Muy buenas tardes a todas y a todos.

 

En primer lugar, si me permiten, hacer un compromiso como lo hacemos en la coyuntura, en las dificultades que tenemos diario y que tenemos que revertir, por supuesto, pero atender personalmente el caso de la señora María Guadalupe Vargas Baños, que al inicio nos manifestó el tema del secuestro de su hija Nayeli.

Durante el proceso del evento, como lo hacemos en, reitero, cuando se presenta un caso en cualquier lugar del país, ya he dado instrucciones a la PGR, a la Policía Federal, a la Secretaría de Gobernación, y en coordinación con el Gobernador del estado, al final de este evento, habremos de atender personalmente a la señora María Guadalupe Vargas.

Saludar al señor Gobernador Francisco Olvera, a Lupita. Agradecerle siempre su hospitalidad, pero sobre todo, nuestro reconocimiento por su trabajo en favor de la igualdad de género en Hidalgo. Muchas gracias Gobernador, Lupita.

Saludar a mi compañera de Gabinete, Claudia Ruiz Massieu.

A la senadora, a legisladoras y legisladores federales que hoy están presentes, legisladores locales.

Saludar a los ponentes.

A las y los delegados del Gobierno Federal.

A magistrados.

A organizaciones civiles, a medios de comunicación.

A funcionarios del gobierno del estado.

Permítanme saludar muy en especial a Carmen, porque sentimos en ella el respaldo, el apoyo para todas las acciones en favor de las mujeres en nuestro país.

Saludar a Irinea Buendía. Ella, como ya lo manifestó, es un ejemplo de lucha, de perseverancia en favor de justicia, de evitar impunidad en el caso que desafortunadamente vivió en carne propia por el asesinato de su hija.

Ella, como lo ha manifestado, fue quien logró la primera sentencia ante la Suprema Corte sobre feminicidio acorde a los estándares internacionales.

Irinea, solo manifestarte el que tu lucha, tu ejemplo, nos sirve a todos en el trabajo que realizamos en favor de las mujeres.

Saludar a Alda Facio, presidenta del grupo de trabajo de discriminación a la mujer, de Naciones Unidas. Luchadora incansable que ha logrado poner en el centro del debate internacional los derechos de las mujeres. Es un gusto poder saludarte.

Permítanme decirles, sé que lo saben, que es un gusto y siempre una emoción poder estar en mi estado, en el estado de Hidalgo.

Decirles que además me da mucho gusto cuando atendemos un tema tan sensible, como el tema de la violencia contra las niñas y contra las mujeres.

Que muchas y muchos de los que están en el presídium, a quienes saludo con afecto, y a todas y a todos ustedes, saben que es uno de los puntos fundamentales de atención del Gobierno de la República, del encargo del Presidente Enrique Peña Nieto a su servidor, y que lo hacemos con la convicción de que las cosas no pueden seguir igual.

Que no puede ser a partir de discursos, sino de acciones y de resultados en favor de las niñas y de las mujeres, como podemos seguir y pensar hacia adelante en el desarrollo de nuestro país.

Tomen ustedes el compromiso del Gobierno de la República, porque este trabajo que hemos emprendido, no parará, y que entregaremos resultados en favor de las mujeres de nuestro país.

Desde la realización de la Convención de Belén Do Pará, pilar fundamental de los derechos de las mujeres.

Desde entonces, sin duda, ha habido avances a nivel mundial y destacadamente en nuestro hemisferio.

La cuestión de género, y en particular la no violencia hacia las mujeres, forma parte ya de las agendas nacionales de las Américas, y cada vez más se les ve en espacios donde por siglos fueron excluidas.

Sin embargo, debemos admitir que la igualdad aún no es plena, que aún falta por hacer.

Que debemos traducir las convenciones, los acuerdos y las leyes en nuevas realidades cotidianas de cada niña y de cada mujer.

Que hay camino por andar a su lado, para prevenir, sancionar y erradicar la violencia que lamentablemente, sufren todavía en los ámbitos privado, familiar, social, laboral, político y económico.

Lo decía bien Claudia y se lo comentaba hace un momento a Carmen, a veces creemos que la violencia se da en la comunidad más lejana, en la zona más marginada, en donde hay circunstancias difíciles hacia el progreso y hacia el desarrollo, y a veces no queremos admitir que está en nuestra ciudad, que está en nuestra colonia, que está en nuestra comunidad y muchas veces, está en nuestra propia casa.

No queremos admitir y tenemos miedo a denunciar.

Es el caso que hemos encontrado en muchas partes del país, en el que no le hemos dado la confianza y los instrumentos reales a la mujer para poder seguir adelante, luego de que es sujeta de violencia.

Luego de que es sujeta de amenazas, que al no denunciarse acaban desafortunadamente en lesiones más graves y a veces en feminicidios.

Por eso, desde aquí, un llamado a todas, absolutamente a todas, a las que viven en comunidades lejanas o a las que están aquí presentes, las que no pueden y no quieren a veces por las dificultades, por las amenazas y las agresiones, hacer la denuncia correspondiente.

Dejemos atrás qué voy a hacer si se va él de casa; qué voy a hacer si nunca he trabajado; qué voy a hacer si me quedo sola con mis hijos. Dejémoslo atrás, tengamos la valentía que tienen siempre las mujeres para salir adelante, para denunciar, porque al denunciarlo ustedes, vamos a poder sentenciar a un sujeto que fue agresor y con eso poner un ejemplo enfrente de toda la sociedad. Hay que ir adelante, hay que ser parte de la denuncia.

Porque nadie nace violento, se aprende a serlo, y eso exige hacer cambios profundos en la manera en que pensamos y actuamos todos los días.

Se trata de progresar juntos, mujeres y hombres, porque solo así se afianza el avance de una nación y se contribuye a la construcción de un mundo mejor.

Por eso es tan importante el diálogo que hoy nos convoca y nos permitirá compartir experiencias y buenas prácticas, revisar aciertos y proponer mejores políticas públicas.

Porque, siempre hay que decirlo, cada acción de gobierno es perfectible.

Por eso, como lo confirma este foro, existe plena disposición y apertura a las propuestas de la sociedad civil y de organismos internacionales.

Porque los grandes logros solo, siempre solo, se alcanzan en el esfuerzo conjunto.

Se trata, como lo hemos venido haciendo, de pasar de los discursos a los resultados y de los diagnósticos a las soluciones. De hablar menos y de trabajar más.

Porque las niñas y mujeres de nuestras naciones no pueden tolerar una agresión más, una discriminación más, o peor aún, un feminicidio más.

Por eso estamos hoy aquí, para sumar y multiplicar con ustedes, para seguir avanzando en erradicar la violencia de género en nuestro hemisferio y, por supuesto, en México.

Y permítanme compartirles brevemente lo que aquí estamos haciendo, lo que tenemos que hacer hacia adelante, desde una perspectiva de género como política transversal, ampliando los espacios y oportunidades a más y más mujeres cada día.

Que en lo político, por ejemplo, seamos ya el segundo país después de Suecia, que tiene más mujeres dentro su Congreso federal, el 42 por ciento, a propuesta del Presidente Enrique Peña Nieto.

Trabajando también de manera coordinada con gobiernos estatales y municipales, y los tres poderes, pero también con organismos nacionales e internacionales, la academia, el sector educativo, productivo, la sociedad, en especial siempre con las mujeres.

Ampliando y fortaleciendo los Centros de Justicia, donde quienes han sido violentadas reciben protección, asesoría jurídica, atención médica y psicológica y, algo esencial: la posibilidad de romper el ciclo de violencia y castigar a los agresores.

Hoy son ya 28 Centros. La semana que entra se inaugura el de Zacatecas, y en agosto el de Chilpancingo, y con eso vamos a llegar a 30 Centros construidos, 24 de ellos construidos en esta administración.

La instrucción del Presidente es que al término de esta administración, de su administración, se pueda construir por lo menos uno en cada estado de la República.

Déjenme darles un dato, 200 mil mujeres ya han sido atendidas, como lo he informado hace un momento, en cada uno de estos Centros. Son lugares para las mujeres, para su protección, y por supuesto para hacer justicia.

También pusimos en marcha la Línea 01-800-HÁBLALO, para atender emergencias de violencia de género.

También déjenme decirles, son ya miles las mujeres que ocupan este espacio, que sirve las 24 horas del día, los 365 días del año.

Y junto con la Comisión Interamericana de Mujeres, ya iniciamos la construcción de un Sistema de Indicadores para medir la efectividad de las políticas públicas a nivel local y nacional.

Estamos avanzando también en la Alerta de Género, que, permítanme decirlo, cuando llegamos a esta administración lo encontramos politizado este proceso, un proceso en el que en lugar de la búsqueda por justicia para las mujeres, para erradicar la violencia, solo se ocupaba para hacer política entre partidos y entre ámbitos de gobierno. Lo hemos erradicado y hoy se toman políticas públicas serias y responsables en los municipios y en los estados, donde encontramos problemas de violencia de género.

Porque para que la violencia retroceda, los hombres, los gobiernos tenemos que cambiar.

Por ello, también impulsamos con ONU Mujeres, la campaña “Nosotros por Ellas”.

Lo hicimos ahí en un espacio del Gobierno Federal, y comprometimos que seríamos uno de los países ejemplo a nivel internacional, no solo por el número, sino por la convicción de los hombres en participar.

Hoy ya México es el tercer país con más adherentes a nivel mundial, de los cuales más de 60 mil son varones.

Vamos por más, por más compromiso de los hombres con ellas, con nuestras queridas mujeres.

En este marco, y perdón un poco lo extenso, pero quiero compartirles el trabajo que se está realizando y que tenemos que ir hacia más acciones, pero estamos haciendo muchas que tienen que comunicarse, que tienen que conocerse para que se puedan multiplicar a la vez en cada entidad.

Tuve una reunión la semana pasada con la Industria de la Radio y la Televisión para que sus contenidos, sus contenidos, y las y los comunicadores, integren la perspectiva de género y de no discriminación. Es un punto fundamental, y creo que todos los que prenden la tele, saben de lo que les estoy comentando.

Y esto es porque tenemos claro, que terminar con la violencia hacia las mujeres exige terminar con prejuicios y estereotipos que las lastiman.

En todo lo anterior, el entusiasmo, esfuerzo y compromiso de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres ha sido fundamental.

Permítanme hoy aquí, en este lugar, en este diálogo regional, felicitar a Alejandra, felicitar a Lorena, a muchas mujeres, a Diva y a muchas más, pero particularmente a Alejandra y a su equipo, porque son mujeres incansables, luchadoras, que ahí en la Secretaría de Gobernación todos los días tengo propuestas de ellas para poder erradicar la violencia de género. Felicidades Alejandra, felicidades a todas y cada una de ustedes.

Por parte del Gobierno de la República, tenemos clara la necesidad de seguir sumando esfuerzos para encontrar soluciones regionales ante cada uno de los retos que enfrentamos.

Para erradicar la violencia que sufren las mujeres con discapacidad, las mujeres indígenas o afrodescendientes, y las jóvenes.

Hago un compromiso con Carmen, estábamos platicando, necesitamos un diagnóstico, y aquí Nuvia será parte fundamental, de un diagnóstico en las comunidades indígenas.

Tenemos que ir a conocer a exactamente los problemas y dificultades que tienen nuestras mujeres en estas regiones del país.

Prometo, comprometo que habremos de tener el diagnóstico este mismo año, para saber cómo estamos y qué es lo que tenemos que hacer, Carmen.

Tenemos que ir hacia adelante, para identificar los obstáculos en el acceso a la justicia, sensibilizar a las y los profesionistas de los medios de comunicación, o para terminar con el machismo en la sociedad.

Pero también, para impulsar la armonización legislativa en temas fundamentales, como la tipificación del feminicidio.

Por eso, seguiremos actuando con determinación y convocando a la unidad, para poner punto final a una situación que lastima a las mujeres, y que nos limita a todos como sociedad.

Lo hacemos con la certeza de que ningún esfuerzo es en vano, y de que la coordinación y la corresponsabilidad son la mejor vía para seguir.

En el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto trabajamos con la convicción de que la desigualdad y la violencia de género, sí se pueden revertir, y para ello, hay que actuar de la mano con ustedes, y para ustedes, las mujeres.

En este sentido, sepan que tomaremos en cuenta las recomendaciones que aquí se viertan, para que se traduzcan en acciones de política pública, y para que las propuestas que de aquí salgan, se instruyan en la agenda de otros foros internacionales, se incluyan cada una de ellas.

Es momento de cerrar filas con las mujeres y las niñas. Es por ellas, pero también es por nosotros.

Es por México, que necesita su liderazgo, talento y capacidad para desarrollarse a plenitud.

Es por la sociedad, por una sociedad más digna, y por ende, más justa y próspera para todas y para todos.

Solo con ustedes, las mujeres y en igualdad, es posible un mejor presente y un mejor futuro.

Muchas gracias por su atención.

 

Mensaje

Pachuca de Soto

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Pachuca de Soto, Hgo., 26 de julio de 2016

 

MENSAJE DE LA TITULAR DE LA COMISIÓN NACIONAL PARA PREVENIR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES, ALEJANDRA NEGRETE MORAYTA, EN EL MARCO DEL DIÁLOGO REGIONAL, INTERCAMBIO DE BUENAS PRÁCTICAS: DESAFÍO Y NUEVOS RETOS PARA LA ERRADICACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES.

Muy buenos días.

Estoy muy feliz de compartir con ustedes este espacio de reflexión, el cual se convertirá en el inicio de un camino fructífero que permitirá impulsar con mayor eficacia las acciones para garantizar que las mujeres podamos acceder a una vida libre de violencia.

Aprovecho este espacio para saludar a las personas e instituciones que se han sumado a este encuentro.

Su presencia y la diversidad que hoy converge, refleja la naturaleza de esta iniciativa, misma que tiene una valía inigualable al conjuntar las propuestas de gobierno, sociedad civil, agencias internacionales y academia.

Saludo con mucho cariño al licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, quien tuvo la visión de generar este diálogo regional, para robustecer la política nacional en la materia.

Señor Secretario, muchas gracias por su incansable respaldo, compromiso y entrega con las mujeres de nuestro país, y por hacer visible en todos los espacios, que la violencia de género es una prioridad nacional que tiene que atenderse de manera urgente e integral.

Agradezco también las palabras y la cálida anfitrionía del Gobernador José Francisco Olvera, así como de la señora Guadalupe Romero, de la Canciller Ruiz Massieu, del funcionariado público del estado de Hidalgo, quienes han sido nuestro principal apoyo para este encuentro.

Agradezco el respaldo de la embajadora Carmen Moreno, quien se ha convertido en uno de los más importantes motores de la CONAVIM. Gracias Carmen, a ti, a tu equipo de trabajo, especialmente a Luz Patricia Mejía, por acompañar las grandes batallas que tenemos que dar para abrir espacio a la voz de las mujeres víctimas de violencia.

Saludo con mucho respeto y admiración, a Irinea Buendía y a la Ministra Olga Sánchez Cordero, quienes desde sus propias trincheras han marcado un antes y un después en el acceso a la justicia de las mujeres.

También saludo y agradezco a quienes aceptaron nuestra invitación para sumarse como co-convocantes.

A las organizaciones de la sociedad civil que nos recuerdan la importancia de la deliberación y de conjuntar esfuerzos.

Al gran equipo de HAS, al de Enfoque DH, de Amnistía Internacional y de la Comisión Mexicana para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos.

Destaco también el apoyo de nuestra querida Alda Facio, de Paulina Grobet, de ONU Mujeres, oficina que también se ha convertido en un punto de referencia en nuestro camino por la igualdad, y muy especialmente a la relatora Dubrat Simanovich, a quienes estamos muy contentas de recibir en su primera visita a México.

Finalmente, agradezco por supuesto la compañía de aliadas y aliados fundamentales, de Diva Gastélum, Álvaro Vizcaíno, Lorena Cruz, Ángela Quiroga, Alejandra Haas, Nuvia Mayorga y José Romero.

La violencia contra la mujer se ha manifestado por milenios a través de conductas que han ido variando a lo largo del tiempo, pero que se encuentran sostenidas en la columna vertebral del sistema patriarcal que impera.

Si bien las violaciones a los derechos de las mujeres y la lucha por la igualdad han existido siempre, no ha sido hasta el siglo pasado que comenzaron a asumirse como un parámetro político.

El discurso de la igualdad comenzó a transformar la perspectiva mundial, hasta consolidarse en la idea de una sociedad humanizada, es decir, en que la existencia del otro o la otra, no se limitaba a su mera materialidad, sino al valor humano que posee de manera intrínseca.

Parte de la humanidad se dio cuenta de que debía entenderse como una sola, conformada por millones de diversidades, todas y cada una con el mismo valor y la misma importancia.

El hombre dejó de ser entendido como sinónimo de humanidad adquiriendo esta última, un contenido de suma alteridad y variedad.

Es en esta época de prevalencia del discurso de los derechos de las mujeres, cuando sus cimientos están amenazados ante la aplastante realidad que se vive en el mundo.

Sería pretencioso dar respuesta definitiva a esta problemática.

Lo que sí puedo afirmar, es que es necesario entender y creer en los procesos.

Por supuesto, nos pasa que las agresiones nos indignan y nos hacen reaccionar con la urgencia de que el ahora se convierta en ya.

Es importante levantar la voz ante las injusticias, pero hay que generar procesos transformadores y constantes.

Hay que asumir compromisos que prometan caminos sólidos, que ofrezcan soluciones reales y actuales, y además, ayuden a futuras generaciones que puedan continuar con la insistencia.

Los procesos de violencia patriarcal han sido largos y constantes, por lo que requieren respuestas con la misma insistencia y uniformidad.

Hay que vernos como eslabones en la gran cadena de la historia, nadie empieza por sí misma, ni nadie concluye nada. Es una lucha de todas y todos.

Sin embargo, es posible erradicar la violencia, porque hay una necesidad en que la distinción entre mujeres y hombres sea únicamente descriptiva, pero sin ninguna relevancia para el ejercicio de nuestros derechos.

La lucha para erradicar la violencia contra la mujer, es una verdadera urgencia del ayer, del hoy y del mañana.

Hoy estamos en un momento crucial para reencontrarnos las mujeres con los hombres y viceversa.

Gracias a la lucha de grandes mujeres, como muchas de las que hoy nos acompañan, hemos derribado barreras que nos impedían entendernos como parte de una misma esencia.

Los estereotipos de género afectan profundamente a ellos y a nosotras.

Hemos logrado posicionar las exigencias en la agenda política nacional e internacional.

Hemos logrado incluir a muchos sectores que se sentían ajenos a esta problemática, como medios de comunicación, empresas privadas, agrupaciones sociales, deportivas y culturales.

Hemos avanzado, hemos construido y reconstruido. Ahora debemos impulsar con más ímpetu, porque de alguna forma las raíces de la violencia contra las mujeres han perdido mucho, y la lucha por la igualdad ha avanzado bastante.

Las mujeres e instituciones de gobierno tenemos desafíos y retos comunes que requieren una visión conjunta.

Este fue el entendimiento al que llegamos de la mano con la CIM, y el que explica nuestro interés en convocar este foro que gira en torno a una sencilla pregunta: ¿Cómo nos articulamos más y mejor para erradicar conjuntamente la violencia?

Con ello en mente, es que hemos convocado este diálogo, el cual busca más que problematizar, movernos a la identificación de desafíos y soluciones puntuales que nos ayuden a consolidar la agenda de trabajo para los años venideros, a partir de un trabajo más consolidado y armónico con la sociedad civil, academia y expertas internacionales.

Gracias al respaldo del Secretario de Gobernación, estamos trabajando muy duro para hacer de la igualdad de género una realidad nacional y cambiar el paradigma de la violencia.

Este esfuerzo debe ser incrementado día a día mediante un trabajo mancomunado, porque el reto que tenemos de frente solo puede abordarse así, de la mano y con empatía.

México tiene mucho que aportar y mucho que aprender en temas de prevención y atención de la violencia.

El encuentro del día de hoy, nos corrobora gratamente que la revolución de la igualdad es nuestra meta común, y que tenemos un contexto propicio para hacerla exitosa.

Muchas gracias.