Boletín No. 103

• La SEDATU finiquitó dos conflictos agrarios en los estados de Guanajuato y Veracruz

El secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, encabezó la reunión de los Jueves Agrarios, para entregar dos indemnizaciones, que dan certeza jurídica a la tierra y ponen fin a conflictos entre ejidatarios y pequeños propietarios.

Los ejidos beneficiados por el Programa de Atención a Conflictos Sociales en el Medio Rural (COSOMER) son “La Cebada” en el estado de Guanajuato y “Herón Proal”, en Veracruz.

El funcionario, acompañado de la subsecretaria de Desarrollo Agrario, Georgina Trujillo Zentella, anunció también, el inicio de la entrega de apoyos a organizaciones sociales beneficiarias del Programa de Fomento al Desarrollo Agrario (FORMAR), las cuales contarán con recursos para capacitación técnica y de organización.

Ante los dirigentes del Comité de Defensa Ciudadana y Asistencia a Comunidades Rurales (CODECI), Gaudencio Torres Pereda, y de la Central Campesina Independiente (CCI), Francisco Rojas Pérez, organizaciones que promovieron los asuntos agrarios, el secretario Ramírez Marín dijo que el Gobierno de la República está decidido a poner orden y justicia en el campo mexicano.

La primer tarea, expuso, es garantizar la propiedad de la tierra y después asegurar que la riqueza del campo se distribuya entre los que invierten y los que son legítimos dueños de la tierra, toda vez que los cambios legales que interesan al presidente Enrique Peña Nieto, tienen que ver con asegurar que no exista diferencia en los derechos de quienes viven en la zona rural y la zona urbana.

Indicó que, en materia de vivienda, la SEDATU no hace diferencias y subrayó que las casas que se construyen en la zona rural son incluso, más grandes, todas con dos recámaras y las jefas de familia tienen prioridad para obtener el título de propiedad, porque son las que mejor conservan el patrimonio familiar.

Además, explicó que en el campo mexicano hay cientos de mujeres abandonadas, cuyos maridos emigraron a los Estados Unidos y ellas quedan vulnerables ya que no tienen la oportunidad de obtener beneficios en la tierra donde viven, pues no se les reconoce como ejidatarias.

“Si la asamblea, que es la máxima autoridad en el ejido, decide vender la tierra, miles de esposas solo ven pasar el dinero de lo que es suyo y de sus hijos, ante la ausencia del marido que es el ejidatario”, esta injusticia, reiteró Jorge Carlos Ramírez Marín, tiene que terminar.

Por otra parte, expuso que el Gobierno de la República no pretende que desaparezca el movimiento campesino, al contrario, lo que se busca con los cambios es que se fortalezca, modernice y organice de mejor manera para apoyar a sus agremiados.

Por su parte, la subsecretaria de Desarrollo Agrario, Georgina Trujillo, informó al secretario Ramírez Marín de las agrupaciones sociales que se hicieron acreedoras al apoyo del Programa de Fomento al Desarrollo Agrario (FORMAR).

Se trata de Michoacanos por el Desarrollo A.C., Asociación de Profesionistas para el Fortalecimiento del Campo Michoacano, la organización Juntos Mejorando para un Mejor Vivir, Desarrollo Integral de Gestión Social A.C y el Centro de Capacitación y Gestoría Integral para el Desarrollo de la Zona Rural e Indígena de Cuencamé, Mezquital y San Dimas A.C.