Lomas deSotelo, D.F., a 20 de febrero de 2008.- La Secretaría de la Defensa Nacional informa, que en relación a las notas publicadas en diversos medios de comunicación, en las que se menciona una supuesta agresión a un Obispo y tres colaboradores por parte de personal militar en un puesto de control, en el poblado de San Fernando, Tamps., al respecto se hacen los siguientes señalamientos: El día 17 de febrero del presente año, en el poblado de Valle Hermoso, Tamps., durante el desplazamiento de un convoy militar integrado por cuatro vehículos, que se trasladaba para efectuar reconocimientos, aproximadamente a las 0100 horas de esa fecha, fue impactada una de las camionetas militares por un vehículo civil conducido por un individuo con intoxicación etílica.

En este accidente provocado por la camioneta civil resultaron lesionados siete militares que se encontraban en la parte posterior del vehículo militar y el civil que conducía la camioneta. 

El accidente obstruyó la vialidad, ocasionando que los vehículos que transitaban a retaguardia del convoy no pudieran continuar su marcha, entre ellos un vehículo Pick Up, con vidrios polarizados, en el que se transportaba el cura de nombre GUADALUPE BARBOSA CRUZ, con tres personas más quienes ingerían bebidas embriagantes. 

Una parte del personal militar integrante del convoy procedió a dar atención a los lesionados que permanecían sobre la cinta asfáltica, el resto estableció un dispositivo de seguridad, canalizando el tránsito por la explanada de una gasolinera. 

Durante esta acción, los vehículos que transitaban por esa vialidad procedieron a desviarse, excepto la Pick Up con vidrios polarizados que intento pasar, por lo que fue detenido dicho vehículo, procediéndose a su revisión; los cuatro ocupantes permanecieron en el vehículo. 

La revisión fue supervisada personalmente por el General comandante de la 8/a. Zona Militar, responsable del convoy, quien constató que en ningún momento se violentaron las garantías individuales de los ocupantes de la camioneta. 

Posteriormente, el comandante de esa Zona Militar se entrevistó con el obispo de la plaza de Matamoros, Tamps. FAUSTINO ARMENDÁRIZ, quien confirmó que de los cuatro ocupantes de la camioneta, solo uno era sacerdote y los otros tres civiles; indicando además que los datos que aparecen en las notas periodísticas no corresponden a la realidad; ignorando la conducta del sacerdote y de los civiles que lo acompañaban (ingerían bebidas embriagantes). Cabe aclarar que no era un puesto de control, sino un dispositivo implementado para dar seguridad y atención médica al personal lesionado. 

A través de esta información, se ratifica el compromiso de dar a conocer de manera transparente a la sociedad, sobre las diversas actividades que dentro del marco de las misiones constitucionales tiene asignadas esta Secretaría, lo cual permite apreciar la veracidad de sus acciones y evitar que se generen especulaciones.