Discurso No. 080

Palabras del titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Jorge Carlos Ramírez Marín, en el Foro Internacional de Vivienda Sustentable (FIVS), Organizado por el INFONAVIT.

México, D. F. 28 de octubre de 2014.

Muchas gracias.

Lo interesante de venir a un Foro como este, no es solo que nos toque hablar, es una extraordinaria oportunidad para reflexionar juntos -y además de una manera interdisciplinaria- en estos temas que aparentemente nos son comunes y que, sin embargo, estamos abordando todos, quizá, de una manera diferente.

Es una gran oportunidad para ponernos de acuerdo, por eso celebro -como siempre para mí- es un extraordinario honor contar con la compañía del señor Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Doctor Miguel Ángel Mancera, muchas gracias Doctor.

Con él, a la representación del Poder Legislativo de la ciudad, la presidenta de la Mesa Directiva de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, diputada Priscila Vera; la muy grata presencia de los legisladores federales, por el Senado de la República, la senadora María Elena Barrera; nuestro siempre estimado amigo don Carlos Aceves del Olmo, por la Cámara de Diputados, hoy además con doble camiseta en su representación como legislador y además con el muy importante papel que juega, junto con don Abelardo Carrillo Zavala, en la representación del sector obrero en el INFONAVIT, a ambos mi agradecimiento por todas sus atenciones, muchísimas gracias.

Igualmente, a la representación del sector patronal, siempre hemos encontrado gran apoyo y coincidencia en el impulso de las políticas nacionales a partir de Sebastián Fernández desde el INFONAVIT y, por supuesto, quien representa a la Cámara que es precisamente el centro del trabajo del INFONAVIT, como es don Fernando Abusaid, desde la CANADEVI.
Muchísimas gracias Fernando.

Y del sector público estamos Paloma Silva de la CONAVI, nos acompaña Jesús Alberto Cano Vélez de Sociedad Hipotecaria Federal y no estaríamos aquí si no fuera por la convocatoria y la amable anfitrionía de Alejandro Murat; muchas gracias, director, por tomar en cuenta el trabajo en la Secretaría que siempre ha sido culminado por el INFONAVIT, muy exitoso, como lo están demostrando los números que usted dio.

Estimados amigos, las ciudades son, sin lugar a dudas, el objeto de nuestra atención. Hasta hace poco tiempo, poco realmente, una de nuestras principales preocupaciones en el Gobierno era si efectivamente la gente tiene capacidad para elegir. Porque el problema de la sustentabilidad no es solamente que existan ideas sobre lo sustentable, lo verdaderamente importante es que exista la oportunidad de escoger, de elegir lo sustentable, que lo sustentable quede al alcance de esa elección no solamente por existir, sino fundamentalmente porque sea económicamente posible tomar esa elección.

Por eso, nos dimos cuenta de dos cosas: primero, las personas con menores ingresos estaban aprovechando, no ese poder de elección, sino sobre todo, tomando cualquier oportunidad de crédito; eso nos llevó a dos problemas que son conocidos por ustedes: primero, la enorme expansión, siete veces comparado con una sola vez el crecimiento, la extensión de las ciudades contra el crecimiento de la población, sino que también nos llevó a un serio problema de abandono de vivienda por falta de una adecuada ubicación.

Y en segundo lugar, la clase media trabajadora, la clase que aun siendo de escasos recursos podía contar con una vivienda mejor, tampoco tenía esta capacidad de elección porque los límites que nos habíamos puesto en las instituciones de crédito, sobre todo en INFONAVIT, limitaban esa posibilidad. En otras palabras, tenías que escoger dentro de lo que tu crédito alcanzaba, entonces tu capacidad de elegir lo sustentable quedaba sumamente limitada.

Como siempre, los únicos que realmente podían escoger dónde y cómo vivir eran quienes tenían mayores ingresos. Por lo tanto amigos, hablar de sustentabilidad en esas condiciones, seguiría siendo utópico, sin posibilidad de escoger no es posible elegir lo sustentable.

Por eso, llegamos a una conclusión: el viraje a lo sustentable, la búsqueda de lo sustentable tenía que partir con una reorientación de la política de vivienda y un tema fundamental, la política de vivienda tenía que estar ligada al desarrollo urbano.

No se trata de generar dónde vivir, sino también generar una mejor forma de cómo vivir; diseñar para habitar es pensar primero en las personas que habitarán los espacios; en función de eso diseñar políticas de gobierno y diseñar las políticas y estrategias de negocio para la industria, no al revés.

Hoy me da gusto compartirles algunos resultados que mañana, en una muy amplia conferencia de prensa, la CONAVI y el INFONAVIT compartirán con todos ustedes, pero déjenme darles estos dos ejemplos. En 2012, más del 60 por ciento de la oferta de vivienda se encontraba fuera de los perímetros de contención urbana, actualmente esa cifra se ha reducido en más de la mitad, hoy sólo el 28 por ciento de la vivienda que se está construyendo, se construye fuera de los perímetros urbanos. No es solamente por la creación de una política, es fundamentalmente por haber compartido esta política y la hayan aceptado los desarrolladores de vivienda de nuestro país, para ellos mi más efusiva felicitación.

Otro tema importante que veníamos tocando era el de la vivienda vertical, planteada como una opción para la densidad. Hoy hemos observado dos conductas: la primera, efectivamente el apoyo a esta forma de construcción de oferta de vivienda que hoy día suma ya un 35 por ciento de la oferta total de vivienda que se hace en nuestro país.

Por eso, estimados amigos, insistimos, no hay ningún otro bien público, tan universal y tan importante como la configuración de los espacios urbanos de la ciudad, ese es el fundamento de la vida comunitaria, sus condiciones determinan, permiten o impiden el desarrollo de una vida cotidiana en armonía. Una ciudad densa, bien planeada, bien comunicada puede mejorar la vida y la productividad de los ciudadanos; al contrario, cuando los entornos son usurpados o son deficientes la comunidad se deteriora junto con ellos, se resquebraja, porque el espacio se vuelve la base del conflicto.

Resolver el tema del diseño del espacio público en México, del diseño del espacio urbano en nuestro país es una tarea fundamental, es la tarea más importante de todas por una sencilla razón, estimados amigos, la ciudad es el espacio en el que efectivamente puede representarse, encontrarse, la igualdad.

Por eso, quisiera compartir con ustedes unas frases de un muy ingenioso reportaje presentado por dos periodistas a quien no tengo el gusto de conocer y cito, por supuesto sin su permiso, Mariana Nolasco y Joel Ávila, que presentaron un estudio que se llamaba “Si los estados fueran países” y entre ellas por supuesto está el tema de las ciudades. Llegan a esta conclusión: México, vivir en México es vivir en el contraste la calidad de vida puede ir de Siria a Hungría, o si se tratara de ingresos de Paraguay a Francia y con tan solo 700 kilómetros de distancia, el nivel de vida, el Índice de Desarrollo Humano, entre Chiapas y el Distrito Federal representa más de un 28 por ciento de diferencia.

Eso es justamente lo que tenemos que cambiar, y la oportunidad de cambiarlo parte de lo que hagamos con nuestras ciudades. Por eso me parece fundamental que este Foro esté planteado para el debate multidisciplinario. Hoy sabemos que todo en materia urbana está interconectado: la gestión de vivienda, el desarrollo urbano, los criterios de financiamiento público, la oferta privada de vivienda, la política de ordenamiento territorial, la forma de organizar ciudades, incluyendo -de manera muy importante destaco- la estética con la que queramos reencontrar el diseño de nuestras ciudades y buscar el futuro.

Entendiendo la necesidad de esta planeación integral, el Gobierno de la República con una destacada participación del INFONAVIT, ha creado y promovido los desarrollos certificados, con las características necesarias de infraestructura, servicios, equipamiento, comercio, educación, salud, industria, incluso esparcimiento, para que estos lugares sean un motor de desarrollo regional. Hasta el momento se han aprobado 15 desarrollos de este tipo, en ellos se pueden alojar 529 mil viviendas, una población de más de dos millones de personas. Además se encuentran en proceso de valoración otros siete desarrollos, que podrían atender las necesidades de otros 541 mil habitantes.

El sector de vivienda, como nunca antes, está alineado con un proyecto de visión a largo plazo, en donde por supuesto cuenta la rentabilidad, pero al mismo tiempo la sustentabilidad ambiental y por encima de ella inclusive, la sociabilidad, la sustentabilidad social.

Las ciudades no son estáticas, sus cambios no tienen dirección determinada, podemos mejorarlas o empeorarlas. La configuración de los centros urbanos depende de las decisiones que a diario toman las personas, las que dirigen, pero también las que habitan las ciudades. Por eso me parece de particular importancia que el Foro haya incluido un espacio especial para el tema de la participación ciudadana en las ciudades.

Es imprescindible generar una oferta de vivienda que cumpla con criterios de sustentabilidad, desarrollos habitacionales compactos, con servicios urbanos, espacios, conectividad, movilidad adecuada. Nadie escoge un mal lugar para vivir cuando tiene mejores opciones a su alcance.

Por eso, comencemos con esta devolución de la capacidad de elegir a las personas que buscan garantizar el patrimonio y sus familias; cuando la gente tiene la oportunidad de elegir y la información suficiente para hacerlo, escogerá -sin duda- lo mejor para los suyos y también hará mejor su comodidad y se comprometerá con su ambiente.

El compromiso del Presidente Enrique Peña Nieto se refleja al recuperar la responsabilidad del Estado sobre la formación de las ciudades. Como dice la invitación a este Foro: más allá de un ciclo ecológico y ambiental, lo sustentable se refiere a un proceso integral e inclusive económico, social y cultural.

Todas las urbes cuentan muchas historias, no cuentan pesos; en las ciudades se cuentan las historias de sus habitantes, no de sus utilidades. Si todos los sectores no pensáramos de esa forma, no alineáramos y coordináramos nuestro trabajo, nuestras acciones, la consecuencia es que protagonizaremos las historias de las ciudades y de un país que por escatimar unos pesos negó el futuro que tenía la oportunidad de alcanzar.

Afortunadamente con el INFONAVIT a la cabeza, con la Política Nacional de Vivienda vamos en el sentido opuesto, queremos mejores ciudades y contamos para ello con los mejores hombres para diseñarlas.

Muchas gracias.