Discurso No. 024

Palabras del titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Jesús Murillo Karam, en la inauguración del Segundo Foro Latinoamericano y del Caribe de Vivienda Adecuada.

Monterrey, N.L. 6 de mayo de 2015.

Hay cosas que parecen increíbles. Tener un Foro de esta dimensión y de este tamaño para afirmar la idea de la importancia de la vivienda me parece increíble.

La vivienda es sin lugar a dudas la forma de vida de la Humanidad; la forma de vida -y voy a usar la palabra moderna, yendo muy lejos- incluso de lo que podemos llamar el perfil de la civilización. Cuando el Hombre
-y uso la palabra Hombre con su raíz latina que tiene que ver con Ser Humano para no tener que repetir mucho- se asienta, cuando descubre que si se estaciona en un lugar puede criar animales; y el descubrimiento de que puede criar animales descubre también que puede cosechar lo de la naturaleza, empieza la era de la civilización.

Para asentarse busca un lugar dónde vivir, dónde manejar su vida, su vivienda; y es eso la vivienda, lo que se convierte en el motor de una civilización distinta, completamente distinta. Nacen de la vivienda los primeros conglomerados, los primeros pueblos, y después las ciudades.

Y hoy la ciudad no es más que el conjunto de cosas que sirven a esas viviendas; en consecuencia, decir que debemos poner la vivienda en el centro es un tema cierto, no hay más centro que la vivienda.

La vivienda es el centro de la familia, la familia es el centro de la sociedad; son las familias, es el conjunto de familias que viven en viviendas las que determinan sus reglas de conducta, sus formas de ser.

Por eso es tan importante este Foro, por eso tiene tanta importancia una política de vivienda en cada uno de los países.

Tiene que ver con todo, porque tiene que ver con la cohesión familiar y por consecuencia con la cohesión social; porque tiene que ver con el uso y disfrute de los espacios y por consecuencia de los territorios nacionales; porque tiene que ver con la paz, porque tiene que ver con el desarrollo, porque tiene que ver con las posibilidades de vivir con calidad, con posibilidades reales.

Todo esto se planteó, y lo retomo, cuando el Presidente de la República determina que estas son las condiciones de una Política de Vivienda que se vuelve utilitaria para este México.

Y a dos años y medio de lo dicho, hemos construido -tan solo en el año anterior y en lo que va de éste- 600 mil nuevas viviendas, de las cuales 250 mil se promovieron con subsidios.

Y nos muestra lo que sería la respuesta a la última pregunta de quién me antecedió en la palabra: cómo sustentar el desarrollo de la vivienda sin afectar el desarrollo de los países, pues aquí lo logramos.

El sector vivienda, es decir, toda esta inversión, todo este subsidio, todo esto nos permitió ubicar el desarrollo de nuestro Producto Interno Bruto como aportantes en segundo lugar, es decir, no solo fue una carga, se convirtió en un motor de desarrollo.

Construir vivienda nos resultó un excelente propósito para el país, una excelente aportación al Producto Interno Bruto; y más aún, la construcción de vivienda que requiere de una mano de obra extensiva nos llevó a tener a la vivienda -la construcción de vivienda- como el principal generador de empleo durante el año pasado en el país.

Es decir, si tenemos una política adecuada, si consideramos todas las contingencias, si tenemos un buen manejo del suelo, con certeza como también se manejaba, podemos convertir la construcción de vivienda no sólo en una carga menor sino en un motor de desarrollo.

Pero hacer vivienda no es sólo poner tabiques, no es sólo encimar ladrillos, no es sólo ponerle un techo a las paredes; hacer vivienda es necesariamente estar ubicados en el perfil que nos lleva a dos destinos distintos, hacia el interior de la vivienda y hacia el exterior.

Tenemos que hacer vivienda pensando en su interior, es decir, en cómo y quién va a vivir ahí, en cómo y qué, en cuáles son las condicionantes fundamentales para que esa vivienda se convierta realmente en un hábitat.

Y hacia afuera, tenemos que pensar en la vivienda también como lo que significa su impacto en el entorno social y en el propio urbanismo.

Tenemos que pensar en la vivienda con los espacios que requiere para que no convirtamos la vida de quienes habitan en ella en una disputa permanente por el espacio, en la disputa por la esquina, en la disputa por el pequeño parque, en la disputa por la cancha.

Tenemos que generar los espacios necesarios para hacer habitable, conveniente, adecuada la calidad de vida que nos da la vivienda.

Esto es tan importante como que el techo sirva para que no penetre el agua y nos dé sombra; es tan importante como que les demos un documento que signifique que tiene el derecho de estar ahí, es tan importante que también tenemos que pensar seriamente en que una Política de Vivienda no puede estar aislada de una política de motivación social que genere las mejores posibilidades de actividad, de intercambio de complemento social.

Todo esto, todo esto, es lo que significa la vivienda. No vamos a hablar de cuáles son los mejores ladrillos, ni cuáles son los mejores techos. Vamos a hablar de cuál es el mejor lugar para vivir, de cuál nos da las mejores condiciones y certezas de paz, de tranquilidad.

Por ello, con enorme gusto celebro poder ser quien tenga el honor de declarar inaugurado este Segundo Foro Latinoamericano y del Caribe de Vivienda Adecuada, con los mejores deseos de que tenga los mejores resultados de millones de personas que estamos involucrados en lo que significa la vivienda.

Muchas gracias.