Señores funcionarios de las planas mayores de las Secretarías de Marina y de la Defensa Nacional.
Distinguidos generales en la honrosa situación de retiro.
Respetables invitados especiales.
Estimadas familias que nos honran con su presencia.
Jóvenes estudiantes y maestros de diversas instituciones educativas que hoy nos acompañan.
Compañeros de armas.
Señoras y señores.
Representantes de los medios de comunicación; 
Muy buenos días a todos.

Es un honor para mí, como mexicano y como soldado, presidir esta ceremonia de izamiento de bandera, para rendir tributo a nuestra enseña patria, símbolo de unidad y exaltar nuestros más profundos valores cívicos.

Símbolo que representa a esta gran nación… de dilatada geografía y enormes riquezas naturales, de acendrada cultura y nobles tradiciones, de un pasado glorioso y futuro promisorio; pero sobre todo… de gente trabajadora, emprendedora y tenaz.

Debemos destacar que nuestra bandera nacional ha estado presente en los momentos de mayor trascendencia en el devenir patrio, en donde valientes mexicanos de diversas épocas, la enarbolaron, con honor y patriotismo, en defensa de nuestra integridad territorial, de nuestra independencia y de nuestra soberanía.

Actos como el de hoy, nos permiten rememorar episodios sublimes de nuestro pasado, como lo acontecido, un 15 de julio, pero de hace 150 años, cuando se escribió una de las páginas más gloriosas de nuestra historia, al finalizar la intervención francesa y el segundo imperio.

Este acontecimiento fue representado con la entrada triunfal del presidente Benito Juárez a la capital de la república, simbolizado con el izamiento de bandera en la plaza de la constitución.
Esa mañana, el presidente Juárez entró a la ciudad de México, aclamado por la población, hasta arribar al zócalo capitalino, en donde fue recibido por el General Porfirio Díaz, quien había mandado confeccionar para esa ocasión, una bandera nacional, que puso en manos del primer mandatario.

El presidente Juárez izó el pendón tricolor, al tiempo que se entonó nuestro himno nacional, marcando con esto, el fin de una larga guerra de seis años, y consolidando así. El triunfo de la república. 
Este y muchos otros acontecimientos que han forjado a la patria, nos hace recordar que los mexicanos, hemos sido testigos de los retos y desafíos que superamos en el pasado y los que superaremos en el presente, siempre con la firme convicción de forjar un mejor futuro para las nuevas generaciones.

Nuestro lábaro patrio, simboliza la identidad y unidad nacionales; es fuente de inspiración de millones de mexicanos que con su esfuerzo diario, contribuyen a tener un país más próspero e incluyente. 

Nuestro lábaro patrio, no distingue condición social o política, situación económica, origen étnico, religión o edad, es símbolo por excelencia que agrupa a los mexicanos por igual.

Bajo esta premisa, las fuerzas armadas nutren sus filas con ciudadanos de todas las entidades del país.

La génesis del instituto armado proviene del pueblo, sociedad y soldados somos lo mismo y estamos unidos por lazos indisolubles, que nada ni nadie podrá quebrantarlos.

Esta unión que se ha hecho cada vez más sólida a través del tiempo, seguirá siendo nuestra mayor motivación para estar al lado de los mexicanos en el momento que nos necesiten, unidad que se consolida con el sentimiento de fidelidad y respeto por nuestra insignia nacional.

Nuestro profundo amor a México, a sus instituciones y a sus símbolos patrios, emana del corazón y la mente de cada mujer y hombre que porta orgullosamente el uniforme militar.

Para todo militar, su vocación de servicio se encuentra inmersa en los valores de la lealtad y del honor.

Para todo militar, la enseña patria es sagrada… desde que ingresamos a la carrera de las armas, en que juramos defenderla, aún a costa de nuestra propia vida, si fuera necesario.

De igual forma, las instituciones educativas y las diversas organizaciones sociales del país, al recibirla oficialmente realizan su protesta para honrarla y defenderla con lealtad y constancia. 

¡Honrar y defender la bandera nacional, no es una obligación exclusiva de las fuerzas armadas!... ¡es un deber de todos los mexicanos!

Distinguido auditorio, jóvenes estudiantes.

Como mencione hace unos segundos, México requiere de la unión de todos nosotros para afrontar cualquier obstáculo que se nos presente, como mexicanos, somos y nos sentimos orgullosos de esta tierra y de sus historias.

¡Orgullosos de lo que somos y de lo que buscamos ser!

Como lo expresara el ciudadano enrique peña nieto, presidente de la república el pasado 24 de febrero, durante la conmemoración del día de la bandera, cito:

“...La mejor versión de México está en nuestras manos, en nuestros corazones y almas, unidos podremos convertir nuestros retos en oportunidades, unidos podremos superar los desafíos externos y encontrar soluciones a nuestros retos internos, unidos nuestro país saldrá adelante, esta es la hora de la unidad por México y para México...”, fin de la cita.

Los mexicanos tenemos todo para alcanzar nuestros ideales; nos respalda el legado de nuestra historia, la voluntad de una sociedad que lucha por ser cada día mejor  y la fortaleza de nuestra juventud y niñez.
Juventud y niñez que están retomando con gran civismo, los honores al lábaro patrio los días lunes en sus escuelas, como parte de su formación en valores que les permitirá ser ciudadanos íntegros y comprometidos con su país.

Permítanme insistir:
La bandera, es el pasado, presente y futuro de México, al rendirle honores, no únicamente honramos a los héroes que nos dieron patria y libertad, sino también a la gente de bien que diariamente se esfuerza para brindarle a sus hijos un México mejor.

Por ello, nuevamente hago una invitación a todas las mexicanas y los mexicanos para que tengamos una bandera, en nuestros hogares, centros de trabajo, recintos escolares, espacios públicos, en los vehículos, siempre guardándole el respeto y la veneración debida.

Honremos nuestro lienzo patrio, actuando en todo momento con integridad, honradez y transparencia; promoviendo la unión familiar y el trabajo colaborativo, fomentando la educación de calidad y en valores, realizando acciones proactivas para bien de nuestra comunidad, siempre en aras del desarrollo nacional.

Unamos esfuerzos y fortalezcamos nuestro sentido de pertenencia en torno a nuestra bandera.

Inspiremos en nuestros hijos el amor y respeto por los símbolos patrios, exaltemos su valor y su significado. 

¡Estemos orgullosos de nuestra gran nación!

Por nuestra parte, los soldados de la república, como custodios de las armas nacionales. 

Asumimos el firme compromiso de seguir siendo una institución confiable al servicio de los mexicanos;
Aspiramos a ser ejemplares en todo momento, preparándonos profesionalmente para cumplir nuestras tareas diarias, actuando siempre dentro del marco del estado de derecho.

Seguiremos observando los principios de respeto y dignidad que rigen los derechos fundamentales de nuestros compatriotas.

Que sea esta, nuestra bandera, el motivo principal que fomente el sentido de mexicanidad que nos permita enfrentar juntos los retos.

Que sea esta nuestra enseña nacional, el aliento para que todos, absolutamente todos, desde el ámbito de nuestras responsabilidades y competencias, sigamos empeñando esfuerzos en búsqueda de la transformación y el progreso… en beneficio de nuestra sociedad.

A todos muchas gracias por su atención.