Boletín No. 240

El Gobierno de la República, a través de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) entregó 100 casas multicolores en la Colonia Plácido Domingo, en Acapulco, a igual número de familias guerrerenses cuyos hogares fueron afectados por Manuel e Ingrid, y que hoy expresan su satisfacción por contar con una vivienda digna y segura.

La señora Dalia Toledo Martínez, quien es madre soltera, describe la difícil situación que tuvo que enfrentar hace un año al ver cómo su casa quedaba sepultada por el deslave del cerro y vivir durante meses con su hijo en uno de los albergues que instaló el gobierno para su seguridad.

Con ojos inundados de felicidad, Dalia Toledo agradece el apoyo brindado por la SEDATU porque tiene ya un patrimonio seguro, donde su hijo y ella podrán vivir sin miedo de pasar un peligro similar o de tener que estar en una zona insegura.

“Mi hijo convivirá con otros niños en una zona bonita y diferente, es como volver a nacer, ya no estamos en una zona de peligro. Gracias a todos los apoyos, al presidente Enrique Peña Nieto, a su esposa y a la SEDATU”, expresó.

José Luis Castellón Nacho junto a su esposa e hijo presume las llaves de su nuevo hogar el cual, como el resto de las viviendas, cuenta con todos los servicios, fue construido con materiales de calidad y consta de dos recámaras, sala, comedor, cocineta, patio de servicio, baño, protecciones en las ventanas y jardín al frente.

¡Es una nueva luz de esperanza!, exclama José Luis Castellón quien dice dejar en el olvido su vieja vivienda de madera protegida con telas de nylon y junto al arroyo. Expresa que ahora podrá dormir tranquilo y dejar de preocuparse si se eleva el río o si se desgaja el cerro o cómo proteger más y mejor a su familia, ya que su nuevo hogar se encuentra en un terreno seguro.

“Estoy satisfecho del trabajo y esfuerzo que la SEDATU ha venido realizando este tiempo, ahora mi nueva casa está a nombre de mi esposa, la mujer siempre es más y mi hijo siempre tendrá un hogar”, dijo.

Ana Lorenzo Bibiano, dice iniciar una nueva vida junto a su familia, luego de que hace un año estuvo a punto de perder a su bebé, ya que tenía seis meses de gestación cuando ocurrieron las inundaciones, pero gracias al apoyo, recibió atención médica oportuna y ahora cuenta con una vivienda a su nombre para proteger a sus tres hijos.

Las viviendas están hechas de concreto, desde los cimientos, techo de loza, block en las paredes, con drenaje, patio de servicio, protecciones de seguridad en puertas y ventanas, aplanados, con tinaco, instalaciones de luz e hidráulica y pintadas por dentro y por fuera, así como baño con azulejo y área con jardín.

Las familias beneficiadas cuentan con la garantía de un año por parte de la constructora Provivah, por concepto de vicio oculto, es decir, en ese periodo se reparará cualquier desperfecto que surgiera, relacionado con los materiales con que están hechas.