Muy buenos días a todas, a todos, y de verdad, muchas gracias por su presencia en este Cuarto Foro. 

Quisiera agradecer al señor Gobernador, Aristóteles Sandoval, por su hospitalidad. 

Señor presidente municipal. 

A los Poderes. 

A los funcionarios públicos. 

A los funcionarios federales. 

Presidentes municipales. 

Pero sobre todo, agradecer a los académicos, investigadores, expertos de dentro y fuera de nuestro país. 

A la sociedad civil. 

Y particularmente, permítanme saludar al señor Rector, y al saludarlo a él, saludar a la comunidad universitaria, que hoy nuevamente, los jóvenes hacen presencia en estos foros. 

Lo hicieron en los tres anteriores, de manera muy importante y destacada, su participación fue fundamental. Hoy volver a ver que hay comunidad universitaria decida a participar, hace que este foro tenga aún más relevancia sobre cualquier otro debate. Gracias a la comunidad universitaria por estar presentes el día de hoy. 

Han sido semanas muy intensas de debate alrededor del país en torno a este tema. 

Hoy es un gran gusto estar aquí en Guadalajara, para continuarlo, desde la perspectiva de seguridad ciudadana. 

Haciéndolo más allá de posturas, creencias y formas de pensar, para que a través del diálogo informado, sustentado y respetuoso, lleguemos a las mejores conclusiones. 

La política de drogas que ha prevalecido a nivel mundial durante los últimos 40 años, se encuentra a revisión, y como los otros, a debate.

Ello es aún más evidente entre los países del Continente Americano, donde se ha expresado con claridad la decisión de examinar las políticas y leyes que han regido en esta materia. 

Desde Alaska hasta la Tierra del Fuego, coincidimos en que si bien hay políticas públicas y acciones todas aisladas, existen importantes áreas de oportunidad. Y esto es particularmente importante en el caso de la marihuana. 

Por ello, vale la pena observar lo que está sucediendo más allá de nuestras fronteras. Aquí ya se han destacado algunos ejemplos, permítanme poner algunos otros. 

Países como Argentina, Chile, Brasil, Uruguay y los Estados Unidos, todos, están tendiendo hacia la regulación, la despenalización o la reducción de sanciones. Todos ellos, con diferentes consecuencias. 

Porque es cierto que se trata de un problema que se expresa de manera y de forma distinta, y tiene impactos diferentes en cada país y en cada región. 

Pero también lo es, que en la actualidad los vínculos que existen entre las cadenas de producción y consumo, no se limitan por las fronteras. 

De modo que no hay fórmulas universales, se requieren soluciones específicas para cada contexto, pues lo que funciona en un lugar, no necesariamente tiene éxito en otro. 

Por ello, es clave generar dinámicas de diálogo, debate y construcción de soluciones conjuntas, dentro y fuera del país. 

En este amplio proceso de discusión global, parece haber un consenso, más allá de controlar la oferta y la demanda, las políticas públicas deben incorporar una perspectiva de desarrollo humano. 

Por ello este Foro sobre el Uso de la Marihuana y la Seguridad Ciudadana es tan importante. 

Porque se trata de debatir la manera en que el Estado puede a partir de políticas más integrales, generar condiciones que abonen a la reconstrucción del tejido social. 

Se trata de comprender que la política de drogas no puede limitarse a apagar fuegos, sino que debe propiciar que esos fuegos no se generen. 

Así lo entendemos en el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, y permítanme referir a lo que hemos hecho en consecuencia de este escenario. 

Hoy en México, se implementa una política que va más allá de la sola persecución de delitos relacionados con la producción, tráfico o venta de drogas ilícitas. 

Una política que incluye un gran esfuerzo de prevención, y déjenme referirlo así, como nunca antes se había hecho en nuestro país. 

Es decir, hemos transitado de una respuesta puramente de fuerza contra la delincuencia, a una política integral en la que el enfoque preventivo es uno de los pilares más importantes. 

Porque la seguridad ciudadana comienza por generar ambientes propicios para el desarrollo individual, y la convivencia armónica de las personas. 

Esto es ir más allá de reaccionar ante delitos consumados, poniendo especial énfasis en disminuir los factores de riesgo que genera la violencia. 

Y a la vez, entendemos que existen distintas etapas en el problema de las drogas, desde su siembra y producción, pasando por el transporte y la distribución, hasta llegar a la venta y el consumo. 

Cada una de ellas tiene efectos distintos en materia de seguridad ciudadana. En consecuencia, cada una debe ser analizada y atendida desde un punto de vista propio. 

Si hablamos de consumo, por ejemplo, es clave atender la relación causa-efecto, porque los estudios muestran que sí el consumo de drogas tiende a ser alto entre quienes cometen delitos. 

Pero no puede afirmarse, que la comisión de delito sea elevada entre quienes consumen drogas. En todo caso, este tipo de situaciones exige que el Estado brinde opciones especializadas a quienes más allá de haber cometido un delito menor, sufren de una adicción. 

Se trata de personas que por lo mismo, requieren de un proceso de rehabilitación. Ese es el objetivo precisamente de los tribunales para el tratamiento de adicciones que desde un enfoque de salud pública y de prevención, estamos poniendo en marcha en distintas regiones de todo nuestro país. 

Algo distinto es hacer frente a la violencia, derivada de la distribución, o de los conflictos que surgen entre grupos, que buscan mantener control de ciertos mercados. 

Y nuevamente ahí, existe una diferenciación importante, porque los problemas que se originan por la venta al menudeo y el abuso de substancias, no solo se resuelven con el uso de la fuerza, sino a partir de intervenciones específicas. 

Así lo hemos hecho con el Programa Nacional de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, actuando en los barrios y colonias más vulnerables, para fomentar la participación social y generar oportunidades educativas, recreativas o culturales, que permitan a las y los jóvenes, tener alternativas. 

Poniendo al centro, el bienestar del individuo, generando cohesión comunitaria, y sobre todo, sentido de pertenencia. 

En estos tres años, en el Gobierno de la República, se han destinado más de siete mil 700 millones de pesos a este programa, actuando en 238 demarcaciones, donde habitan casi cinco millones de habitantes, y quiero decirles, que este programa seguirá adelante en todo el país, porque quienes lo que buscan es oportunidades, deben recibir todo el apoyo para encontrarlas. 

En contraste, la violencia que se origina por la acción del crimen organizado, demanda la acción decidida de las fuerzas de seguridad del Estado mexicano. 

Una labor que desde luego tiene que seguir dándose para mantener o recuperar la tranquilidad en ciertas partes del territorio nacional. 

Así lo hemos hecho, y como siempre, expreso a nombre del Gobierno de la República nuestro reconocimiento a los integrantes del Ejército, la Marina, la Policía Federal, que han venido apoyando a las autoridades locales en tanto éstas fortalecen sus instituciones de seguridad. 

Pero reitero, para el Gobierno de la República, el uso de la fuerza no es y nunca será, el único eje de la política de drogas. 

Por el contario, es a partir de una visión amplia e integral, como estamos trabajando para ofrecer a este fenómeno, respuestas de largo aliento. 

Si algo ha demostrado estos debates, es que no puede abordarse el problema de las drogas desde una sola perspectiva. No es solo salud o derechos humanos, y desde luego, no es solo seguridad. 

Se trata pues, de un fenómeno complejo y así se ha entendido en estos foros, para orientar el diseño de respuestas efectivas para su atención, a partir de la evidencia, el análisis y la evaluación de lo que funciona y de lo que puede mejorarse. 

Atendiendo las necesidades y características de cada entorno, y tomando en cuenta los costos y beneficios que cada alternativa puede significar para el país, y desde luego para el Continente. 

En unas semanas más, tal como se informó, se llevará a cabo el último debate en la Ciudad de México, uno que nos debe llamar a recopilar todas las experiencias. 

Ayer mismo me preguntaban si de verdad va a servir para algo estos foros. Lo primero que les contesté es que es un debate inédito, no se había nadie atrevido de manera formal desde el gobierno a llamar a un debate, a llamar a todos los que tienen experiencia, a los ciudadanos en general. 

Que las políticas públicas vengan del consenso de la ciudadanía. Por eso es el llamado del Presidente de la República. 

Tenemos encuesta en nuestras manos, que refieren que una mayoría está de un lado, una gran mayoría, y lo que se dice es que esa gran mayoría está de ese lado porque no tienen la información necesaria. 

Por eso estos debates, por eso esta información que se está dando para todos los ciudadanos y que queremos llegue hasta el centro del seno familiar. 

Y nuevamente entonces tendremos nuevas encuestas, y entonces nos dirán qué es lo que piensan a partir de todo este debate, de todas estas experiencias, de las experiencias internacionales, y entonces decidir sobre las políticas públicas que habremos de tomar para nuestro país. 

Por ello, lo que ha informado el Subsecretario Roberto Campa, queremos reunir lo que está haciendo, lo que se está haciendo en el Congreso de la Unión en sus propios espacios, y ver en suma dónde podemos identificar coincidencias. 

Estoy cierto que hay muchas, de que al final habremos de darnos cuenta que es mucho más lo que nos une, que lo nos divide, y así, en unidad, habremos de avanzar en esta ruta por un México seguro, de derechos y de libertades. 

Un México que asume este tema con responsabilidad, que ve para el presente y para el futuro. 

Que toma decisiones que permiten ver qué es lo que queremos para nuestra niñez, para nuestra juventud y para los que hoy estamos al frente en el hogar, en las responsabilidades públicas. 

Tenemos que ver para todos lados, tenemos que dejar los temores de enfrentar este debate. 

Y yo quiero reconocer con su presencia, que esta es una demostración de lo que se puede hacer en México, en unidad, con responsabilidad y viendo siempre por el futuro del país. 

Muchas gracias por su atención y muchas felicidades. 

Si me permiten, para declarar inaugurado y se puedan reunir las seis mesas, agradecer a los rectores que estarán al frente, que realizarán la relatoría que le da transparencia al trabajo, hoy, 15 de marzo de 2016, declaro formalmente inaugurado el Cuarto Foro Nacional de Debate sobre el Uso de Marihuana, y en su tema Seguridad Ciudadana.

Lo hago, reitero, convencido, de que las aportaciones de quienes aquí participen, contribuirán a enriquecer la discusión, para así, seguir construyendo los consensos que nuestro país requiere.

Nuevamente, muchas felicidades, muy buenas tardes.

 Guadalajara, Jal.