Ciudadano Enrique Peña Nieto, Presidente de la República y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas;
 
Almirante VIDAL FRANCISCO SOBERÓN SANZ, Secretario de Marina;
 
Licenciado JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑA, Secretario de Relaciones Exteriores;
 
Licenciado MONTE ALEJANDRO RUBÍDO GARCÍA, Comisionado Nacional de Seguridad;
 
Licenciado JULIÁN ALFONSO OLIVAS UGALDE, Subsecretario de Responsabilidades Administrativas y Contrataciones Públicas de la Secretaría de la Función Pública;
 
Integrantes de la Presidencia de la República;
 
Invitados especiales;
 
Integrantes de las planas mayores de la Secretarías de Marina y de la Defensa Nacional;
 
Apreciables familias que nos acompañan;
 
Representantes de los medios de comunicación;
 
Compañeros de armas todos;
 
Muy buenas tardes.
 
El compromiso prioritario asumido por el Presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, es sin duda lograr un México que garantice el avance de la democracia, la gobernabilidad y la seguridad de la población.
 
En esta imperativa tarea, los esfuerzos realizados en el marco de la política pública.
 
En materia de seguridad y justicia, han permitido reducir los índices delictivos y disminuir la violencia en diversas entidades y regiones del país.
 
Sin embargo, aún hay mucho que hacer, para atender esencialmente los factores de riesgo asociados a la criminalidad, para robustecer el tejido social y las condiciones de vida, para inhibir las causas de la violencia, para abatir los delitos que más afectan a la ciudadanía.
 
Importantes cometidos que son responsabilidad de todos: Sociedad, Gobiernos y Fuerzas Armadas; todos tenemos la imperiosa encomienda de sumar esfuerzos para su concreción en aras del bienestar colectivo.
 
Conscientes de ello, las Instituciones Armadas, tenemos muy claro que es fundamental seguir actuando con tesón y sin bajar la guardia, contribuyendo en el logro de mejores entornos de tranquilidad y armonía que merecen nuestros conciudadanos.
 
Esa es la premisa con la que soldados, marinos y pilotos desplegados en tierra, mar y aire, cumplen diariamente, de día y de noche, las misiones que se les encomiendan, encarando los flagelos que atentan la convivencia e integridad de cada mujer, de cada niño, de cada joven, de cada adulto, de cada mexicano.
 
Este esfuerzo se refleja en las actividades que la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea realizan en diferentes esferas del quehacer nacional; tareas que con perseverancia mujeres y hombres desempeñan diariamente para el cumplimiento eficaz del deber.
 
En cada misión se comprueba y se compromete esfuerzo permanente, profesionalismo, constancia, vocación y amor a la patria, siempre al servicio de México, de las instituciones, de la sociedad.
 
Ese es el espíritu que hoy nos reúne para reconocer la incesante tarea de 8 Corporaciones de la Armada, 13 del Ejército y 3 de la Fuerza Aérea, que se han distinguido por su significativo desempeño en beneficio de la colectividad.
El valor y esmero con el que han cumplido sus tareas y los resultados sobresalientes obtenidos en las actividades para reducir la violencia en el país, los han hecho acreedores a recibir la recompensa de “Mención Honorífica”.
 
Premio que se otorga a individuos y corporaciones de las Fuerzas Armadas, por su espíritu de cuerpo, capacidad profesional, servicios a la patria, actos heroicos y demás hechos meritorios; constituyéndose en ejemplo digno de tomarse en consideración y de ser emulado.
 
Señores Comandantes de las corporaciones que hoy son galardonadas:
 
A nombre de las tropas que les han sido confiadas, reciban del señor Presidente de la República y Comandante Supremo, tan merecido reconocimiento, que significa celo en el cumplimiento del deber, entrega y disposición para proteger a los mexicanos y su patrimonio.
 
El esfuerzo cabal y la buena actuación de su personal, han puesto en alto el buen nombre de las instituciones de la República, de los Institutos Armados y de sus Corporaciones.
 
Les enfatizo:
 
¡Es la seguridad y protección de cada ciudadano, el eje donde debe gravitar nuestro accionar!
 
Por ello, no podemos combatir la ilegalidad con ilegalidad;
 
No podemos, ni debemos permitirnos rebajar nuestros actos a niveles que son propios de delincuentes;
 
Les insisto:
 
Toda actividad que realizamos, la pasión con la que actuamos, y las decisiones que asumimos, deben ser firmes, pero al mismo tiempo razonadas, siempre apegadas a la ley, siempre orientadas a preservar los derechos fundamentales.
 
Cualquier acción contraria a estos preceptos, empaña a nuestra institución y es motivo para ejercer estrictamente justicia; por ello, ante la excepción, todo militar que se aparte de los preceptos legales y el respeto a los derechos fundamentales de las personas, será llevado ante las instancias jurídicas correspondientes.
 
Subrayo:
 
La Secretaría de la Defensa Nacional velará para que todo militar que por el ejercicio de sus funciones enfrente una investigación penal, tenga trato digno y juicio justo; agotando toda instancia y prueba para esclarecer la verdad; respetándoles en todo momento las garantías que constitucionalmente corresponden.
 
Compañeros de armas:
 
Los exhorto y aliento a que sigan actuando con legalidad, con irrestricto respeto a las garantías individuales; ¡continúen siendo dignos de la confianza que nos extienden nuestros conciudadanos!
 
Recordemos en todo momento la conducta ejemplar de aquellos militares que nos han precedido, especialmente los actos honestos, valerosos y meritorios de quienes cumplieron su deber con el máximo sacrificio, en aras del bienestar de todos.
 
A ellos, refrendo nuestro merecido reconocimiento; a sus familias les reitero gratitud y apoyo solidario.
 
Señor Presidente de la República:
 
Agradecemos encarecidamente su presencia en este evento, reflejo de su calidad humana, liderazgo y don de mando.
 
La Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea, tienen orígenes totalmente populares; cada soldado, marino o piloto, además de llevar arraigado por formación, elevado amor por México, patriotismo indiscutible y acendrada lealtad a toda prueba, busca siempre distinguirse en el cumplimiento de su deber, anteponiendo a los intereses personales, los intereses de la república.
 
Lealtad que se manifiesta en el quehacer cotidiano; lealtad con los superiores, con los compañeros y con los subalternos; pero sobre todo, lealtad con la sociedad, lealtad con el pueblo de México a quien nos debemos.
 
Con certeza le expreso:
 
Redoblaremos esfuerzos cumpliendo cabalmente sus directivas para atender las demandas de los ciudadanos; garantizar la seguridad y desarrollo del país; y contribuir al logro de las metas nacionales.
 
¡Las fuerzas armadas no bajaremos la guardia!
 
¡Con absoluto respeto a los derechos humanos, seguiremos desempeñando cada misión o tarea que se nos asigne con carácter, temple y capacidad de reacción!
 
Lo hacemos con todos los recursos humanos, materiales, logísticos, tecnológicos y legales que la nación pone a nuestra disposición, con pleno respeto y en respaldo a las instituciones nacionales, acatando siempre las decisiones del poder civil y con absoluto apego a los mandatos constitucionales.
 
México, nuestra patria, ha sido, es y será siempre, la razón y causa que motiva, que impulsa, que mueve a las mujeres y hombres que vestimos el uniforme de la república.
 
¡Siempre cumpliremos, con lealtad, con honor y con compromiso!
 
Muchas gracias por su atención.