Boletín No. 025

• Las personas con alguna discapacidad forman parte de las reubicaciones hechas por la SEDATU

El Mirador, en Chilpancingo, es refugio de familias guerrerenses que tienen claro que la casa nueva es para habitar, pero la posesión más valiosa es su hogar y así lo entiende Ciriaco García Nava, un soltero, cantarín, quien ve la posibilidad de abandonar su soledad y casarse ahora que tiene un patrimonio.

Él, como otros vecinos, agradecen al Gobierno de la República a través de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) que entiendan su condición especial, porque tienen una discapacidad.

Dijo que aunque son hombres y mujeres de reto, les agrada poder moverse en su espacio con seguridad.

Comenta que la vida le ha dado muchas sorpresas buenas y alojarse en El Mirador es una de ellas. El terreno es plano y algo que cambia su vida de manera radical, es estar alejados del riesgo de inundaciones y deslaves.

“Tengo donde dormir, lo importante es la construcción de la casa, su seguridad”, dice Ciriaco quien gana dinero cantando en camiones y establecimientos en el centro de Chilpancingo. Cuando termina la jornada, regresa a atender a su madre, que está en silla de ruedas.

Tener un hogar siempre va a aligerar el dolor que provocaron las lluvias y se llevaron vidas humanas y cosas materiales.
Valeria Godínez Paz, otra de las beneficiarias, dice: “Es difícil olvidar la muerte de mi esposo e hijo en las inundaciones, pero tengo dos hijos más a los que puedo ofrecer un techo digno”.

La vida se enfría por momentos pero luego el viento disipa las tristezas y resurge la esperanza, Leticia Cilio Sánchez, una joven que solo se mueve en silla de ruedas, comentó que ella disfruta su privacidad y tiene su recámara propia, acceso a un baño privado, su terraza.

“En el albergue éramos muchos, no había paredes, ahora es distinto vivo en familia y sin que nadie me moleste”, refirió con gusto.

En este predio, que reubica a damnificados de los fenómenos naturales Ingrid y Manuel, van a convivir familias de más de una decena de colonias como Amelitos Uno, El Encanto, las Calaveras, Zapata, Obrera, Bellavista y Renacimiento.

El proyecto es integral, el 85 por ciento es construcción de vivienda, el resto está destinado a áreas verdes, instalaciones deportivas y recreativas, una escuela, clínica y centros comerciales así como una estación de transporte.