El presente Blog, pretende visibilizar que el delito de  trata de personas no se limita a la explotación de las mujeres, si no, que se consolida en las brechas creadas a partir de la vulnerabilidad de los grupos marginados.

Así como las mujeres sufren de estereotipos sociales que les imponen un rol de género que obstruye su acceso a la igualdad, los hombres son perseguidos por sus propios estigmas, que les impide denunciar por miedo a ser heridos en su masculinidad.

Los hombres pueden ser víctimas de trata de personas con fines de explotación laboral, condición de siervo y trabajo o servicios forzados, en especial aquellos que se encuentran en zonas rurales, donde la mayor fuente de empleo es trabajar en los campos como jornaleros, labor que desempeñan para la manutención de sus familias. Sin embargo, puede ser esta necesidad de proveer, la que los encamine a caer en un empleo con malas condiciones de trabajo, salarios por debajo del mínimo y horarios extenuantes.

El Diagnóstico Nacional sobre la Situación de Trata de Personas en México, realizado por la Oficina de las Naciones Unidad contra la Droga y el Delito (UNODC), expone con base en fuentes documentales, que se han registrado casos de jornaleros que son reclutados con la promesa de un pago cuatro o cinco veces superior a lo que ganan en cultivos legales, siendo esta la manera de atraer a las personas a estos empleos.

La necesidad de ser reconocidos como buenos proveedores y de no flaquear ante el trabajo fuerte, para no ser considerados como débiles o faltos a su deber como hombres, además del desconocimiento de sus derechos como trabajadores, son factores que influyen en la falta de la denuncia de este delito, así como la posibilidad de salir de la situación de explotación.

Es preciso señalar, que los tratantes buscan atraer personas con discursos basados en engaños, que ofrecen salarios mayores a los comunes y condiciones de trabajo dignas. Una vez que estas personas comienzan con las actividades laborales, las cosas cambian, y los tratantes comienzan a realizar acciones que generan miedo y propician que la persona se mantenga en ese lugar.  

Según datos reportados en el Diagnóstico Nacional sobre la Situación de Trata de Personas en México, señalan que el perfil de las víctimas de trata de personas con fines de explotación laboral son hombres jóvenes y adultos, en situación de pobreza, con bajo o nulo nivel académico, de familias numerosas y migrantes, a los cuales se les explota en el trabajo agrícola, en el sector comercial, bares y en la industria de la construcción.

El mismo Diagnóstico indica que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) identificó que a nivel mundial, los principales fines de la trata de personas son la explotación laboral con un 70%, seguida por la explotación sexual con un 24.4%.

Estas cifras nos muestran un panorama claro sobre la situación en la cual se encuentran las ofertas laborales en los sectores rurales.

Si conoces algún caso con esta finalidad de trata de personas, te invitamos a realizar tu denuncia ante las autoridades.