, que le metió recursos.

Con un Gobernador decidido que ataca los problemas, como Aristóteles, que le metió recursos.

Y con una decisión del Presidente Enrique Peña Nieto, que nos dio a Rosario y a su servidor, para meterle recursos.

Y aquí está la transformación que permite, y me lo decían en el camino, hoy puedo caminar por aquí, sin miedo decían muchas mujeres; hoy puedo ver que mis hijas puedan irse a la escuela en la noche, que es en la mañana, seguras.

Hoy, hoy puedo dejar a mi hijo que venga a este lugar, aquí donde estamos, a divertirse, a encontrar amigos, y puedo acompañarlo.

¿Saben el gusto de ver ahí echando danzón algunas mujeres? ¿Saben el gusto que me da saber que no alcanza la cancha para el número de equipos que ya se formaron para jugar futbol?

Y es con la participación de ustedes. Es que si ustedes no defienden su espacio, ni hay patrullas, no hay policías que puedan salvarlo.

Podemos hacer más. Me decía Begné, el Subsecretario, y Lastiri, Subsecretario, que vinieron y que les dijeron: oigan, nos faltan aparatos para más ejercicio. Pues le buscamos.

Y hay gente que quiere a su país, que quiere a su estado, y aquí está un empresario que nos donó 12 aparatos más que se van a colocar, Alejandro, muchísimas gracias, muchas gracias.

Que se pare Alejandro para que lo vean.

Pero si no hay la decisión de los que viven aquí para defender sus espacios, no vamos a poder avanzar.

Los tres discursos anteriores al mío, les han pedido que se apropien de este lugar y que no lo dejen, que no lo abandone.

Hagan grupos que permitan estar vigilando este lugar.

A los drogadictos hay que atenderlos, no son criminales. Son sus hijos tal vez de algunos de ustedes, hay que atenderlos, y para eso vamos a estar cerca de ustedes, para acercarlos a su rehabilitación.

A las pandillas, que también pueden ser nuestros hijos, hay que orientarlos, hay que ponerlos a pintar las casas, como ahora vemos estas casas pintadas. Hay que hacerlos creer en hacer deporte.

Tenemos que seguir adelante, porque si creemos que la obra que fueron muchos millones de pesos, solo es esa transformación y dejarla ahí, nos las van a arrebatar y nos las van a ganar.

De verdad, no saben el gusto de poder venir aquí. Ayer le platicaba a mi hijo lo que íbamos a venir a inaugurar y lo increíble que es esta colonia, que es este lugar.

Le decía: no sabes cómo participan, no sabes qué ganas de que se transformaran las cosas y estuvieron presentes todo el tiempo.

Me dijo, déjame acompañarte, aquí está mi hijo Miguel, que me acompañó, porque quería ver la participación de toda la colonia.

Me va a matar al ratito. Pero les prometo que lo platicamos, y que me dijo déjame estar ahí, déjame ver lo que es la participación, porque nos causa mucho orgullo que las cosas no entienda la gente que solamente es, tiene que hacerlo el gobierno, es su obligación del gobierno, sino sobre todo que la participación de la gente es fundamental.

Ya está, hay que seguirle, nos dicen, hay que seguir a la otra colonia, hay que llegar a la prepa, me entregaron un folder que veremos con la Secretaría de Educación Pública, con el Secretario para ponerle equipo.

Hay más cosas que hacer, sí, pero el inicio se pudo dar y se pudo dar gracias a ustedes, a su exigencia, a su demanda, a sus ganas de transformar este lugar que tanto, tanto les significa.

Este gobierno, y con esto concluyo, cuando dice vamos a erradicar la violencia contra las mujeres, no lo dice en un discurso, no lo dice con buenas pretensiones, con ganas. Lo hace con acciones.

Si queremos erradicar y castigar a quien toca a la mujer, tenemos que participar todos.

Las mujeres tienen que denunciar, no se dejen, basta ya.

Si ustedes lo permiten en su hogar, si ustedes permiten que a sus hijas las toquen, mañana nos vamos a arrepentir todos.

Vamos todas y todos juntos, porque aquí participan los hombres, a erradicar la violencia contra las mujeres.

No es una lucha de guerreras como Rosario Robles; no es una lucha del Gobernador y del presidente municipal, es una lucha de todos, de todas.

Vamos juntos, vamos a cambiar nuestros lugares, pero vamos a decir basta ya de violencia contra las mujeres.

Muchas gracias por su atención.

 

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Tonalá, Jal.,