Discurso del Secretario de la Defensa Nacional 
 
Distinguidos funcionarios de la Secretaría de la Defensa Nacional;
 
Apreciables Comandantes de las Regiones Militares y Aéreas; Comandantes de Zonas y Bases Aéreas Militares y Directores Generales de las Armas y Servicios;
 
Señores Generales, Jefes, Oficiales, Cadetes y Tropa;
 
Damas y caballeros que nos acompañan;
 
Estimadas familias;
 
Señores representantes de los medios de comunicación;
 
Muy buenos días.
 
Han trascurrido breves horas, desde que el Licenciado ENRIQUE PEÑA NIETO, Presidente de la República y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, me distinguiera con el nombramiento de Secretario de la Defensa Nacional.
 
Con el sentir del soldado que ve coronado sus anhelos de asumir la máxima responsabilidad militar, saludo a las mujeres y hombres del Ejército y Fuerza Aérea, cuya vocación es salvaguardar los valores supremos que han cimentado a la patria.
 
Hago extensivo este saludo también, para aquellos compañeros de armas que se encuentran desplegados en el interior del territorio nacional haciendo posible que México avance ininterrumpidamente por el sendero de la seguridad y la tranquilidad.
 
Las fuerzas armadas que hoy tengo el privilegio de recibir, poseen un legado de sacrificio, entrega y vocación de servicio, acorde con los retos que nos demanda la historia.
 
Ello coloca al Instituto Armado en un sitio de honor entre los baluartes de la república.
 
Referente que ha sido posible, gracias al esmero de quienes nos precedieron en la profesión castrense, aportando todo su potencial para concretar los objetivos de la defensa y seguridad nacionales.
 
Hoy concluye un singular ciclo en el devenir de la secretaría de la defensa nacional, en el cual el ciudadano General GUILLERMO GALVÁN GALVÁN, evidenció su innata capacidad de gestión, vigor y liderazgo, que hicieron posibles importantes cambios estructurales.
 
Sus méritos y legado, han sido acertadamente descritos en la orden extraordinaria que acabamos de escuchar.
 
Aprovecho esta oportunidad, para expresarle mi reconocimiento a su ardua labor desempeñada al frente del Instituto Armado.
 
Con toda certeza, deja bases sólidas en las que habremos de sustentar nuevos proyectos y horizontes. 
 
La continuidad, es uno de los signos más representativos de la madurez y desarrollo institucionales.
En esta nueva etapa que iniciamos, seguiremos incentivando esta inercia, a efecto de garantizar el cumplimiento de nuestras misiones generales y el desarrollo de las fuerzas armadas. 
 
Estoy persuadido de que sendas responsabilidades, exigirán de cada uno de nosotros todo el profesionalismo, valentía y firmeza, impregnados del espíritu de superación que nos ha llevado a lograr cada vez más y mejores logros.
 
La identidad del Ejército y Fuerza Aérea, se forja con el conjunto de valores y virtudes que poseen sus integrantes; por la comunión de lo que representa su pasado, lo alcanzado en el presente y lo que se aspira en el porvenir.
 
La disciplina, mística y tradiciones –rasgos sólidos y perdurables que cohesionan a las Fuerzas Armadas– deben ser un impulso constante en el cumplimiento de las tareas encomendadas.    
 
Compañeros de armas:
 
Toda época y toda generación, debe ser capaz de construir lo que vislumbra para quienes le suceden.
 
Corresponde a nosotros, desde los albores mismos de este ciclo, seguir siendo una  institución que comprende y pondera la trascendencia del estado.
 
Así lo concibió el constituyente de 1913, al establecer que el ciudadano Presidente de la República, sea parte de las Fuerzas Armadas en su condición constitucional de Comandante Supremo.
 
El Licenciado ENRIQUE PEÑA NIETO, demanda de todos nosotros la entrega y profesionalismo que nos reconoce, para respaldar su proyecto de gobierno.
 
A él debemos lealtad, obediencia y respeto.
 
Acataremos cabalmente las directivas que emita, para que la población pueda desarrollar sus actividades productivas a plenitud, en un ambiente de seguridad y confianza.
 
Ello demandará un estricto respeto al estado de derecho y a las garantías individuales. 
 
Demostremos con trabajo y resultados nuestro compromiso.
 
Hagámoslo por México.
 
Muchas gracias.