Discurso No. 021

Palabras del secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, durante la inauguración de la Reunión Nacional de Vivienda 2014.

México, D.F. 3 de marzo de 2014.

Estimados amigos Fernando Abusaid Quinard, Luis Zárate Rocha y Juan Pablo Castañón, créanme que es muy emocionante estar en una reunión como ésta, hace muchos años que en México no se veía este trabajo conjunto de la industria de la construcción, de la industria de la vivienda, de su cúpula que es la COPARMEX.

El Sector Público que representa la SEDATU, pero está integrado sobre todo por las decisiones de los directores de los organismos nacionales de vivienda aquí presentes: el licenciado Alejandro Murat del INFONAVIT, el licenciado Reyes Baeza Terrazas de FOVISSSTE, nuestra muy estimada amiga Paloma Silva de la Comisión Nacional de Vivienda, el señor director de la CORETT, don Jesús Alcántara Núñez, y el director de FONHAPO Ángel Islava; todos tenemos el mismo cometido y la misma instrucción, coordinarnos a efecto de que este siga siendo un sector pilar de la economía del país.

En eso estamos empeñados, pero nuestro trabajo no serviría si esta coordinación -por instrucciones del Presidente- no abarcara también al sector financiero, y es por eso que contamos con el compromiso de la Secretaria de Hacienda, representada a través de Sociedad Hipotecaria Federal, un organismo que con una nueva dinámica apoya y fortalece este sector.

Nosotros somos la parte pública, en la parte publica el encargado de trazar las políticas de Desarrollo Urbano -finalidad de todo nuestro esfuerzo- es el arquitecto Alejandro Nieto Enríquez; y todo este trabajo sólo lo podemos hacer gracias a que contamos con el respaldo del Poder Legislativo, hoy representado aquí por la senadora María Elena Barrera Tapia. Y por supuesto le agradezco Aída Roel que nos acompañe, al diputado Torres que nos acompañe.

Amigos, esta mesa es la representación aquí arriba de lo que son todos ustedes en la parte media, lateral, izquierda y derecha de este salón. Somos un solo equipo, eso somos, eso demuestran ustedes, ese es nuestro compromiso, y lo vamos a mantener para sacar adelante al sector de la vivienda y de la construcción, con el enorme compromiso del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

Hay dos fantasmas amenazantes tradicionalmente en la política del país. Uno es el mercado y esa imagen, insisto, atemorizante de que es una libertad económica sin ninguna clase de restricción, de cortapisa; el mercado se convirtió en un sustantivo peligroso. Lo mismo, en alguna época, con la idea de que la iniciativa privada representaba un grupo de intereses, y además de un grupo de intereses antagónico, opositor al interés social del Estado. En buena medida, Adam Smith y su concepto de “La Mano Invisible”, única que podía regular el mercado, es causante de esto que nosotros llegamos al grado, en México, de convertir en una caricatura: mientras menos reglas más eficiencia; mientras menos controles, mayor utilidad.

Al grado de que este principio contradice totalmente el sentido común y la naturaleza misma de las personas, porque la mayoría de todas nuestras decisiones -como empresarios, como padres de familia, como responsables de algún instituto público- están fundadas en lo colectivo; nadie toma decisiones para obtener lo peor de su decisión, todos tomamos decisiones para sacar, o lograr lo mejor para nuestra familia, lo mejor para nuestro negocio, lo mejor para el objetivo que tiene la institución que dirigimos, y esto hace que nuestras decisiones las mejores, siempre sean decisiones que se comparten.

En el mundo de los negocios -y estoy seguro que nadie mejor que ustedes lo sabe- las mejores inversiones, las mejores oportunidades son las que se generan en conjunto o en asociación, y están basadas en un principio de establecer una participación justa para los que intervenimos; algún trato donde alguna de las partes obtenga una ventaja significativa, mucho muy superior a la otra, no es sostenible en ninguna empresa, tampoco en el Gobierno ni en el largo ni en el corto plazo.

Por eso estas precisiones, estimados amigos. Adam Smith –inclusive- las repetía en un texto posterior que se llama “La teoría de los sentimientos morales”, y decía que la base del comportamiento humano está en la solidaridad y en la empatía, ponerse en el lugar del otro, más allá del bienestar propio. Actuar así es intrínseco de las personas, o sea está en nuestra naturaleza; actuar de manera contraria está fuera de la naturaleza humana. En otras palabras actuar de esta manera con empatía, con solidaridad, compartiendo decisiones, buscando que nuestras decisiones beneficien al mayor número de personas, actuar así esa sí es una “mano invisible” por una sencilla razón, forma parte de nuestra naturaleza.

Y preciso todo esto porque nos sirve para entender qué está pasando con la política de desarrollo urbano, de vivienda de los últimos años. Y qué estamos buscando con la política de vivienda presentada el año pasado por el Presidente de la República.

La reforma al desarrollo urbano y la vivienda tiene un objetivo central, dar sentido y rumbo a buenas prácticas que los desarrolladores ya hacían, a buenas prácticas que los constructores ya tenían pero que se encontraban dispersas, muchas veces obstaculizadas por los propios organismos nacionales de vivienda, que pedían una regla hoy y pedían otra mañana, que pedían una regla en el INFONAVIT y que ponían o pedían otra en el FOVISSSTE, que decían vamos en este rumbo hoy y decían vamos por otro mañana.

Por eso, esta es la modificación fundamental en la política de desarrollo urbano y de vivienda del país. La primera, estos dos sectores -la construcción y la vivienda- son, no nuestros opositores ni nuestros antagónicos, son nuestros principales y casi únicos aliados para lograr el objetivo que nos proponemos, mejores comunidades para los mexicanos, mejores comunidades donde desarrollar el potencial humano, mejores espacios donde hacer más competitivas a las personas.

Ese es nuestro objetivo, y no hemos encontrado ni en la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, ni en la Cámara de Desarrolladores de Vivienda, ni en la Confederación Patronal de la República Mexicana, no solamente no hemos encontrado antagonismo u oposición sino que hoy, a sus tres responsables y dirigentes, le doy las gracias a nombre del Gobierno por el decidido apoyo a la política de vivienda y de desarrollo urbano del Gobierno de la República, nuevamente gracias a la CANADEVI, a la Cámara de la Industria de la Construcción y a la COPARMEX muy en particular.

Con estos sectores estamos construyendo no solamente casas sino un hábitat, queremos fabricar patrimonio, permitir la movilidad social, dar una nueva forma a las ciudades, unir familias; el modelo de negocios que estamos desarrollando con las distintas cámaras favorece esta consideración, y toma en cuenta ya todas estas variables.

Sí, la construcción es uno de los motores de la economía, pero poniendo rostro a esa fracción que es el mercado, construimos viviendas, hacemos calles, creamos infraestructura para representar algo más importante, para impulsar una autentica justicia social y crear auténticas comodidades para los seres humanos.

Es muy fácil hacer un recuento de lo que ha pasado a lo largo de estos meses y vale la pena. En primer lugar el Gobierno de la República aumentó los subsidios en más de un 50 por ciento, para asegurarnos de que haya disponibilidad para la vivienda popular; en segundo lugar, ya hemos propuesto aumentar la cobertura del INFONAVIT, el monto de los créditos del INFONAVIT, para que no solamente sea la vivienda de menos de 2.5 salarios mínimos la que pueda contar con este apoyo, sino también la vivienda de 5 salarios mínimos, para que no solamente ampliemos el mercado y la demanda de vivienda, sino que efectivamente cumplamos con personas que hoy están ahorrando en su cuenta del INFONAVIT, que hoy están participando activamente en la formalidad y no podían contar con un subsidio de CONAVI o no podían solicitar un crédito al INFONAVIT.

Por supuesto, modificar las reglas de cómo otorgamos créditos a través del FOVISSSTE es una de nuestras propuestas fundamentales; no solamente ampliará la demanda de vivienda, sino que fundamentalmente hará justicia a trabajadores que, dentro del sector público, tienen que esperar hoy su participación en un sorteo en el que participan 120 mil, para ser únicamente 20 mil los afortunados que pueden solicitar un crédito.

Estamos orientando toda nuestra acción para que sea mucho más fácil interactuar con ustedes los desarrolladores, para que sea mucho más fácil integrar a los constructores al trabajo de ordenamiento territorial y al trabajo de toda nuestra Secretaría. Por eso hoy, no solamente agradezco el apoyo de la CANADEVI, que a partir de julio que se publicaron las reglas del sector hemos contado con su decidido apoyo, y esto se demuestra ya en los números que ha explicado con detalle el señor presidente Fernando Abusaid, pero en el que destaco uno muy importante: en los últimos años el número de participantes en el sector había descendido, a lo largo del 2013, el número ha llegado a 2 mil 500, una cifra que no se veía desde hace muchos años en el sector, y es el primer año desde 2006, que el sector de desarrolladores de vivienda en CANADEVI registra un incremento.

Otro número importante -seguramente don Daniel Leal nos podrá explicar un poco más de eso- está representado en el número de proyectos considerados por la banca para financiar este año que paso hasta llegar a un número de 873 proyectos, lo cual representa más de 320 mil casas, por cierto, muchas de ellas ya inscritas en el Registro Único de Vivienda.

Estos números dan muestra de que otorgar certeza, otorgar financiamiento y generar un ambiente de confianza sí da resultados. Y eso es lo que estamos viendo en nuestro sector, nos falta incorporar a un factor fundamental que es el de la banca; está incorporado y participa pero lo queremos sumado a esta apertura, lo queremos activo, integro, con la confianza totalmente recuperada, distinguiendo malas prácticas de malos sectores. El sector de la industria de la vivienda, el sector de la construcción es un sector sano, sólido y confiable, merece el apoyo de la banca, y el Gobierno de la República está dispuesto a participar para hacer que la banca regrese a otorgar financiamiento en los niveles que lo ha hecho otros años.

Con la CANADEVI estamos trabajando en la recuperación de esa confianza. Primero tenemos que aprender a confiar entre nosotros y hoy lo hacemos ampliamente; la SEDATU, a través de la subsecretaría de Desarrollo Urbano -muchas veces con el propio Secretario- acudimos a los estados puntualmente a resolver temas que van desde el otorgamiento de permisos para la extracción de agua, como la disposición de reservas, la mejor ubicación de reservas.

Para este año esperamos desarrollar en su total potencial el Instituto Nacional del Suelo, entidad que sustituirá a la CORETT y que tiene como finalidad buscar reservas, integrar reservas, consolidar reservas, gestionar reservas y administrar reservas con la iniciativa privada, con los municipios y con los gobiernos estatales.

Hemos encontrado una enorme posibilidad de tierra que hoy se encuentra dispersa y es propiedad del Gobierno Federal; hay un importante grupo de tierra que se encuentra dispersa y que requiere de determinada infraestructura para estar completamente incorporada a la posibilidad de desarrollar vivienda, es ahí donde son importantes los esfuerzos conjuntos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción y de la CANADEVI; nuestra aspiración es crear una un fondo específico para el desarrollo de esta infraestructura que active reservas intraurbanas en el país.

Sin la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción no tendríamos hoy un activo fundamental, nosotros vamos a hacer como SEDATU, en el estado de Guerrero solamente, más de 4 mil 800 casas; pero lo más importante de todo ello que vamos a hacer obras de infraestructura por casi 2 mil 20 millones de pesos y tenemos que hacerlas entre el jueves de la semana pasada y a más tardar el mes de agosto de este mismo año.

Las empresas que van a participar en esta infraestructura -en virtud de un convenio que firmamos en SEDATU y Cámara Mexicana de la industria de la Construcción- tienen que cumplir con un requisito fundamental, tienen que estar inscritas a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, porque esta Cámara solidariamente se está haciendo responsable de la calidad de esas obras.

Con respecto a estos 2 mil 20 millones de pesos del FONDEN, y los 670 millones del Plan Nuevo Guerrero que implican la construcción de vivienda en esta entidad, puedo categóricamente asegurarles que con la alianza con la CANADEVI, y la alianza y supervisión de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en este año, quienes fueron afectados por los huracanes “Manuel e Ingrid”, en este año encontrarán la respuesta que el Gobierno Federal les da; no tendremos ni obra mal hecha, ni obra rezagada, ni gente que se quede sin casa, cuando era deber del Gobierno proporcionarla. Gracias a esta estratégica alianza con el sector privado a través de la CANADEVI y de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

Hoy contamos con un instrumento fundamental que es el Consejo Nacional de Vivienda. Este Consejo Nacional de Vivienda integró 16 diferentes comisiones. ¿Cuál es su objeto? El principal, queridos amigos, repensar lo que estamos haciendo en materia de desarrollo urbano y de vivienda. Es un error grave -y lo decía al principio- creer que el Gobierno tiene la potestad de las buenas decisiones; las buenas ideas están en todas partes, y muchas buenas ideas suelen estar fuera del Gobierno.

El Gobierno es el responsable de implementarlas, de facilitar el diálogo, de facilitar el consenso, de poner las herramientas para la deliberación, para que esta deliberación no sea un juego solamente de palabras, sino que efectivamente lleguen a conclusiones que se conviertan en políticas públicas, eso es lo que hace el Consejo Nacional de Vivienda.

Y el Consejo Nacional de Vivienda es una demanda y un compromiso que asumió el Gobierno con la COPARMEX, sin cuyo decidido apoyo este consejo que llevaba 11 años sin integrarse no existiría ahora. Por eso mi reconocimiento al compromiso de COPARMEX para la integración del Consejo Nacional de Vivienda, del cual es por supuesto miembro activo y distinguido, muchas gracias.

Después de un año de planeación, ajustes, diálogo junto con todos los actores, en 2014 empezaremos a ver las bondades de un modelo que concilia oferta y demanda, los intereses legítimos de quienes participan en el sector, y los intereses de la sociedad de la que ellos mismos forman parte.

La coordinación institucional, primer compromiso de la Política Nacional de Vivienda, puede decir enfáticamente que es un hecho; nos comunicamos permanentemente INFONAVIT, FOVISSSTE, CONAVI, FONHAPO, CORETT, Sociedad Hipotecaría, en esta reactivación del Consejo Nacional de Vivienda, por ejemplo, y también en la firma de convenios en materia de desarrollo urbano, hoy ya con todos los gobiernos estatales, y preparado ya el Convenio con los 114 municipios más grandes del país, lo cual nos llevará a homologar reglas y a homologar políticas en materia de desarrollo urbano y de vivienda.

Hemos financiado viviendas dignas, bien ubicadas en cumplimiento a la disposición del Presidente de la República; el FONHAPO, un organismo dedicado a la construcción de vivienda popular, sólo ha construido viviendas de dos recamaras, lo que significa elevar significativamente la calidad de vivienda que ponemos a disposición de personas en carencia tanto en la zona urbana, como en la zona rural.

El rezago de vivienda será atendido, como se dijo desde febrero de 2013, de manera responsable; en 2014 ejerceremos 12 mil 600 millones de pesos en subsidios para la vivienda; la inversión destinada a créditos individuales pasara de 255 mil millones de pesos a 301 mil millones de pesos, un aumento del 18%.

Nuestra meta para este año es que se construyan 475 mil viviendas nuevas, gracias a lo que buscamos atraer en el sector inversiones por 30 mil millones de pesos y la generación de cerca de 100 mil empleos.

El reacomodo de las reglas de juego favorece el desarrollo en México, no puede ser más que incluyente y compartido; estamos ante la perspectiva de la reforma que abrió el Presidente Enrique Peña Nieto y que trae hoy, podemos decirlo, viento a favor, una reforma urbana.

Estamos muy agradecidos con el compromiso que han tenido con el Gobierno todos los sectores involucrados: desarrolladores, Academia, organizaciones gremiales y profesionales, e incluso la banca comercial, que han demostrado su apoyo a estas nuevas condiciones en el sector.

Durante el último año hemos dialogado mucho, lo cual es parte de nuestra tarea, la parte fundamental de nuestra tarea; hemos conciliado todas las perspectivas en un mismo sentido, reordenar el territorio, lo cual es sin duda una reforma estructural y necesaria para el desarrollo del país.

Hoy que sabemos que nuestro diálogo rinde frutos, hoy que sabemos que coincidimos en propósitos podemos planear juntos. y eso es lo que queremos, y esa es la convocatoria a la que estamos invitados todos, alcanzar máximos históricos en financiamiento es muy importante, en construcción de vivienda es fundamental para reactivar el sector; recuperar la confianza social, el espacio social, el lugar donde la familia pueda desarrollarse es esencial para el futuro de este país

Además, como lo hemos venido diciendo, las reglas de la vivienda ya no cambiarán. Han sido puestas para que desarrollemos a partir de ellas una nueva forma de planear y de concebir las ciudades. No pensamos cambiarlas, y por lo mismo celebramos, junto con el Presidente de la República, la decisión que afecta sin duda de manera significativa al sector de vivienda: no habrá nuevos impuestos a la vivienda a lo largo de todo este sexenio.

Daremos el siguiente paso en esta reforma aplicando los gobiernos locales para favorecer la simplificación administrativa y la certidumbre jurídica de las inversiones. El reto para las empresas desarrolladoras está en la captación de nichos poblacionales aptos para la compra de vivienda, reto que compartimos con ellas. Algunos invertirán en descubrir estos grupos, otros darán seguimiento a los que están identificados, otros más generarán condiciones para cultivar y hacer crecer estos nichos.

Un México Próspero es aquel que reconoce en el mercado sus fortalezas; en los empresarios, los principales motores del desarrollo del país; y que a través de leyes justas, de regulaciones claras y que brinden certeza, provoca que el éxito económico sea también el éxito de la justicia y el desarrollo social.

Mover a México significa que todos asumamos la responsabilidad de aportar lo que nos toca con la convicción de que formamos parte de un proyecto mucho más grande que cualquier mercado, mucho más grande que cualquier interés personal: la construcción del proyecto de un país justo, próspero y lleno de libertades.

Muchas gracias.

Hoy, que es tres de marzo, siendo la 1:20 de la tarde, y siendo esta una oportunidad extraordinaria, declaramos inaugurada formalmente la Reunión Nacional de Vivienda, que regresa a esta sabia costumbre de trabajar juntos todos los sectores involucrados, y que lleva por título “Reforma Urbana, una apuesta para Mover a México”, sin duda será un éxito, están aquí los hombres que pueden lograrlo y las mujeres que pueden hacerlo posible.

Muchas gracias.