La Trata de Personas es un delito que tiene como finalidad la explotación de la persona en diversas actividades, una de ellas es la sexual. La historia de este delito es amplia y se remonta a la comercialización de mujeres africanas e indígenas como mano de obra, servidumbre y como objetos de satisfacción sexual; sin embargo, el término de Trata de Blancas se generó a partir de las guerras mundiales, en donde mujeres europeas de piel blanca eran captadas y transportadas a otros países e incluso otros continentes, siendo vendidas como concubinas y servidoras sexuales en redes de prostitución.

Penosamente, este delito comenzó a crecer a lo largo del tiempo, como un negocio que genera ganancias millonarias al haber una gran demanda, es por esta razón, es que los tratantes comenzaron a comercializar no solo a mujeres blancas, si no a cualquier mujer, niña, niño y adolescente para cubrir con la demanda de sus consumidores. Es por ello que el término Trata de Blancas fue descartado al no visibilizar el problema que genera este delito y fue remplazado por Trata de Personas con fines de explotación sexual o bien laboral.

Esto nos permite reflexionar la manera en la cual se ha estigmatizado la figura de la mujer a lo largo de la historia, y como ha sido convertida en un objeto de satisfacción sexual, mercancía comercializada para la mano de obra, servidumbre a disposición de los patrones y  matrimonio forzado.

A partir de ello, se han generado movimientos  que buscan cambiar la percepción de la mujer, creada con base en estereotipos que han estado presentes a través del tiempo; esto ha logrado que la presencia de las mujeres en diversas esferas (que anteriormente estaban destinadas exclusivamente para los hombres), sea cada vez más fuerte; no obstante, la lucha sigue en la actualidad, forjando herramientas esenciales a través de la equidad para lograr igualdad entre hombres y mujeres.

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