Boletín No. 120

• Los apoyos generan empleo entre los campesinos, fomentan el arraigo y evitan la migración

La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) entregó recursos por más de 8 millones de pesos a través de su Programa de Apoyo a Jóvenes Emprendedores Agrarios, con lo que contarán con recursos para poner en marcha proyectos productivos sustentables que les permitan contar con un empleo, mejorar sus ingresos y su calidad de vida.

A nombre del titular de la dependencia, Jesús Murillo Karam, el subsecretario de Desarrollo Agrario de la SEDATU, Arturo Nahle García, señaló que este es un programa impulsado por el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, para generar empleo entre los jóvenes rurales con el objetivo de que emprendan su propio negocio en sus lugares de origen y fomentar el arraigo en sus comunidades.

Detalló que los jóvenes son quienes tienen más dificultades para incorporarse al mercado laboral por lo que algunos de ellos terminan emigrando a los Estados Unidos, o desafortunadamente, incorporándose a la delincuencia.

“Este programa evita la migración, evita que los jóvenes tengan que incorporarse a grupos delictivos y, por el contrario, los incorpora a una actividad productiva. Existen innumerables casos exitosos de este programa desde que inició”, subrayó el subsecretario Nahle García.

Y además de que beneficia a hijos de ejidatarios y comuneros, apoya la implementación de proyectos agroempresariales que pueden ser pecuarios, agrícolas, forestales, ecoturísticos, entre otros.

Con los recursos entregados por la SEDATU se beneficia a 150 jóvenes del Estado de México de municipios como San Felipe del Progreso, Amatepec, San Simón de Guerrero, entre otros.

Los beneficiarios reciben asistencia técnica y capacitación para instrumentar proyectos productivos sustentables que mejoren sus ingresos y nivel de vida, arraigándolos en sus comunidades.

El Programa de Apoyo a Jóvenes Emprendedores Agrarios contempla tres etapas: el Proyecto Escuela, en el cual se otorga un apoyo para que los jóvenes sean capacitados a través de la implementación de un modelo de agroempresa a escala que les permita el aprendizaje y desarrollo de habilidades técnico-productivas y empresariales.

La segunda etapa es el Proyecto Agroempresarial, donde se les otorga un apoyo para implementar la agroempresa y la tercera etapa es la Consolidación de la Agroempresa, donde aquellos proyectos que hayan sobrevivido dos ciclos productivos o mínimo un año, se le otorgan recursos para incrementar sus ventas o reducir sus costos para tener una mayor productividad y competitividad en el mercado.